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Mi corazón revoloteaba con locura, la exmorena  estaba logrando que se me baje la presión con solo dos palabras.

Se lanzó sobre mí y abrazó mi cuerpo. Sus lágrimas salieron de inmediato. Le correspondí el abrazo.

Yo también te amo.

Pensé, pero no se lo diría. El efecto del alcohol puede hacerte decir cosas graves no?

Después de un largo tiempo llorando sobre mi hombro, la morena se acomodó y se acurrucó contra mi cuerpo. Quedando las dos completamente dormidas.
Mis brazos la abrazaban mientras su cuerpo se acoplaba perfectamente al mío.
Desperté tiempo después y por la luz que aparecía en la ventana noté que había amanecido. Dejé a Sony durmiendo de nuevo y caminé hasta el pequeño balcón que daba vista al mar.
Era fenomenal, aquel amanecer no lo cambiaría por nada.

- Mierda - escuché un gemido de dolor de la morena.
Entré de inmediato a verla.

- Sony ¿Estas bien?
Me acerqué preocupada.

- Me duele la cabeza y todo me da vueltas. Cierra la cortina - pidió quejándose y lo hice.

- Espera, te prepararé algo. Date una ducha y baja a la cocina - ordené de manera cariñosa y salí por las escaleras hasta la cocina.

Iba a prepararle un batido anti-resacas, con el cual todo el malestar iba a desaparecer. En la licuadora mezcle una clara de huevo junto a leche y miel con un banano.
Luego freí tocino con un par de huevos.

- No era nesecario que vengas - su voz resonó a mis espaldas. Volteé y la morena llevaba el pelo mojado junto a   un pantalon cómodo y una remera muy grande de los Rolling Stones.

- Quise hacerlo - espeté mientras servía su desayuno en un plato y vaso. Dejándolo sobre la mesa.

- Pues.. Gracias por todo Coley -respondió tímidamente con la vista gacha.

- No es nada, el desayuno está listo - ella se acercó y se sentó a mi lado.

Las dos empezamos a comer sin decir nada.

- Tu madre debe estar buscándote - comenté provocando que la morena me observara atónita.

- Lo sé. - sus ojos marrones demostraban tristeza.

- ¿Hablarás con ella?

- Por ahora no. Nesecito un tiempo, para digerir todo esto. - respiró hondo- quiero viajar.

- ¿Viajar? - levanté mi ceja.

- A Hawai talvez, nesecito algo que me distraiga.

- ¿Y cuándo lo harás? -la observé atenta. Sus ojos recorrían mi rostro volviéndome loca.

- Esta noche.

- Iré contigo - sus ojos se abrieron asombrados.

- ¿Bromeas? - sonrió fingidamente - ¿Sabes como Kathe reaccionará al enterarse?

- Ella no tiene porque saberlo - espeté y la morena me observaba sorprendida.

- Riley podría ir... -sugirió.

- Conociéndola, de seguro le encantará la idea. - le sonreí, mientras ella me correspondía. Se veía tan hermosa. Por instinto y en mi tonta mente, casi le doy en beso. Pero en la realidad le quedé viendo como idiota sus labios.

Su rostro estaba tomate.

- Enseguida regreso, iré a casa a arreglar mis maletas. ¿Estarás bien? - cuestioné con cierto límite de preocupación.

- Lo haré, no te preocupes.

- Esta bien - estabamos cercanas. Tenía tantas ganas de besarla, pero sabía que no era el momento. - Adiós.

- Adiós Coley - respondió.

La ví por última vez hasta salir por la puerta principal. Encendí el auto y maneje hasta casa. 

Entré y vi a Susan con su novio Jake y Ry en la cocina desayunando.

- ¿Se puede saber donde te metiste? - mi prima rubia, lucía muy preocupada.

- Tuve que ver a Sony - esta negó la cabeza.

- ¿Qué planeas hacer? ¡Kathe estuvo preguntándonos donde fuiste ayer!

La pelirroja sonaba irritada al nombrar a mi actual novia.

- De eso quería hablarte Ry. - esta frunció el ceño. - Sony quiere ir a Hawai... Esta noche.

- ¡¿Hawai?! - exclamaron todos.

- Si.. y dijo si te provocaba ir -la pelirroja esbozó una sonrisa de alegría, lo siguiente.

- ¡Maldita sea! - exclamó- por supuesto. Iré a mi casa a hacer las maletas.

La pelirroja en una clase de baile extraño salió de casa, haciéndonos reir. Su sueño había sido ir a Hawai desde que era pequeña.

- ¿Irás con ella? - Susan pregunta.

- Si - respondí.

- Creo que es una gran idea - comenta su novio sonriendo. - Así te darás cuenta a quién amas de verdad.

Tenía razón el ojiazul.

- Lo sé. - suspiré.

- Lo único que quiero esque la pases bien Col.

Mi prima me abrazó fuerte y le correspondí el abrazo.

- ¿Ustedes no quieren ir?

- Lo siento, ya tenemos planes. - suspiró el moreno y le enseñó unos boletos a la rubia. Era una sorpresa.

-¡¿Dos boletos para Universal Studios?! - mi prima se abalanzó sobre el emocionada.

- ¡Sabía que te encantaría! - se besaron tiernamente. Me encantaba esa pareja.

- Es la mejor sorpresa que me han dado. Te amo Jake.

- Yo al triple - se besaron. Mientras yo estaba un poco incómoda, pero feliz por ellos.

- Me alegro por ustedes. Y espero Susan me compre el gorrito de Mickey.

- Definitivamente lo haré - reímos.

Un rato después de charlar. Subí a mi habitación e iba a preparar mis valijas.

Conecté mi celular al cargador, porque este se me había quedado sin batería desde que fui a casa de Sony.

20 llamadas perdidas de "Kathe".

Maldición, debe estar muy preocupada. Estaba empezando a sentir muy mal por esto. Solo pensaba en mis sentimientos, pero ¿Y los suyos?

Girls like GirlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora