Después de la noche complicada que Harry pasó, llegó la mañana siguiente demasiado rápido para ellos, ya que el sueño parecía no querer irse y para desgracia de ambos jóvenes los EXTASIS estaban demasiado cerca como para desperdiciar ese fin de semana de estudio. Así que con rostros somnolientos bajaron al salón, pero para sorpresa de Ron y Harry, Hermione les bloqueó el camino cuando bajaban, mientras miraba a su amigo de ojos verdes con una sonrisa de oreja a oreja.
—Tengo algo de que hablarte —dijo la chica de cabello enmarañado a su amigo-- ¿Podemos ir juntos a tomar desayuno?
—Claro, es justo lo que iba pedirte —dijo Harry, sorprendido por la propuesta, ya que después de lo de la noche anterior, se negaba ante la idea de pasar ese día solo.
Los tres, con sus bolsos en el hombro se dirigieron al Gran Comedor, y como Harry era curioso por naturaleza, en cuanto se pusieron en camino, preguntó:
—¿Que es lo que me quieres contar? —Ron observaba a su novia con la mismo rostro expectante.
—Descubrí algo increíble, cuando fui a la biblioteca después de la clase de defensa —dijo Hermione emocionada.
—¿Pero que cosa? —preguntó Ron—. Sabes que me molesta quedar con la información a medias.
—Ron no seas quisquilloso —dijo Hermione mientras se cruzaba de brazos.
—No soy quisquilloso —se defendió Ron—, es solo que no me gusta cuando te pones en plan de sabionda.
—Cuando yo... —comenzó a irritarse la joven, pero Harry la interrumpió.
—¿Y que descubriste? —preguntó y el mal humor de Hermione pareció evaporarse en ese instante, porque esbozó una pequeña sonrisa.
—Recuerdas lo que descubrimos que tenían en común el collar y las reliquias de la muerte —mencionó Hermione, mientras Ron y Harry asentían—. Verán, siempre tuve la curiosidad del porque solo esos tres inventos de los Peverell habían sobrevivido.
—Yo tambien me pregunte lo mismo en algún momento —dijo Harry en voz alta, mientras se introducían en el bullicioso Gran Comedor que ha esa hora se encontraba repleto como casi siempre.
Mientras se acomodaban en una mesa que estuviera bastante desocupada y comenzaban a comer, los jovenes no hablaron del tema interrumpido, porque al parecer Hermione no queria revelar su gran descubrimiento en una sala atestada de gente. En eso dijo:
—Cuando terminemos, sería mejor llamar a Alexia, porque lo que voy a decirte también es importante para ella —recomendó la hechicera—. Además hoy hace buen clima y podemos ir a los jardines a conversar —Harry pareció de acuerdo, pero todo esto le estaba intrigando demasiado.
El trio comió con lentitud, pero los rostros de Harry y Ron se notaba la inquietud. Entretanto, le mago de la cicatriz recorrió con la mirada el Gran Comedor para ver si su protegida se encontraba por allí, pero no la vio. Gracias a Merlin, la joven no tardó en aparecer, acompañada de Malfoy con el que se reía por algo que Harry creía que era mejor no saber. Se acercó a ellos y llamó a la niña.
—¿Después del desayuno podemos hablar? —preguntó Harry, mientras Malfoy se alejaba con cara de pocos amigos, pero sin decir palabra—. Hermione dice que debe contarnos algo importante.
— ¿Importante? ¿Para mi? —preguntó Alexia con expresión incredula.
—Sí, eso dijo. Parecía muy excitada aunque todavía no se de que se trata —explico el chico—. Solo se que tiene relación con tu collar.
Alexia le observó interesada y estuvo de acuerdo en juntarse después del desayuno frente a las puertas que daban al jardín. Una hora después los cuatro jóvenes se hallaban sentados cerca de la sombra de uno de los tantos árboles del lugar.
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Harry Potter y la Lágrima de Cristal.
FanfictionDespués de la muerte de Voldemort, el mundo mágico -y Harry Potter- tratan de volver a la normalidad, pero no es fácil. Las pesadillas y la culpabilidad atacan durante la noche, por lo que para escapar de ellos, Harry decide finalizar sus estudios...