Capítulo 49 - FINAL

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La vida, algo que uno no puede predecir ni comprender. Cada uno a lo largo de esta tiene que buscar su propio sentido de la vida. Algunos lo saben desde temprana edad, otros tardan y muchos nunca lo descubrirán. Y es que, la vida en algunos casos es como una bola que predicen el fututo, de esas que agitas y sale una respuesta entre veinte posibles, nunca sabes que va a salir, pero arriesgas a esperar que la respuesta que te de sea la que deseas.

Hay veces que a lo largo de la vida se interponen obstáculos en el camino, obstáculos que te impiden continuar y que debes derribar. Pero también hay caminos paralelos, caminos que hacen cambiar el rumbo de tu vida y dar un giro de 180º con todas sus consecuencias. Y, desde el momento que entré en ese bar y vi aquella sonrisa que me dejó helada, supe que mi vida no iba a dar un giro de 180º, sino uno de 360º.

Sin dejar de mirar la lápida de Amalia, sentada sobre mis piernas de lado, me preguntaba qué habría pasado si esa tarde me hubiera quedado en casa viendo alguna serie en el ordenador comiendo helado como hacía de costumbre. En mi cabeza pasaban cientos de posibles que podían haberme ocurrido, pero solo eran eso, posibles.

Sin dejar de mirar la lápida, empecé a oír unos pasos aproximarse a mí, pero no bastaron para hacer que dejara de mirar las inscripciones con el nombre de mi prima. Noté como sobre mis hombros caía el peso de un gran fular de lana.

- Acabarás pillando un resfriado.- oí a mis espaldas acompañado del olor del humo de un cigarro.

- Me da igual, necesitaba desconectar y pensar un poco...

- Llevas así un mes.- oí como expulsaba el humo.- ¿No deberías estar grabando el disco?

- Ashton, sabes de sobra que no puedo concentrarme, sin Amalia el grupo no es lo mismo...- dije mirando al suelo con un suspiro.

- Ya lo sé, las demás están igual que tú, he hablado con Paula. ¿Crees que no sienten lo mismo? - se sentó a mi lado cruzándose de piernas y dio una calada a su cigarro entrecerrando los ojos.- Ella no hubiera querido que estuvieras aquí día sí día también lamentándote por el "qué hubiera pasado si", ella hubiera querido que sonrieras y que disfrutaras junto a tus amigas de esta gran oportunidad que se os ha dado.

Desde el día de la muerte de Amalia, Ashton no se había marchado de mi lado, había cuidado de mí y no había roto su promesa. Liam y él nunca se llevaron muy bien, él nunca le perdonaría, en cambio Harry sí, tras las palabras de Amalia y comprobar que era legal, le había aceptado e incluso poco a poco iban siendo amigos. Yo, por otra parte, ya no vivía con mis padres, me había ido a vivir con Irene a un piso por el centro con el dinero que ganábamos cantando, porque aunque nos faltara Amalia, el grupo seguía y nuestra fama aumentaba por momentos.

- Sí, pero es todo tan complicado... ¿Y si no...- me cortó.

- ¡Ssssssssssh! ¿Es que no escuchas? Basta de lamentarse de una vez.- tiró el cigarro lejos con impulso.- Todo ha acabado, en un mes no ha pasado nada y no pasará, mi tio está entre rejas y todos los problemas se han ido.

- Ashton... Yo...- sonreí y le miré a los ojos sin moverme.- Gracias, de verdad, gracias. Gracias por cumplir la promesa de Amalia.

- Tssk- rió mirando al suelo.- No solo lo hago por ella idiota, también lo hago por ti. No podrías estar dos días sin que te vigilara el culo.- rió con su contagiosa risa.

- ¿Es una indirecta?- enarqué una ceja divertida.

- Aaaah... Eso lo dejo a tu imaginación.- se levantó riendo y me tendió la mano para levantarme.- Vamos, arriba. Liam te espera.

-¿Liam? - cogí su mano y me levanté.

- Sí, dijo que te tenía algo preparado. Te llevaré en coche.

Let me love you [Liam Payne - One Direction]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora