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Escuché el sonido del claxon del auto detrás al nuestro, me encontraba junto a Sony volviendo a casa de la playa.

Eso fue solo un maldito y estúpido sueño, yo no corría y les decía a mis padres que era lesbiana. Nada fue real, pero se sintió muy real. Mi corazón todavía sufría desesperado por aquel susto que tuve.

Sony estaba a mi lado y al verme muy nerviosa acarició mi muslo.

- ¿Estás bien Coley? - me observó variadamente con la vista al frente.

- Tuve un mal sueño solo eso - incliné mi rostro hacia el cristal y lo apoyé. Sentí como Sony levantó la mano de mi pierna y volvió a conducir en silencio hasta casa.

Llegamos y no había nadie en la sala, traspasamos hasta la cocina y sí, había un asado con varias personas en el patio de atrás.

- ¿Lista? - Sony apretó mi mano antes de salir por la puerta trasera.

- Espera Sony, no se si pueda hacerlo - me detuve y me observó fijamente.

- ¿Qué pasa ? -note sus ojos desesperados y supe que soy una cobarde total. Estaba en un momento decisivo, o ser feliz con la persona que mas quiero en este mundo o simplemente  ser una cobarde que no puede confesárselo a sus padres.

- No puedo hacerlo - retrocedí unos pasos.

- Coley, ya hablamos de esto.-  se puso seria.

- ¡ Necesito más tiempo, maldita sea Sony! - levante la voz. 

- ¿Y crees que yo no te lo he dado?, ya no lo puedo seguir soportando. - negó con la cabeza repetidas veces.

-¿De qué hablas? - fruncí el ceño.

- Necesitamos un tiempo, a eso me refiero - suspiro profundamente mientras colocaba la palma de su mano sobre la frente.

- ¡Claro que no Sony! - abrí mis ojos como platos.

-Tu necesitas tiempo para decidirte y pensar sobre si le confesarás a tus padres. - mis ojos comenzaron a cristalizarse. 

- Detente Sony, basta! , se los diré ahora si deseas eso pero no termines conmigo.

-Ese es el punto Coley, la única que desea esto en serio soy yo. 

- ¡Pero si yo también quiero esto más que nada! - me acerqué a ella, pero colocó una mano en mi pecho.

- Creo que es lo mejor para las dos. - Volteó su rostro hacia un cristal que daba vista al asado con todos los invitados.

- ¿Tan difícil es esperar un poco más? - pregunte aún molesta por su decisión.

- Aún no lo entiendes. - me observó fijamente durante algunos minutos - Debo ir a casa. Cuídate Coley - besó mi mejilla y al tocarla se detuvo durante algunos segundos mientras yo cerraba mis ojos tratando de aguantar las ganas de besarla.  

Me observó por última vez y se fue por la puerta. 

Me sentía peor que la mierda, ella se había cansado de mi cobardía, se dio cuenta que yo no tengo valor para admitirle a mis padres, ¡ Soy tan estúpida! La defraudé mientras que ella estaba tan ansiosa de este momento, pero yo sé que mis padres no lo van a aceptar. Pero la amo tanto que duele, duele ser una persona tan imbecil por no tener valentía, por importarme si los demás me aceptan. Es algo que trataré de cambiar, porque si no lo hago. 

No podré recuperar a Sony.

No quería que mis padres se dieran cuenta que estaba en casa así que subí por las escaleras hasta mi habitación. Al entrar me lleve una gran sorpresa. 

Girls like GirlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora