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La realidad fue que me llevó la mitad de tiempo el camino de regreso que la ida, inconscientemente aceleré el paso como pretendiendo alejarme lo más posible de aquel lugar. Sí, estaba enfadada. Cabreada. Furiosa.

Cuando entré, cerré la puerta de un portazo como si estuviera huyendo de algún demonio y es que no entendía lo que pasaba por mi cabeza pero el nudo en el estómago no había desaparecido, sino que seguía retorciéndose dentro de mí como serpiente venenosa que te atrapa y aprieta hasta asfixiarte.

Con el cuerpo agitado y sudoroso de corre, me dirigí al cuarto de baño, necesitaba ya una ducha que además calmara y relajara un poco mi mente.

El grifo abierto ...el agua muy caliente, como a mí me gustaba y al momento los cristales y espejos del baño quedaron cubiertos de un tupido velo de vapor que a penas dejaba imaginar las sombras de un reflejo en el.

"Al fin ... Un momento de tranquilidad dulce y relajante "...esa era la mejor parte de salir a correr cuando me encontraba agobiada, un baño caliente conseguía equilibrar de nuevo por completo mi delicada existencia.

Me recosté en la bañera dejando escasas partes de mi fisionomía al descubierto, cerré los ojos, y traté de dejar mi mente en blanco.
Pero fue imposible.

Como si de una maldición se tratase empecé a tener recuerdos de un pasado no muy lejano, recuerdos dolorosos que yo quería mantener alejados de mi ...y prácticamente los había tenido.
La misma imagen, la misma situación, la misma sensación de vacío que había descrito aquel chico del parque formaba una amalgama con la mía pasada.
Veía su imagen en mi cabeza pasar como diapositivas ...lentas y repetitivas una y otra vez, hasta el punto de conseguir que por un momento en una de esas imágenes la que aparecía con la cabeza agachada y fuera de la realidad en sí, era yo.

__¡Mierda, maldita sea !.
Tomé aire hasta llenar mis pulmones y con la misma me escurrí hacia abajo en la bañera para meter mi cuerpo por completo sumergido en ella.
Bajo el agua, con los ojos cerrados traté de hacer un vacío en mi mente y dejarla en blanco, no quería que nada perturbase mi paz, no ... No quería .

Pero tratando de buscar esa paz idílica casi me olvido de respirar, así que cuando una burbuja de aire salió de mi nariz dejando la vía libre para que el agua entrara, me di cuenta de que era momento de emerger a la superficie cual submarino.

Durante toda la semana siguiente conseguí eliminar por completo cualquier tipo de pensamiento que pudiera recordarme el episodio del parque.

La semana fue de alguna manera medianamente tranquila, pagué las deudas que tenía por la casa, y arreglè todo el papeleo de la universidad.

Cuando me di cuenta me encontraba ya en domingo.
Ese sábado no había salido, por la semana me había quedado despierta estudiando un par de noches y necesitaba recuperar un poco el sueño.

Me desperté temprano, y sin querer lo primero que hice fue buscar la ropa de deporte para salir a correr un poco. Todavía era de noche, faltaba poco para amanecer pero el sol todavía hacia el remolón para salir.

Agarré mi sudadera, puse mis auriculares y salí por la puerta sin dudarlo un solo momento.

La música era una recopilación de canciones que a mí me gustaban y me relajaba. Cada canción tenía un significado para mí, más de una vez las cantaba a solas en casa, a pura voz sin temor a que nadie saliese espantado de mis gritos, sobre todo cuando las canciones eran del género rock.

Corrí y corrí, no había ni un alma por las calles, todo era silencio y paz justamente lo que iba buscando.

De pronto paré en seco ... Acababa de darme cuenta de que mi subconsciente me la estaba jugando de una manera muy sucia ...hacia donde estaba yendo.

__¡Pero ...por qué narices vuelvo a venir hacia aquí !.

De nuevo estaba camino del parque del lado este de la cuidad, aquel vacío y solitario parque.

Mi cerebro había ordenado a mis piernas dirigirme hacia allí, y sin darme cuenta lo habían​ hecho como dos perras traicioneras.

" Vamos Anne, malo será ...no creo que .."

Negando con la cabeza y dejando salir una pequeña sonrisa a modo de
infundirme a mí misma ánimo, continúe la marcha.

Mi recorrido era el mismo que el de la semana anterior, y eso fue un verdadero problema.
El mismo cruce, el mismo caminito, y el mismo banco ...

Mi corazón empezó a latir más apresurado a medida que me iba acercando a ese jodido banco por qué mis ojos no daban crédito a lo que estaban viendo.

Tumbado en el, boca arriba, se podía ver a una persona. Inmóvil. Oscura como la misma noche, con una sudadera negra con capucha y cordón blanco y uno tejanos oscuros.
Por segundos entré en pánico de si sería un extraño, un indigente, o tal vez un borracho.

Yo era una persona muy echada para adelante, valiente e incluso malditamente confiada en mis posibilidades pero, es cierto que tenía pánico a la noche en cuanto a gente rara y extraña solían acompañarla.

Sabía defenderme, me había estado preparando desde hacía un par de años, me parecía imprescindible a día de hoy para cualquier mujer saber devolver un golpe o anticiparse a uno. Este mundo está jodidamente en desventaja respecto a una mujer y eso me alteraba.

Entonces pensé en pasar de largo y no mirar siquiera para esa persona, tal vez ni me viese.
" Ojos que no ven, culo que te salvas"...Emmm, sí lo se, el refrán no es así pero en ese momento me pareció más oportuno pensarlo así.

Y así hice en el momento que tuve que pasar por su lado, bajé el ritmo de mi respiración para que no se escuchase tanto y procuré no hacer demasiado ruido así que aligeré el paso, y pase por su lado como un ladrón intentando entrar a robar en una casa.

Pero por jodida desgracia soy una persona muy curiosa y aunque las órdenes a mi cerebro eran :" no mires para él...no mires para él...", no hubo manera.

Instintivamente giré la cabeza y mis ojos se clavaron de lleno en la figura del extraño que permanecía quieto y en la más profunda inconsciencia.

__ ¡ Joder!.....TÚ.

No podía creer que la casualidad fuese tan hija de ...fruta, de volver a tropezar nuevamente con el chico estatua ... así me salió llamarle de repente en mis pensamientos.

Mandé un medio gruñido al aire a modo de protesta, estaba cabreada por qué sabía lo que iba a pasar en los momentos posteriores.

No podía hacer la vista gorda y seguir caminando ignorando aquello.

En momentos así puntuales odiaba mi forma de ser, no podía ser como los demás y pensar solo en mi haciendo la vista gorda ...no ...tenía que meter mis narices como fuera, involucrarme y finalmente acabar jodida.

No te dejaré caerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora