Capítulo 38

1.6K 51 0
                                    

*CUENTA LOUIS*

Llevaba dos días sin dormir y sin ir a clase, en parte por los policías que nos tenían a todos controlados y en parte por la impotencia.
Cuando por fin había arreglado todo con Pilar, se esfuma sin dejar rastro, se la llevan.

Todos nos encontrábamos en la comisaría esperando en la sala de espera, todos menos Liam y Harry que aún no habían aparecido. Cada uno estaba con su pareja, incluso yo estaba con Cris, de la que no podía separarme en estos momentos tan duros y tensos. No nos quedaban casi lágrimas, solo nos quedaba silencio y pensamientos mientras esperábamos que los policías nos dijeran algo.
Al cabo de un rato de espera, Liam apareció con Harry, los dos mostraban una cara que nunca pensé que llegarían a tener, estaban pálidos y mostraban unas ojeras mayores que los de los demás, sin contar los nudillos rojos que los dos mostraban en la mano y lo sucios que estaban, como si hubieran andado por el campo o algo.

-¿Sois los testigos del secuestro de Pilar Rodriguez y Paula Alonso? - dijo un policía al salir de un despacho.
-¡Sí! ¿¡Tienen algo!? - dijo Harry exaltado.
- Sí, mas o menos. - dijo el policía.
- Por dios agente, dígalo ya.- insistió Liam manteniendo la calma.
- Nos acaba de llegar un mensaje anónimo que no podemos rastrear diciéndonos que las tienen.
-¿¡Así sin más?! - dijo Amalia nerviosa.
- No, piden una gran suma de dinero por ellas... Además de muchas otras cosas.
-¿Y si no se lo damos...?- me atreví a decir.
- "Nada bueno les ocurrirá", eso es lo que pone.

Las chicas empezaron a llorar las pocas lágrimas que les quedaban, mientras que Harry y Liam palidecieron aún más, respiraron hondo y volvieron a salir por la puerta de entrada.

*******************

*CUENTA PILAR*

El sonido de la puerta abriéndose nos despertó de golpe haciendo que nos levantáramos rápido de la cama. Por ella entraron dos hombres que nos dejaron dos bandejas idénticas con el desayuno, compuesto por unas tostadas con un café con leche gigante, rápidamente y sin decir nada volvieron a salir cerrando de nuevo con llave la puerta.
Las dos nos lanzamos al desayuno sin importarnos que estuviera envenenado o algo por el estilo, nos moríamos de hambre.

-¿Estás mejor? ¿Quieres mis tostadas?- dije preocupada.
- Te he dicho que estoy bien, solo me pegaron, ya está, no me violaron ni nada por el estilo.- intentó esbozar una sonrisa.
- ¿Cómo quieres que esté bien sabiendo que estamos encerradas por unos maltratadores?- dije indignada.
- Ya lo sé, pero hay que intentar sonreírle al mal tiempo, aunque sea fingirlo Pilar... No quiero que te ocurra lo que a mí.- dijo mientras daba un sorbo a su café.
- Ya...- hice una pausa.- No paro de pensar en la gente del exterior, pero sobretodo en Liam...
- Me pasa igual... No paro de pensar en ellos. He soñado incluso que Harry lloraba junto a todos buscándonos por todos lados.
- Ten por seguro que lo están haciendo.- sonreí.- Harry no parará de buscarte, te quiere con locura.
- Liam tampoco creo que descanse hasta encontrarte y volver a hacerte de rabiar.- sonrió.

Tras el desayuno las dos nos duchamos, primero yo y luego Paula. La verdad es que todo estaba muy limpio y por lo menos teníamos agua caliente, que nos extrañó mucho la verdad.
Al cabo de un rato la puerta se abrió y las dos nos cogimos de la mano pegadas a la pared de enfrente.

