Capítulo 17: James!

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Miré sus labios rojos y sus hermosos ojos verdes que me empezaban a gustar tanto. Me puse en pie y le quité la botella de vino. Ella me observó a los ojos, estaba muy enojada.

-Baila conmigo, entonces. -Ella me dijo cambiando su rostro y yo puse la botella en la mesita del té, ella me rodeó con sus brazos por la cintura y posó su rostro en mi pecho.

Me sentí incómodo pero luego la rodee con mis brazos. Se separó y tomó mis manos dio media vuelta y apoyó su espalda en mi pecho. Llevó mis manos a sus caderas mientras yo olía su cabello con aroma a violetas, vi su cuello descubierto y pensé en besarlo pero era Victoria, no podía involucrarme con ella. Sabía que no le gustaba, sólo estaba jugando conmigo. Ella giró su rostro y la observé fijamente a los ojos, fue extraño.

-Aún no estoy ebria pero podría besarte ahora.

Le di media vuelta y la halé fuertemente con mi brazo metálico hacia mi cuerpo, ella me dio una mirada seductora mientras posaba sus manos en mis pectorales. Podía sentir su cuerpo frágil en el mío. Me acerqué para besarla pero sólo rocé sus labios. Ella estaba agitada, llevé mis ojos a los suyos nuevamente.

-Aún llevo vello facial, no quiero causarle comezón. -Me aparté bruscamente de ella. -Buenas noches, Señora Petrov!

-James... -Ella se quedó sin habla.

Salí de la casa y fui a dormir a la base. Aunque esa noche no pude dormir realmente.

Mis pensamientos fueron de Steve a mí, de Jessy a Andy, luego a Cheryl y Marian, por último a Victoria. Estaba ahí por ayudarnos mutuamente, no para involucrarme con ella, era hermosa no lo podía negar pero no estaba cuerda, era suficiente con mi trastorno como para entenderla a ella, también.

Seguimos trabajando juntos aunque Victoria no era la misma conmigo. Se veía enojada y ya no me hacía bromas, se comportaba cada vez más como su cuñado, Vladimir. Pasó nochebuena y año nuevo, la nieve caía tiñendo todo el verdor de un blanco vacío, hacía frío y aun así me sentía a gusto, disfrutaba de mi soledad, mientras Victoria me miraba con resentimiento. Llegaron agentes nuevos, lo notaba en mis horas de entrenamiento cuando algunas chicas nuevas me observaban cuando levantaba pesas.

Traté de ser amable con ellas y poco a poco fui siendo más sociable. Había conocido a una chica de rasgos asiáticos llamada Lynn Cheng. Sabía artes marciales mixtas así que entrenabamos un par de días a la semana, eso me ayudaba a controlar mi impulso por no asesinar y sabía que le gustaba, ella era linda también.

Un día sin querer en uno de los entrenamientos junto a ella no me resistí y la besé, el salón estaba vacío, entonces aproveché la oportunidad. Me tomó de la mano y nos escondimos en una de las bodegas de pesas para besarnos, ella llevó su mano a mi pantalón y yo quité su blusa. Cuando estábamos a punto de hacerlo escuché a Victoria. Había dureza en su voz.

-James!

Miré a la asiática ponerse pálida, yo tragué con fuerza, Victoria me citó a su oficina después de ducharme. Pensé en que era por fin mi salida de la base. Aunque lamentaría mucho si Lynn se quedaba sin su puesto. Entré a la oficina, estaba vacía, tomé asiento y observé todo alrededor.

Victoria entró acompañada de Vladimir, él traía una sonrisa de triunfo que desee borrársela con un golpe, llevé mi vista mi mano de metal, había cerrado mi puño con fuerza, debía detener mi ira sino saldría golpeando a Victoria también y no quería eso.

-Bien, Bucky. Tengo buenas noticias! -Levanté mi rostro y la vi sonreír.
-Me dejarán libre? -Pregunté.
-Siempre has sido libre aquí, Barnes. -Era Vladimir. Le dí una mirada fulminante.
-Encontramos a Rumlow, James.

Victoria me dijo que lo habían visto en un pueblo apartado de un país latino, allí encontraríamos a Rumlow seguramente o al menos pistas para hacerlo pero debíamos ir a vigilar su residencia temporal. Al parecer su ubicación era un misterio, ya que, después de la caída de S.H.I.E.L.D. su rostro y parte del cuerpo había sido desfigurado por la explosión que causó uno de los Helicarriers en el Triskelon. Seguía siendo fiel aliado de HYDRA. Victoria me dijo que tenía la sospecha de que Rumlow se encontraba en una antigua base cerca del monte Roraima.

-Prepara algo de ropa nos vamos a Venezuela.

Victoria dio la orden de salir esa noche, iban 3 quinjets a la operación, más dos de refuerzo que partirían por la mañana. Después de algunas horas de viaje aterrizamos en la espesura de una selva, estábamos en las amazonas, el calor era insoportable, no dejaba de transpirar y los mosquitos me estaban empezando a enfurecer.

-Kakoy voin, ty plavleniye?** -Era Vladimir.

Lo observé con odio, quería enterrar mi puño en su rostro y quitarle la sonrisa de idiota.

-Basta, Vladimir. -Era Victoria. -Hay que caminar unas horas y el sol aún nos ilumina, así que hay que aprovecharlo.

Caminamos por la montaña hasta llegar a una aldea, Victoria conocía a las personas, la escuché hablar en español, también comprendí un poco ese idioma. Era extraño. Nos llevaron a una pequeña cabaña, allí tomamos una cena de algo raro, sabía que eran vegetales o algo así. Comí sin pensarlo, al menos me quitó el hambre y pude concentrarme en el plan de ataque que preparaba Victoria con uno de sus agentes más experimentados llamado Joel Sanders, Vladimir estaba sentado en una silla jugando con un cuchillo.

El plan era atacar la base directamente pero debíamos estar seguros de la ubicación y de la presencia de Rumlow. Esa noche dormimos en una especie de camas improvisadas en el suelo, escuché a Victoria hablar con Vladimir o discutir más bien.

Ella entró a la habitación y se acostó junto a mí, ella no se dio cuenta que aún estaba despierto, seguro estaba muy enojada con su cuñado. Traté de dormir pero no podía dejar de pensar en lo cerca que estaba de ella, algunos agentes hacían guardia por turnos, así que, fui a hacer guardia un tiempo mientras llegaba a el amanecer, pensé en muchas maneras de asesinar a Rumlow y a Rollins, también pensé en Victoria, últimamente había estado pensando mucho en ella.

-Bucky, no te pedí que hicieras guardia.
-No necesito me des órdenes, lo recuerdas?

Victoria sonrió y luego se sentó en un escalón de madera, ella me hizo una seña para que me sentara junto a ella. Le hice caso, me senté a su lado, la escuché suspirar.

-El día que mi esposo fue asesinado juré vengarme de Rumlow y dije que jamás pertenecería a ninguna agencia, a nada o... a nadie pero poco tiempo después formé GAIA.
-Contradictorio.
-Necesitaba apoyo, sólo eso. He estado tan cerca de atraparlo... James... -Ella llevó sus ojos a los míos y me tomó la mano derecha. -Si algo me pasa, asesina a Rumlow por mí.

No quería pensar en que ella pudiese morir pero yo también corría peligro. Tomé muy fuerte la mano de Victoria y la llevé a mi pierna. Ella posó su cabeza en mi hombro y se quedó conmigo hasta el amanecer.

**Qué pasa soldado, te estás derritiendo?

Bucky Barnes: The Winter Soldier.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora