Bucky Barnes: The Winter Soldier.

Capítulo 19: Sólo para mí?

Había besado por fin a Victoria, ella se separó y me vio a los ojos algo tímida mientras me preguntaba algo.

-Bucky, yo te gusto lo suficiente?
-Suficiente para qué?
-Para que me ames...

Me puse en pie, apagué las luces, tomé su mano y la llevé a su habitación. Ella me sonreía mientras yo cerraba la puerta. Llevé mi mano derecha a su mejilla y con mi brazo metálico la halé hacia mí. La besé una y otra vez apasionadamente. Ella tenía sus manos en mis pectorales. Me quitó la camisa y observó asombrada mi hombro. Pude ver sus ojos vidriosos.

-Fueron muy crueles. -me dijo llevando uno de sus dedos a mi hombro donde el brazo de metal se pegaba a mi piel.
-Tú no tienes la culpa.

Ella me observó triste, yo la besé de nuevo y la levanté para tenerla a mi altura, ella me rodeó con sus piernas en la cintura. La apoyé a la pared con fuerza. Ella hizo un pequeño sonido de dolor, bajé a su cuello, nuestras respiraciones era aceleradas.

La posé en la cama y besé su escote. El calor del momento más el del ambiente nos hacía transpirar en cada roce, en cada caricia. La vi al rostro, ella asintió, quité su blusa y fui a sus pechos, mientras ella me miraba encantada y reía por el cosquilleo de mi barba en su piel suave.

Luego ella desabrochó mi pantalón y bajó mi ropa interior, me sentí algo incómodo, no podía negar que la deseaba, ella me dio una sonrisa depravada y subió a mi pelvis. Había sido diferente, muy placentero, la tomé de la cintura y me dejé llevar por sus movimientos. La llevé abajo y la besé como lo había deseado noches atrás. Ella gemía ante mi lujuria, callé sus gritos de placer con besos apasionados, le hice el amor hasta quedar rendidos.

Esa noche no pude dormir, yo había quedado extasiado de placer, acogí a Victoria en mi pecho y la besé en la sien, ella dormía, estaba exhausta, aun así despertó para verme despierto.

-Bucky, debes dormir, por la mañana estarás cansado.
-No puedo.
-Ayer tampoco dormiste.

Llevé mis ojos a los somnolientos de ella, me dio una tenue sonrisa y la besé.

-Es tan frío y duro. -Ella dijo con voz mimada.
-Qué? -Pregunté confundido.
-Tu brazo.

Ambos reímos. Traté de dormir las dos horas restantes hasta el amanecer y lo conseguí, sólo por ella. Al despertar la vi curiosa observando las cicatrices de mi hombro, ella sonrió y me besó en los labios. Era tan dulce y hermosa, era increíble pensar en lo que había pasado.

-Hola! -Ella dijo.
-Hola! -Le dije mientras le daba una luna en mis labios.
-Cómo amaneció, señor Barnes?
-Bien pero para ti soy Bucky.
-Sólo para mí?

Asentí y la besé nuevamente. Ella salió de la cama y se metió al baño. Yo me quedé en la cama descansando, aún no salía el sol pero los ruidos de la selva decían que se avecinaba el amanecer. Victoria salió tiempo después envuelta en su toalla. Buscó algo de ropa y yo me acerqué a ella por la espalda.

-A dónde vas? -La abracé y le hablé al oído.
-Hay que hacer el desayuno.
-Que coman cereal.

Ella sonrió y se volvió para besarme.

-Hoy será un día arduo. Debemos actuar rápido.

Asentí mientras la besaba.

-Lo de anoche... fue muy hermoso, debemos hablar de ello con calma después de que pase todo esto. Por ahora actuemos como si no hubiese pasado nada, sí? -Ella dijo.
-No creo que eso sea posible.
-Por qué lo dices?
-Todos tus agentes te escucharon anoche.

Ella rió, estaba muy avergonzada.

-Bien, que se queden con la duda de quién fue entonces.
-Sí, señora Petrov.
-Bien, señor Barnes.

Ambos sonreímos y nos besamos nuevamente. Ella se puso un atuendo similar al del día anterior, un pantalón estilo cargo color musgo, una blusa negra de tirantes, se hizo una cola alta en su cabello rojizo y llevó el chaleco antibalas en la mano. Salió dándome un beso y una dulce sonrisa.

***

-Hasta que por fin se te cumplió. -Era Vladimir, estaba en el pasillo a mis espaldas.
-A qué te refieres? -Le dije volteándome.
-Te acostaste con el soldado. Esperaste 6 meses por ello, ahora qué? Lo vas a delatar? Vas a seguir explotándolo?
-No, lo voy a ser mío una y otra vez. Será mi nueva mano derecha, ya que, tú me tienes harta. Ahora aléjate de mi vista o te juro que te pondré una bala en medio de tus ojos.
-Eres una más de sus zorras! -Lo escuché susurrar.

Dejé que dijera todo lo que le diera en gana, estaba dolido porque yo nunca quise acostarme con él. No correspondía su "amor" sólo le tenía lástima. Aunque era horrible sentir eso por alguien era el único sentimiento que tenía por él.

***

Después de tomar un desayuno rápido nos dividimos en grupos, yo estaba en uno con Victoria. Le tendimos una emboscada a los autos de Rumlow, hubo un intercambio de disparos y descubrimos que él no venía en ellos. Tomamos a uno de los hombres y lo obligamos a llevarnos a la base. Victoria le pidió a sus agentes que nos siguieran y guardarán distancia por cualquier eventualidad.

Éramos 6 en el grupo de Victoria, sin contar al hombre de Rumlow. Después de dos horas nos detuvimos en un claro, faltaban unos kilómetros, Victoria pidió a unos de sus hombres que llegarán con los Quinjets al lugar.
-Rumlow sabe que ustedes van para allá. -Dijo el hombre que estaba algo irritado, no era para menos, le había dado con mi codo justo en su nariz y había sangrado casi todo el camino.
-Que bien, ojalá haya preparado té y galletas con chispas de chocolate. -Era Victoria hablándole con sarcasmo.

Victoria habló con sus agentes, Vladimir no se veía por ningún lado. Sanders subió al auto, Victoria había cambiado a un agente por él, luego nos pusimos en marcha. El monte Roraima se imponía cada más grande ante nuestros ojos. Victoria me tomó de la mano y llevé mis ojos a los suyos. Sabía que estaba nerviosa.

-Quieres un dulce? -Le dije sacando uno.
-No te lo comiste ayer?
-No, lo estaba guardando para otro momento.

Ella sonrió y tomó el dulce para comerlo. Lo partió a la mitad y puso una parte en mi boca. El agente Sanders nos vio algo confundido. Victoria posó cabeza en mi hombro y me sujetó con fuerza la mano.