- Buenos días preciosas.- dijo Mihail entrando junto a dos hombres. Nosotras nos mantuvimos calladas.- Vaya, que calladas os noto hoy, sobretodo a ti Paula.
- Tsk.- chasqueó Paula con cara de asco conteniéndose.
- Así me gusta, que te contengas. Me gustabas más antes, pero si seguías así nada saldría bien, y no queremos eso ¿No? - decía en un tono burlón que me sacaba de mis casillas. Paula lo notó y apretó más mi mano.- así es, así es... Solo venía para informaros de que ya hemos mandado una nota a la policía diciendo que estáis vivas.
-¿¡Qué!? ¿¡Qué han dicho!? - dije sobresaltada.
- Nada, no pueden. Era una nota informativa, nada más.- rió con asco.- Si os creéis que vuestros patéticos amigos vendrán pronto estáis equivocadas, es imposible rastrearnos.

Mis ganas de arrancarle la cabeza aumentaban con cada palabra que salía de su boca.

- Me pregunto si aquel patético chico al que JJ dejó inconsciente estará llorando como una niña en su casita encerrado...- dijo sonriendo.

Mis impulsos asesinos no aguantaron más y me lancé hacia él empujándole con fuerza, tanto que incluso cayó al suelo. Rápidamente me vi rodeada por los otros dos hombres que me cogieron de los brazos con fuerza, Mihail se levantó y se puso delante mía.

- Muy mal Pilar... Muy mal.- decía mientras me sujetaba la cara con una mano.- Veo que no has aprendido de tu amiga, tendrás que sufrir las consecuencias, pero no te creas que seré tan light contigo, al menos ella no me agredió.

Dicho esto los dos hombres me llevaron fuera de la sala y me vendaron de nuevo los ojos y esta vez también las manos. Me levantaron como un saco y uno de ellos me cargó en su hombro. No paraba moverme y de gritar que me soltaran, pero fue en vano.
Al rato oí una puerta abrirse, noté como entrábamos en ella y me dejaron en el suelo sin quitarme las vendas de la cara y de las manos. El hombre que me cargaba salió y noté como otro entró.

- Así que... ¿Te has portado mal?- dijo una voz masculina que no reconocí. Tragué saliva y no hice ningún gesto.- Veo que ahora no eres tan mala.

En un instante noté su mano en mi cuello, apretando levemente haciendo que me costara respirar.

- Habrá que enseñarte con quien estás jugando, preciosa.

Me tumbó a la fuerza en el suelo, sin quitar su mano de mi cuello y empezó a pasar su mano por debajo de mi camiseta. Yo forcejeaba con él, pero me era imposible con las manos atadas y su mano apretando más mi cuello con cada movimiento que hacía. Acercó su cara a mi cuello y empezó a besarlo, un gran escalofrío me heló la sangre y sudor frío me corría por el cuerpo. Sin pensármelo dos veces conseguí darle una patada que le quitó de encima mío e hizo que me soltara el cuello, mientras tosía por la presión que hizo una bofetada en mi cara hizo que me retorciera de dolor y esbozara un grito ahogado.
De repente oí como la puerta se abría y entraba alguien, entonces un golpe se oyó y alguien cayó al suelo.

-¡Dije que era mía! ¿¡Qué cojones haces!?- gritó una voz familiar.
-¡Que cojones haces tú! Son órdenes del jefe.- dijo el hombre que me tenía de esa forma.- No siempre te saldrás con la tuya JJ, eso tenlo por seguro.
-¡Sal de aquí ahora mismo!

Oí como se marchó y entonces unas manos manos me quitaron la venda de los ojos con cuidado y después la de las manos, al abrir los ojos vi a JJ con una expresión de bastante cabreo, me ayudó a levantarme y me examinó la cara.

- Ese capullo de Ramos... ¿Te duele mucho?- dijo tocándome al lado del ojo izquierdo.
-¡Au! - dije ahogadamente cuando me tocó.
- Te dije que estuvieras quieta joder... Venga, salgamos de aquí.- dijo pasando mi brazo por sus hombros y ayudándome a andar.
-¿No me tapas los ojos?- dije a duras penas.
- A la mierda eso, que les den.

