CUARENTA Y NUEVE

74 17 4
                                    

Querido, queridísimo Germán:

Hoy fue un día lleno de emociones, como es viernes tuvimos trabajo de campo afuera y mientras estaba en el patio con Jud te acercaste a nosotras para hablar conmigo, mi cara se sentía tan caliente que creí que iba a estallar. Hablamos acerca de los Beatles y discutimos por algunas cosas sin importancia y como estábamos juntos la profesora Lucia nos emparejo para la búsqueda de hojas y a cada grupo le dio una investigación diferente. A nosotros nos quedaba investigar sobre el sauce llorón así que me propusiste ir al estanque luego de la escuela para poder observar mejor el árbol.

Amo cuando te pones nervioso y te pones un poco tímido porque hablas en susurros y tu cara parece un tomate, pero amo más saber que te pusiste así por hablar conmigo.

En la salida fuimos al estanque y quisiste pararte debajo del árbol, fuiste primero y me tomaste la mano para que pueda llegar hasta ti, pero una vez que llegue no me soltaste la mano.

Amo la forma en la que nuestras manos parecen encajar perfectamente y hasta ahora siento como un hormigueo donde tus dedos tocaron mi piel. Nos quedamos ahí mirando el árbol hasta que arrancaste una pequeña rama y me la diste, yo la guarde entre mis libros y la estoy mirando justo ahora.


Querido GermánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora