Por fin comenzaron los primeros días Marzo y con ello comenzaba la última parte del año, eso significaba que los EXTASIS estaban demasiado cerca para la tranquilidad de los estudiantes de último año, aún así Harry decidió no dejar las tutorías de lado, para poder mantener un ojo sobre Alexia sin levantar sus sospechas.
Harry caminaba por los pasillos rumbo a la biblioteca, ya que ese día le tocaba tutorías con una versión huraña de Alexia, con la que no había conversado desde antes de su visita a Hagrid y se encuentro con Firenze, por lo que sus perspectivas no eran de una tarde agradable y tranquila. Fue el primero en llegar a la mesa que siempre usaban, sacó sus apuntes y trató de estudiar mientras llegaba la niña; la jovencita llego diez minutos después con una cara radiante y una sonrisa de felicidad. El joven mago de ojos verdes estaba pasmado por su cambio.
—¡Harry! ¡te eche de menos! —dijo la niña abrazándolo, mientras el joven no sabía cómo reaccionar ante tal muestra de cariño.
—Yo también pequeña, pero ahora estoy preocupado ¿Estás bien? —dijo mientras tocaba su frente para cerciorarse que no estuviera con fiebres.
—Sí, estoy mejor que nunca —dijo la niña de cabello oscuro— ¿Por qué lo preguntas?
—Las semanas que recién pasaron, estabas de mal humor —dijo Harry, con mirada interrogante—, solo pensé que ya no estabas a gusto conmigo.
Alexia bajo la mirada con algo de culpabilidad y, como siempre, comenzó a palpar su cuello en busca de algo que nunca encontraba; la chica suspiró y bajo su mano resignada, luego tomó asiento en la mesa y observó a Harry en silencio por unos instantes. El mago a la expectativa, también se acomodo en su silla a la espera de que la joven hablará.
—Lo que pasa —comenzó la niña—, es que las semanas que recién pasaron, sentí muchas cosas feas...
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Alexia deambulada sola por entre los pasillos, desanimada y enojada con Harry, por ser tan entrometido e insistir con saber lo que había pasado el día del partido. En realidad no recordaba mucho, salvo la sensación que alguien le golpeaba de manera suave por detrás y figuras borrosas que pasaban frente a sus ojos, pero cuando se quedo dormida —momento que no recordaba para nada-- comenzó a soñar, de manera agradable al principio y a medida que pasaban las imágenes, estas se volvían más terribles y aterradoras. Esa sensación permanecía en su espíritu grabado a fuego.
Recordaba el silencio agobiante y cuerpos caídos frente a ella, mientras líneas de luz escapaban de los cuerpos en el suelo y se dirigían hacia ella. Ella trataba de apartarlas sin ningún éxito, mientras que a cada momento sentía que el aire se escapaba de sus pulmones y no le dejaba respirar. Con esa sensación de ahogo constante y de que la gente a su alrededor no se levantaría jamás, despertó llorando. No quiso hablar de lo que había soñado, primero porque se había sentido choqueada, pero al día siguiente, la vergüenza la había invadido por haberse comportado como una niña solo por un tonto sueño.
Alexia meneó la cabeza tratando de apartar de su mente todo lo que había pasado esos últimos días y suspiró, deteniéndose cerca de una escalera pensando que ese era un buen lugar como cualquier otro como para sentarse y así lo hizo. Para su sorpresa, una sombra se sentó justo al lado suyo segundos después de que ella hiciera lo mismo. El que se había sentado a su lado era un joven que le resultaba ligeramente familiar, pero no podía determinar bien en donde lo había visto.
—Hola —saludó el desconocido— ¿Te acuerdas de mí? —la chica negó algo avergonzada—. Nos conocimos en tu fiesta de cumpleaños, soy el pupilo de Hermione, Magnus.
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Harry Potter y la Lágrima de Cristal.
FanfictionDespués de la muerte de Voldemort, el mundo mágico -y Harry Potter- tratan de volver a la normalidad, pero no es fácil. Las pesadillas y la culpabilidad atacan durante la noche, por lo que para escapar de ellos, Harry decide finalizar sus estudios...