Capítulo 10

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Sol, calor, nada de viento, más calor... El verano a veces me ponía de los nervios, era demasiado monotemático. Siempre a principio del verano todo el mundo dice "Este va a ser mi verano, el mejor verano de mi vida" y luego llega septiembre y dicen "Vaya asco de verano, igual que el anterior". Pues eso me estaba pasando a mi, estaba siendo igual que todos los demás, y a ver, ¿Quién no ha querido un verano para recordar en su vida? Exacto, todos. Y sí, puede haber algún acontecimiento especial a lo largo de esos 3 meses, pero no es eso lo que realmente deseo. Ya me entendéis, todos queremos un amor de verano.

A esto me dedicaba las tardes en las que no tenía nada que hacer, a rayarme la cabeza con cosas sin sentido, pero tengo 18 , si no me rayara por estas cosas no sería normal, al igual que los complejos y las mini depresiones que te entran después de ver películas como "El diario de Noa" o"3 metros sobre el cielo" y querer un novio como Mario Casas mientras comes helado en el sofá. Yo al igual que todas quería vivir una de esas escenas veraniegas que pasan en las películas, como la típica en la que el chico declara su amor a la chica en un atardecer a la orilla del mar y estos se tumban en la arena diciendo lo mucho que se quieren, sí, una cursilada, pero todas las chicas lo deseamos.

Yo me encontraba sentada en la tumbona del jardín pensando en todo esto, mi prima se había ido con mi madre a no se donde a hacer unas cosas, yo decidí quedarme.

-"Pi pi pi"- tenía un whattsapp, era de Liam.

-eyyy enana, te apetece venirte un rato al bar? :)

- no tengo nada que hacer, por mi vale :)

- vale, perfect, ahora nos vemos ;)

Al principio dudé si ir o no. Por mi cabeza pasó el momento en el que Sofía entró al bar hace unos días y nos echó una mirada como perdonándonos la vida y no quería que eso volviera a pasar. Pero al final algo me impulsó a ir. Me recogí el pelo con una pinza gigante, me puse una camiseta rosa lisa ancha, unos shorts negros y salí a nuestro encuentro. Al llegar el bar estaba algo lleno, la mayoría eran chicos y chicas de mi edad, sobretodo grupitos, habría unos 8 camareros que no paraban de moverse, en total podría haber como 30 personas o así, nunca lo había visto así. Eché un ojo por encima y ni rastro de Liam. Un chico bastante mono se acercó a mi.

- Hola buenas, ¿Eres de por aquí? Te he visto sola y bueno... Si querías sentarte un rato - el chico no tenía ninguna pinta mala, al revés, se le veía algo pijo, miré a la mesa y estaban al rededor sentados otros 3 chicos bastante parecidos a él.

- Yo... Em... Bueno... - no sabía como darle largas.

- Está conmigo, lo siento - al fin la voz que deseaba oír...

- Liam, ya era hora. Lo siento, otro día.

- No pasa nada, bueno chao. - la verdad es que era un encanto de chico

- Vamos a mi sala mejor, a ver si van a venir como moscones hacia ti los demás. - cogió mi mano y fuimos a su despacho.

- Otra vez mi Batman salvándome, voy a tener que contratarte. - sonrió y echó a reír mientras se dirigía a una neverita roja de esas modernas.

- Si me pagas yo encantado. ¿Quieres algo?

- No gracias, estoy bien.

- Peor para ti. - se sentó en el sofá con una coca cola en la mano y se estiró. - llevo un día horrible, necesitaba relajarme...

- ¿Y no lo podías hacer solo que me tuviste que llamar? - dije burlona, aún de pie.

- Exacto, es que te necesito como el respirar - noté una pequeña mariposa fugaz en el estómago- es broma chica, no me mires así - rió

Let me love you [Liam Payne - One Direction]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora