Girls like Girls

2da-16

- ¿ Es una broma? - hizo una mueca.

Pensaba que la idea le iba a gustar, es decir, no lo contrario que la odiaría.

- Pensaba que.... - mi rostro decepcionado lo decía todo.

Escuché una gran carcajada haciéndome espantar.

- Estoy bromeando Ry, obio me encantaría la idea. Eso me hace aún más feliz -me abrazó. Suspiré.

Esta decidido, viviré con Col en LA cuando ella se vaya, y obiamente debemos repartirnos los gastos del departamento, por lo que trabajaré en cualquier cosa, ya que en cinco minutos es fácil ganar cien dolares en LA.

Sony's Pov

Toda la habitación estaba en escombros y apestaba a mota, sabía que ya debía irme.

-Jason, nos vemos luego. -tome mi mochila y me levanté.

- Tan rápido? , quédate.. los chicos no quieren que te vayas aún -señalo a los tipos que observaban mis piernas como babosos desde el otro lado desparramados fumando mota.

- Lo siento, es tarde - me encogí de hombros.

- Vale, ve con cuidado Sony - comentó a lo que salí por la puerta. Respondi con un de acuerdo.

El reloj de mi celular marcaba las 2 am, era algo tarde para ir caminando sola por las calles, así que esperé a que algún taxi pasara de regreso a mi casa.

Esperé como veinte minutos y las calles parecían fantasmas y parecía que fuese la única persona que viviera en el mundo.
A pesar de que estaba un poco ebria si recordaba la dirección de mi casa, aunque ningún taxi aparecía por la calle.
Desbloqueé el móvil para lograr llamar a algún taxi o pedir un Uber. Sin batería, mierda.
Y ni siquiera tenía cinco dólares en mi cartera.
Mi casa estaba a más de 3 kilómetros de donde yo me encontraba y caminando no llegaría hasta el amanecer.
Desesperada, sin saber que hacer y tratando de buscar alternativas posibles. No me quedó otra opción que ir a la casa de mi madre, que quedaba cerca de donde yo estaba.
Si entraba sin hacer ningun ruido ni escándalo y me iba antes del amanecer, nadie lo notará.

Perfecto.

Con total cuidado de hacer mínimo ruido en la entrada de la casa, cerré la puerta y sujeté mis tacones en mis manos para no resonar el piso. Caminé en puntillas hasta subir por las escaleras e ir a "mi habitación". Obio que no era mía, pero mamá asi lo deseara.
En fín, llegué hasta la dichosa recámara y entré cuidadosamente para así lanzarme sobre la cama.

- ¿Qué carajos? - salté espantada al sentir un cuerpo recostado al lado de mi cama.

De inmediato me puse de pie y encendí la luz, a la vez que la otra persona también se despertó.

- ¡¿Sony? !- el moreno estaba sorprendido.

-¿Qué haces en mi habitación? - el imbécil de mi hermano estaba dentro de mi cama observándome con los ojos achinados y con el cabello despeinado.

- ¿Querrás decir mi nueva habitación?- levantó su ceja a la vez que utilizaba un tono prepotente.

- Tu tenías otra habitación, vete que intento dormir.

- No lo sabías, verdad? - fruncí el ceño.
No sabía a que se refería.

- ¿De qué hablas?

- La hija de Robert ya vive aquí.
No podía ser cierto, debía ser una pesadilla.

Lo observé atónita, ahora resulta que la persona que está con la persona que amo, vive en la misma casa que yo.