Las promesas a veces no pueden cumplirse/ cap 28

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- Ya arreglaste el dormitorio de mis padres?

Pregunto Susan en voz baja mientras veíamos como el auto de nuestros padres se estacionaba en el garage.

- Si, y tuve que cambiar de basurero ya que a ti y a tu noviesito se les ocurrió dejar los condones en la cesta del baño de tus padres - la rubia comenzó a reir - fue lo mas repugnante del mundo.

- Es un sabor exquisito deberías probarlo - hice una mueca de asco y rió más fuerte.

- Afortunadamente con mi novia no es necesario tener que usar esas cosas. - mordí mi labio y vi su cara arrugada logrando que yo empezara a reir.

- Que repugnante - hizo arcadas en tono de broma. Y la codeé.

- Qué cosa es repugnante? - cuestionó Jason acercandose para abrazarnos a las dos.

- No, nada - mencionamos al unísono.

Saludé a mis padres y Susan y yo les ayudamos a entrar las maletas. Afortunadamente no sospecharon nada sobre la mancha de pastel pegada en el techo y sobre la puerta con la chapa dañada.

Horas más tarde fui a casa de Sony para recogerla e irnos a la playa, y al volver tenemos planeado decírselo a mis padres, de lo cual estoy sumamente nerviosa.

Las olas se meneaban a nuestro alrededor, y los rayos del sol ya estaban menos intensos que hace algunos minutos. El cielo había tornado anaranjado y ya estaba empezando a atardecer.

Nos sentamos en la arena y la castaña se recostó en mi pecho mientras entrelazaba nuestras manos.

- Llegó el día, se los diremos y ya no podremos seguir ocultando esto.

Sonreí al escuchar su voz.

- Lo sé, y debo decirte algo - ella levantó la cabeza de mi pecho y volteó su rostro para volver a acomodarse recostando su cuerpo sobre el mío.

- ¿Qué ocurre? -preguntó curiosa mientras acariciaba la piel de mi rostro.

- Pues, tenía planeado decirle a mis padres sobre mudarnos acá a Miami. Así ya podremos ir a la misma escuela. - sonrió y asintió repetidas veces con su cabeza entusiasmada.

- Me encantaría, sería fabuloso. Todo esta resultando como lo esperaba -  beso mis labios dulcemente.

Cerré mis ojos y me permití seguir sintiendo sus labios sobre los míos, y era la sensación más placentera para mi poder besarla y sentirla a mi lado y más que todo me enamoraba más y más.

- No me imagino una vida sin tí Coley - unió su frente junto a la mía y sus ojos marrones me observaron con esa intensidad que tanto me derretía.

- Te amo Sony - besé su mejilla y luego recorrí su cuello provocándole cosquillas. Empezó a reir y nos revolcamos sobre la arena. Parecíamos dos niñas jugando sobre arena pero en realidad somos dos adolescentes enamoradas.

Al llegar a casa, noté como Sony se removía inquieta por los nervios, al igual que yo. Ninguna de las dos podría predecir lo que pasaría esa noche.

Entré a la sala y estaba vacia, y el sonido de la música del patio trasero llamó mi atención.

Había una fiesta, o más bien un asado que habían organizado Jason y mis padres. Susan no se encontraba por ningun lado , así que suponí que debía estar con Jake.

Había muchas personas que no conocía y debían ser amigos de los padres de Susan.

- Al fin llegaron chicas - mi madre me sorprendió topando mi hombro. - ¿Dónde estaban? - frunció el ceño y toqueteo mi cabello húmedo a causa de lo que nadamos en el mar.

-Fuimos a la playa - contestó la castaña por mí. Suspiré aliviada.

- Bueno, es mejor que vayan por un plato y coman ya que los amigos de tu tío Jason se estan devorando todo el banquete - asentí y fuí con Sony hasta la mesa donde se encontraban los platos junto a bandejas llenas de comida.

- Amor, no se si hoy sea un buen día para decírselos - comenté mientras agarraba con unas pinzas la lechuga y la dejaba sobre mi plato.

- ¿Sabes que yo creo Coley?, tienes miedo y lo entiendo pero siempre que tratas de decírselo a tus padres el pánico te invade y descartas el plan para otro momento y creo que nunca llegará ese momento. - observé su rostro angustiado con una punzada en el pecho por la verdad de sus palabras.

- Son, no quiero que pienses que me averguenzo de esto. Nunca lo haría, jamás. Te amo demasiado y por eso se los diré en este maldito instante.

Dejé el plato sobre la mesa y caminé apresuradamente hasta la mesa de mis padres que se encontraban con otras personas.

- Ey cariño, ya probaste la carne? La cocine yo mismo - comentó mi padre alegre y orgulloso.

- Papá, Mamá soy lesbiana.

Interrumpí sin importarme nada.

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