DIEZ

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Querido Germán:

Lamento haber deseado que se te cayeran los anteojos el otro día, hoy se te cayeron mientras te agachaste a buscar algo en tu mochila. Lo peor fue que no veías donde estaban y todos se rieron.

Yo no, yo te ayudé, pero supongo que no me viste porque no tenías puestas las gafas.
Me gustaría que algún día me miraras realmente.

Atte.
Gini

Querido GermánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora