Capítulo 12: Es su esposo?

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-Señor Barnes! No... yo no fumo... -La chica apagó el cigarrillo y se puso en pie. -Bueno, lo hacía antes.
-Y por qué volvió a fumar?
-Estrés, quizá.
-Cómo está su madre?
-Regular. -Ella se encogió de hombros. -Quiere sentarse? Hay un celaje magnífico, no lo cree? -Ella se sentó nuevamente.
-Sí, es... genial.

Me acerqué al borde y me senté junto a la rubia.

-Y que hay de usted, señor Barnes? Es cierto todo lo que dicen?
-No sé, qué dicen?
-Que usted estuvo congelado...
-Creo... -Fruncí el ceño y pensé en ello.
-Le quitaron su vida...

Asentí.

-Tenía familia? Hijos? Esposa? -Ella preguntó.
-No... no lo sé...no recuerdo la mayoría, sólo algunas cosas.

Miré a la rubia a los ojos, ella me miraba atenta. Era joven y hermosa.

-Tiene lindos ojos, señor Barnes! Azules como el mar.

Le di media luna en mis labios, ella sonrió y llevó su mirada al horizonte nuevamente. Yo me acerqué un poco, ella volteó hacia mí y la besé. No sé porqué lo había hecho, ella respondió mi beso con pasión, me tomó el rostro y se separó.

-Es una locura pero no puedo fingir que no lo anhelé desde que lo conocí, Señor Barnes. -Ella dijo mientras reía.

No dije nada, volví a besarla. Ella había llevado sus manos a mi cabello. Luego de un tiempo escuchamos a nuestras espaldas a alguien aclararse la garganta.

-Señor Barnes, Señorita Preston. -Era Vladimir, no hacía falta mirarlo para saber quién era, sólo bastaba escuchar su acento.
-Señor Petrov, lo siento. -Ella dijo enseguida poniéndose en pie muy apenada.
-Petrov? -Susurré mientras me ponían en pie.
-Señor Barnes, podría acompañarme?

Asentí y le di una mirada de confusión a Marian. Fui con el rubio a la oficina de Victoria, ella llevaba un traje ejecutivo color rosa encendido, leía un documento en voz alta.

-Hola, James!
-Hola!
-Vladimir nos dejas solos!

El rubio me vio algo enfadado.

-Debemos hablar de algo tu y yo, Vi. -Era el rubio.
-Claro! Será luego, cierras la puerta al salir?

El rubio azotó la puerta con fuerza, Victoria enarcó las cejas.

-Debe estar en sus días. -Dijo ella bromeando. -Bien, James, te llamé para dos cosas, la primera es tu pago y la segunda la asignación de otra misión.

Ella tomó un sobre y me dio el dinero en efectivo.

-Te lo doy así por obvias razones. No tienes una cuenta bancaria y mucho menos puedes ir a un banco a cambiar un cheque, así que, comprate algo lindo, hazte un nuevo corte, no sé, gastalo en chicas o lo que tu quieras.

Asentí y lo llevé a la bolsa de mi sudadera. Era extraño, nunca me pagaron en HYDRA.

-Bien, la nueva misión será en Australia. Amo Sidney. -Ella dijo con emoción. -Iremos a una fiesta de gala, es la inauguración de la galería de un nuevo pintor australiano, que por cierto olvidé su nombre pero no nos interesa, porque por quien vamos es por su padre. Ex líder de HYDRA llamado Lewis Luhrmann, encontró mejores negocios con un turco hace unos 5 años.
-Qué tipo de negocios?
-Gracias al cielo preguntas algo al fin, odio que me dejes hablar tanto. Bien, su mina de oro es la trata de blancas. Tráfico de mujeres jóvenes para servicios sexuales.
-Bien.
-La CIA lleva tiempo investigándolo, han tratado de atraparlo en 5 ocasiones y se les escapa, así que, es nuestro turno.

Ella sonrió mientras se acomodaba en su silla.