Al salir de la habitación nos encontramos en un gran pasillo, como de una casa, enfrente había unas escaleras por las que subimos, las escaleras daban a una puerta de metal que abrió con cuidado. La luz me cegó por unos momentos y después de mucho parpadear pude ver donde estábamos. El viento chocando en mi cara humedecida por las lágrimas, los rayos del sol sobre mi cara... Estábamos en el exterior, en un ático de un amplio chalet con vistas a la montaña, solo montaña.

-¿Q-qué es esto? ¿Por qué me sacas al exterior? - dije sin creérmelo.
- Te dije que te compensaría con algo que te iba a gustar, y aquí está, un poco de aire nunca bien mal, ¿No?- dijo mientras me dejaba en el suelo.
- Oye, JJ... ¿Por qué entraste y paraste a tu compañero?- dije con miedo mientras sacaba un pañuelo y me secaba las lágrimas.
- Vaya, creo que es la primera vez que te oigo decir mi nombre. Pues te salvé por una sencilla razón, dije que eras mía y serás mía.- sonrió con superioridad mientras se sentaba a mi lado.
- ¿Qué quieres decir con eso? - notaba como mi voz temblaba.
- Que aquí nadie te va a tocar a no ser que sea yo, punto. Esta panda de retrasados incompetentes no va a llevarme la contraria, así que puedes estar tranquila, eso sí, ni se te ocurra tocar a Mihail más, te dije que estuvieras quieta, y ten por echo que esta será la última vez que te salve el culo monina.
- Muy cortés por tu parte, pero no confío en tu palabra, ayer me prometiste que no tocarían a mi amiga y sí lo hicieron.- dije seria
- Y no te mentí, me dijeron que no lo harían, cuando la vi con el ojo medio morado fui corriendo donde estaba el hombre que se encargó de ella y le di su merecido.
-¿Tanto te preocupamos?
- No, solo me jode que no se hagan las cosas bien y encima me hagan quedar como un imbécil. Y además, aún no entiendo esa manía tuya de llevarme la contraria en estarte quietecita.
- No podía dejar que siguiera diciendo esas cosas...- dije apretando el puño.
- A que adivino, habló de tu novio.
- ¡No es mi novio! Pero sí... Habló de él.
- Debes de quererle mucho para que arriesgues así tu vida.
- Sí... Creo que sí.- noté como me ponía algo roja. Entonces oí como JJ reía a carcajadas.- ¿¡De qué te ríes!?
- El amor es para débiles, da asco. Mira por ejemplo hasta donde te ha llevado, a que por poco te hicieran cosas que mejor ni mencionar conociendo al capullo de Ramos. Además, tampoco sirvió para que no acabaras aquí.

Inmediatamente le empujé con fuerza, pero este en vez de caer de lado agarró mis brazos e hizo que girara acabando los dos tumbados, uno encima de otro, él a gatas encima mío agarrándome por el antebrazo y yo debajo suya boca arriba agarrándole de la misma manera.

-¿Otra vez me intentas pegar por hablar de él? No puedes conmigo Pilar, deberías aprender a controlar tus impulsos.
- Déjame en paz, deja de hablar así de él, que a ti no te vaya bien en el amor no significa que los a los demás también nos tenga que ir mal.
- Yo nunca he dicho que me vaya mal, al revés, creo que he rechazado a más tías que años tengo.- dijo sonriendo.
- ¡No me hagas reír JJ! ¡Eso no es amor! Amor es sentir algo por alguien, pensar en esa persona a todas horas, hacer locuras por ella, que el corazón te acelere cuando la veas... Eso es amor, no tonterías de esas como rechazar a un par de tías.
- No me hagas reír tú, eso son fantasías de cuentos que las chicas os idealizáis en vuestra cabeza para no pensar en lo mierda que es la realidad y daros cuenta de que la vida no es tan bonita.

Cogí fuerzas de donde no las tenía y giré con todas mis ganas a JJ hacia un lado, colocándome esta vez yo encima de él y él boquiabierto debajo.

- Pues sinceramente, prefiero eso a vivir amargada toda mi vida, sola, secuestrando gente y creyéndome que lo sé todo y tengo el poder de todo.

Let me love you [Liam Payne - One Direction]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora