Let me love you [Liam Payne - One Direction]

Capítulo 46

Los primeros rayos de sol me despertaron poco a poco, estaba algo desorientada hasta que comprobé que estaba abrazada a la persona que más quería en el mundo. Una mano suya acarició lentamente mi mejilla haciendo que sonriera como una idiota.

Oh dios, me estaba volviendo una blanda.

- Buenos días, horrible.- dijo enseñando sus perfectos dientes en una sonrisa.

- Lo mismo digo rata de alcantarilla.- vacilé acurrucándome más a él por el frío de la mañana.

- Son las 9:00, deberíamos irnos ya... Te recuerdo que estás bajo vigilancia policial y no les gustará nada que hayas desaparecido una noche. Pensarán que te he secuestrado o algo.- rió entre dientes acariciándome la cabeza.

- Pues ojalá me secuestrases para no tener que volver... Mañana es el juicio...

Inevitablemente recordé la situación en la que me encontraba, todo mi paraíso de esfumó cuando la mismísima realidad volvió a mis ojos. Mañana sería el juicio, tendría que testificar a favor de una persona que me secuestró, que aunque no fuera del todo malo, me había retenido allí contra mi voluntad. En mi casa tenía otro de mis secuestradores, que aunque no fuera del todo "malo", seguía siéndolo. Y por último el hombre más peligroso de toda la mafia seguía libre y planeando a saber qué.

¿Por qué todo me tenía que pasar a mí?

- ¿Qué tiene de malo? Gracias a ese juicio meterán en la cárcel a ese mal nacido que te disparó.

- Sí... Tienes razón...- me separé de él para estirarme e incorporarme. Odiaba mentir, odiaba mentir a Liam, después de tanto tiempo desando estar con él y ahora le mentía, todo esto acabará matándome.

- Eh, ¿Estás bien?- me miró muy extrañado.- Estaré allí contigo, no te pasará nada, te lo prometo.- dijo mientras me levantaba y me dirigía al coche con una muleta.

- Sí, de verdad, no es nada, solo me vinieron algunos momentos, no te preocupes, enserio. - sonreí y abrí la puerta del coche.

- Si al menos supieras mentir mejor te creería y lo estaría.- oí antes de cerrar la puerta del coche.

El camino fue algo silencioso, no quería hablar, demasiados recuerdos vinieron a mi cabeza y el simple hecho de que esas personas que habían hecho aquello no pisaran la cárcel me ponía la piel de gallina. Tenía miedo y Liam lo notaba, por eso durante el viaje cuando le miraba él me lanzaba miradas de ánimo en silencio, no habló porque sabía que no era el momento, sin darme cuenta ese chico sabía tanto de mí que hizo que me enamorara aún más de él.

Cuando llegamos a mi casa la policía pidió la documentación a Liam y pude bajarme sin problema, ahora solo usaba una muleta porque ya no me dolía tanto la pierna como antes. Empecé a andar a mi casa cuando la voz de Liam hizo que me detuviera en seco.

- Oye Pilar... ¿Desde cuando Amalia fuma y escucha esa música?

-¿Cómo?- dije muy confundida girando para mirarle.

- Mira, ahí.- señaló la ventana de arriba de mi casa.

De ella salía un hilo de humo y música de Nirvana. Sabía de sobra quien era. Ashton me las pagaría.

- Será cachimba, ya sabes, para relajarse, nada malo. La música será de la MTV, bueno, a estas horas pueden poner cualquier cosa...- mentí como pude.- Bueno adiós.- me despedí con la mano dejándole algo confuso.

Al entrar cerré la puerta a mi espalda y quedé apoyada en ella con un sonoro suspiro. Era idiota, había mentido a Liam dos veces en un mismo día, para colmo ¡Amalia estaba en clase, por lo que no podía ser ella! Menos mal que ni siquiera se dio cuenta de ese pequeño detalle... O si lo hizo menos mal que no preguntó.