Gini sintió su corazón martillar cada vez más fuerte, su cara tomando el color de las manzanas bien maduras, no, de los tomates muy maduros. Sus manos temblaban por la anticipación.
-Dime –dijo con una voz tan baja que de seguro nadie hubiese escuchado si no estuviese tan cerca de ella como los estaba Anthony en ese instante.
-Bueno, como empiezo... ¿Recuerdas cuando me dijiste que eras la nieta de mis vecinos? Bueno, pues yo ya sabía eso –suelta con una risilla- siempre que me quedaba en su casa veía fotos tuyas pero realmente no esperaba encontrarte en este instituto. Gini... creo que si no nos hubiésemos cruzado en la escuela, nos habríamos conocido de cualquier otra forma y, esto sonará extraño pero siento que te conozco más que desde hace unos meses ¿sabes? Y yo solo no podía armarme de valor para decírtelo de frente así que ahora debo aprovechar ya que no puedo detener las palabras y... lo que de verdad quería era preguntarte si quieres ir a una cita... ¿conmigo? –soltó en tono de pregunta.
Gini sintió a su corazón hincharse por las palabras que había oído y también lo sintió romperse porque siempre esperó que esas palabras saldrían Germán, no de Anthony. La lucha en su interior era tal que no se atrevió a responder, simplemente no pudo.
-Lo siento Gini, fui muy intenso, rayos, no debí haber dicho todo lo que dije, solo olvídalo ¿sí? Déjalo estar, olvidemos que esto pasó y olvidemos que te invité a salir ¿de acuerdo?
-No –dijo Gini de repente dándose cuenta de que Anthony era un chico genial y que valía la pena intentar al menos una vez ¿no? ¿Qué perdía ella con una cita con chico tan gracioso y amable? Lo único que temía perder era la oportunidad que creía que estaba consiguiendo con Germán pero ¿Quién le aseguraba que Germán sentiría lo mismo que ella? Tal vez todos los momentos especiales solo los veía porque era lo que ella buscaba y para Germán no significaban nada, así que levantó la mirada y respondió más segura ahora.
-No quiero olvidarlo Anthony, quiero ir a esa cita contigo... pero ¿me prometes que si todo sale mal seguiremos siendo amigos?
-No quiero nada más que eso –respondió Anthony con una sonrisa genuina en el rostro.
-Bien –dijo Gini sintiendo una sonrisa extenderse por su rostro.
-Bien –dijo Anthony sonriéndole igual.
Mierda!!
Tenía una cita, con Anthony, el vecino de sus abuelos que juega Quidditch y lee las crónicas de Magnus Bane... ¿No estaba mal, verdad? Obviando el hecho de que no era Germán...
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Querido Germán
Short StoryQuerido German: No es la primera vez que te escribo una nota sin entregártela, pero es la primera vez que decido que no la tiraré a la basura. Probablemente la guarde en un lugar donde mi hermano no pueda encontrarla ya que al parecer, el cesto de l...