-Cuando atacamos?
-Mañana por la noche pero aun no te he dicho todo.
-Qué más hay?
-Serás mi acompañante en la gala.
-Qué? -Dije un poco aturdido.
-Sí, ya envié el traje a tu habitación, deberías afeitarte por cierto.
-Vladimir...
-Qué con él?
-Por qué no va contigo?
-Porque él no tiene un brazo de metal que me proteja. No podemos entrar a la galería con armas. Tu serás mi arma.
-No estoy seguro de esto.
-James... qué puede salir mal contigo? Eres el soldado de invierno.
-Me van a reconocer.
-No si haces lo que te digo.

La observé desconfiado. Al siguiente día, me puse el traje, era extraño usar algo así aunque no me afeité. Escuché a alguien tocar la puerta. Abrí y vi a Victoria entrar, lucía muy elegante y hermosa con su vestido rojo, detrás de ella vi a Vladimir.

-Mmm! Señor Barnes, se ve muy bien!
-Eto budet vyglyadet' luchshe bez etogo gryaznyye volosy i borodu , chto neimushchim* -Era el rubio hablando ruso nuevamente, tenía una sonrisa de burla.
-Dostatochno!** -Ella le contestó algo irritada.
- Spasibo!*** -Le dije en ruso. -Pero creo que no saben lo suficiente de mí. Entiendo ruso señor Petrov y no me voy a cortar el cabello, así me siento bien.

Ambos me observaron atónitos.

-Vladimir podrías salir?

El rubio salió irritado nuevamente. Victoria miró al suelo y luego caminó hacia mí.

-Lo siento, señor Barnes. Vladimir es un resentido. -Ella acomodó mi corbata.
-Es su esposo?
-No! -Ella frunció el ceño. -No, Vladimir es el hermano de mi esposo Aleksi, en paz descanse.
-Se comporta como su esposo.
-No él sólo se toma ciertas atribuciones y yo lo dejo porque me da un tanto de lástima.
-Lástima?
-Está solo en el mundo y su hermano no le dejó un centavo, lo odiaba. -Victoria me acomodó el cabello hacia atrás.
-Y su familia murió?
-No lo sé pero en todo este tiempo no he sabido de ellos. Aleksi había cortado relación con su familia, nunca la conocí ni me importó. Lo amaba a él no ha su familia. Vladimir lucho por tener el cariño de su hermano pero nunca lo consiguió, yo le abrí las puertas de mi casa y pues ha sido un ayudante fiel.
-Porque está enamorado de usted.
-Qué? -Ella me vio a los ojos fijamente.
-La forma en que la ve y como se comporta.
-Cómo me ve? Así como lo hace usted? -La chica se acercó más a mí.
-Es muy ingenua para no darse cuenta, señora Petrov. Yo no estoy enamorado de usted, además. Debemos irnos.

Empecé a caminar y salí de la habitación. Subimos al quinjet y el protocolo de los dulces se hizo presente, nos colocamos los intercomunicadores y aterrizamos unas horas más tarde en Sidney.

Llegamos al sitio, Victoria sacó dos invitaciones de su cartera, yo escondía me brazo en lo posible, había varios hombres de seguridad, quizá 10 o 15. Caminé junto a Victoria, ella se había enganchado en mi brazo. De pronto nos detuvimos para ver una pintura, ella se paró frente a mí y me habló.

-Ves al hombre robusto de traje gris y bigote?

Asentí al ver al tipo disimuladamente.

-Ese es nuestro hombre.

La vi llevar sus ojos a la pintura y luego a mis ojos.

-Tienes lindo ojos, James. No los había apreciado con detenimiento. Son azules?

Sonreí con cinismo, la ignoré por completo, en eso desvié mirada de Victoria para ver al hombre que buscábamos. Se había ido, llevé mi vista a uno de los balcones, luego al otro, no estaba, los hombres de seguridad se habían movido, algo no estaba bien.

-Que sucede? -Preguntó ella.
-Nos descubrieron. -Le dije mientras la halaba de la mano para salir de ahí.

*Se vería mejor sin ese pelo desordenado y esa barba de indigente.

**Suficiente!

***Gracias!

Bucky Barnes: The Winter Soldier.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora