Bucky Barnes: The Winter Soldier.

Capítulo 21: Perdóname!

-Sabes? Siempre me gustó, era espontánea y divertida. Amaba su compañía pero tenía otros intereses. Ella quería una familia y yo...no. Asesinar a Aleksi Petrov era mi pase para subir de puesto en S.H.I.E.L.D. y así Pierce podría llevar a cabo algunas sucias misiones sin que nadie se enterara. Tu me ayudaste en algunas pero no lo recuerdas, es una lástima.
-Déjala ir. -Le dije cansado.
-Aceptarás unirte? -Rumlow insistía.

Me quedé pensando en eso. No quería volver a ser más un títere. No podía seguir asesinando pero si de ello dependía la vida Victoria lo haría. La miré fijamente donde estaba inconsciente.

-Acepto unirme pero no voy a asesinar a Steve Rogers. Sé cuales son tus intensiones.

Rumlow me dio una carcajada enfermiza.

-Ya lo veremos después que te lave el cerebro.

Los hombres alrededor se reían.

-Bien, nos vamos de aquí. Debemos salir de ésta pocilga antes que aparezcan más de sus amiguitos.

En eso hubo una explosión, todos cayeron al suelo por el retumbo.

-Llevenlo al helicóptero. Debemos salir de aquí ahora! -Era Rumlow levantándose.

Me hicieron caminar atado aún a las cadenas, eran pesadas pero no lo suficiente. Vi a Rollins con una de las porras, debía llegar a ella. Iban dos agentes con armas delante mío y dos atrás. Me llevaron a un helicóptero. Había notado que las cadenas habían cedido un poco y estaban un tanto flojas. Habían 4 hombres al rededor mío con armas. Bajé mi cabeza y el helicóptero se elevó.

Hubieron algunos disparos en la nave, fue una distracción perfecta y tuve la oportunidad para soltar mi pierna, lancé a uno de los hombres por la puerta y halé mi brazo con fuerza liberándolo de las cadenas. Detuve una bala con mi mano metálica y luego golpeé a los hombres restantes, Rollins se había abalanzado a mí con las porras. Mi ira impidió que me venciera el dolor. Tomé una de las armas y le disparé, él salió del helicóptero cayendo de él, Rumlow me apuntó y yo a él. Había logrado liberarme de las cadenas al fin.

-Baja el arma, Barnes.

Lo vi furioso, en eso vi a Victoria aparecer en el helicóptero, había subido a él cuando se elevó. Rumlow le disparó y ella le contestó de igual manera. Victoria había impactado al piloto en la cabeza. Ibamos de picada.

Rumlow, siguió disparando a Victoria mientras él saltaba unos 5 metros de altura, yo hice lo mismo pero Victoria no. Caí en la roca firme de la cima del monte lastimando mi hombro derecho nuevamente, sabía que tenía una costilla o un hueso roto, sentía dolor. Rumlow había caído a unos metros de mí. Vi el helicóptero seguir su vuelo hasta desaparecer en el precipicio.

Corrí hacia Rumlow y lo sorprendí golpeando su rostro con una patada, estaba lleno de irá. Él sacó sus porras y empezó la lucha. Lancé a Rumlow algunos metros con mi brazo metálico. Mientras sacaba todo mi odio, debía morir por lo que le había hecho a Jessy y Andy.

Me dio varios toques con sus porras mientras lo golpeaba en el suelo. Se las quité y seguí golpeándolo. Sacó una pequeña arma apuntando a mi rostro y forcejee con él para evitar que me disparara. Logré apartarla y le di un golpe dejándolo inconsciente. Escuché la voz de Victoria pidiendo ayuda y corrí al borde del precipicio. Ella colgaba de una raíz que empezaba a ceder, traté de alcanzarla en eso ella gritó al ver otro de los helicópteros de Rumlow, empezaron a dispararme. Sentí algunas balas impactarme, subí a Victoria y tomé el arma que ella llevaba en su pierna, disparé al helicóptero pero no fue necesario unos de los quinjets de Victoria apareció para dispararle al helicóptero.

Vladimir era quien lo piloteaba junto a otros agentes. Me levanté y corrí con Victoria a un extremo mientras una explosión nos hizo caer al suelo de roca. El helicóptero había volado en mil pedazos.

Levanté mi vista había algo de humo por la explosión, observé como el quinjet aterrizaba a unos metros de nosotros. Debíamos apresurarnos y llegar a la nave, caminé con dificultad, ya que, tenía múltiples impactos en el cuerpo, Victoria me ayudó a caminar hacia éste.

Vladimir salió para ayudarme y en eso vi a Rumlow entre el humo. Levantó su arma y empujé a Victoria para que no le diera a ella, lo que nunca imaginé fue que Vladimir se interpusiera para cubrirme de los disparos. Aunque llevaba chaleco antibalas una de ellas le dio en su garganta. Victoria le disparó incontables veces y Rumlow volvió a caer. Ayudé a Vladimir a entrar al quintet mientras se desplomaba en el suelo de esté.

-Salgamos de aquí, Rodriguez, llévamos a un hospital. -Dijo Victoria mientras tomaba a Vladimir y lo llevaba a su regazo.
Yo caí al suelo sosteniendo una de mis heridas, estaba perdiendo sangre, vi a Vladimir que empezaba a respirar con dificultad. Victoria le había presionado la herida. Él abrió sus ojos claros y la vio. Ella estaba llorando.

-Vi... -Él dijo sin aliento.
-Vlad, vas a estar bien. Te lo prometo. Mírame, no cierres tus ojos, sí?

Él asintió un poco.

-Perdóname!
-No hay que perdonar, Vlad. Yo soy la que debe disculparse.
-Tengo que decirte algo...
-Habrá tiempo luego.
-No... ahora...

Victoria negó con su cabeza, un agente inyectó alto en el brazo de Vladimir.

-Te amo, Vi. Siempre lo hice.

Ella sonrió con tristeza, sus lágrimas no paraban de salir. Asintió y le tomó la mano para besarla.

El mismo agente me inyectó algo a mí también. Hicieron torniquetes en mi brazo y en las piernas. Tenía muchos impactos en el cuerpo. Vi a Victoria besar a Vladimir en su frente mientras yo empezaba a perder la consciencia.

Desperté en una habitación dónde habían más pacientes. Los que estaban despiertos me observaron con miedo. Llevé mis vista a mi brazo y vi que estaba esposado, ambas manos. Imaginé que me habían escoltas a fuera, me habían encontrado. Ahora debía escapar.

Esperé algún tiempo a que alguna enfermera viniese pero no pasó nada. Luego de una hora, vi un enfermero entrar. Tomó la presión arterial de todos incluyéndome, sólo que dos policías entraron para cuidarlo de mí.

El hombre salió, 5 minutos después entró una enfermera ésta vez, de cabello oscuro, traía una silla de ruedas, se acercó a mí y pude observar quién era por sus ojos. Los policías entraron para quitarme las esposas. Subí a la silla de ruedas con la excusa de que tenía que ir a otro piso por unos nuevos exámenes. Victoria me llevó al ascensor los policías iban con nosotros.

Ella aprovechó la tranquilidad de los hombres y los noqueó, me llevó al último piso, debíamos ir a la azotea donde estaba el Quinjet. Caminé a prisa como pude hasta la nave, tomé asiento y vi a algunos agentes. Esperaba ver a Vladimir pero él no estaba.

-Victoria, dónde está Vladimir?

Ella me vio con su mirada vacía llena de dolor. Se sentó junto a mí mientras se quitaba la peluca y me tomaba de la mano.

-Él...murió.