Resurgente (Fanfic de Divergente, Insurgente y Leal)

Cap. 11

Elizabeth.

Estamos en la sede de cordialidad, en la cafetería. Johana me ha dicho que evite el pan. No tengo ni idea de porque. Llevo puesta una camiseta ancha roja y un pantalón igual. Nita y yo llegamos tarde. Acabamos de idear el plan a las cinco de la madrugada, por lo que ahora me caigo del sueño.
- Elizabeth, tenemos que prepararnos.- Nita me toca el hombro y me sobresalto.
Asiento y me levanto. Nos dirijimos al dormitorio que compartimos y entramos. Nos ponemos ropa azul de erudición, que sería la que me corresponde. Me recojo el pelo en un moño, como lo hacia mamá. Me maquillo un poco y me calzo los tacones. Salgo del baño.
- ¿A qué hora vienen a buscarnos?- Le pregunto a Nita que ya esta lista
- Dentro de diez minutos.
Asiento y nos encaminamos al lugar de encuentro. Cuando llegamos ya hay un coche esperándonos. Subimos y descubrimos a Johana dentro.
- Buenos días. ¿Habéis dormido bien?
- Sí, muchas gracias, Johana. Me gustaría que me dejaras un despacho para poder conocer mejor a Peter y poder acordar los últimos de detalles de como me entregará.
Johana asiente y nos pasamos el resto del trayecto en silencio. Para cuando llegamos a la sede de erudición, que es donde Johana me ha conseguido un despacho, Nita está profundamente dormida en su asiento.
- Dejala aquí, si no es molestia. No ha dormido en toda la noche.
Johana sonríe y asiente. Salimos del coche y entramos en el ascensor.
- Peter ya está en el despacho. - Me informa Johana.
Las puertas del ascensor se abren.
- Sintiéndolo mucho, Elizabeth, no puedo ayudarte más.
Me acerco a ella y la abrazo.
- Muchas gracias por todo, Johana, de verdad. Has hecho muchísimo.
Salgo del ascensor y me despido de Johana con una sonrisa. Camino por el pasillo y entro en la habitación que me ha indicado. En ella hay una mesa y dos sillas, una de las cuales está ocupada por Peter.
- Buenos días, Peter.- Digo y me siento en la silla libre.
- Hola, - contesta Peter.- ¿para qué me necesitas?
- Me gustaría que acordáramos los detalles para cuando me entregues.
Peter asiente y nos pasamos las dos siguientes horas hablando, riendo y, de vez en cuando, acordando algún punto del plan.