Let me love you [Liam Payne - One Direction]

Capítulo 2

- Eh, chica, ¿Estás bien? - volvió a repetir aquel chico al quedarme embobada.

- S-si, perdona, estoy agotada y perdida... No sé ni donde estoy...- dije intentando tranquilizarme y asimilar la situación.

- Oh, pues estás en " Hall of fame", voy a cerrar en breve asi que....

- Perdón, ya me voy, no molesto mas - dije con vergüenza mientras me daba la vuelta dispuesta a irme.

-No, espera, dijiste que estabas perdida, ya sé que no me conoces de nada y demás, pero si quieres te puedo acercar a casa, tengo el coche detrás.- dijo agarrándome de la muñeca y consiguiendo que me diera la vuelta instantaneamente.

- Bueno, no tienes mala pinta y no me queda otra.... De acuerdo.- no sé por qué, pero me fue imposible decir que no.

Salimos del bar y me dirigió a su coche, un espacioso Renault azul metalizado que me encantó. Me abrió la puerta y entré, dio la vuelta al coche trarareando una canción conocida, abrió su puerta y se sentó en el asiento del conductor.

-Esa cancion es "Hall of fame" , de ahí el nombre del local,¿No?- dije curiosa

- Sí, así es. Es mi canción favorita, no sé...me impulsa a seguir mis metas y no rendirme.

-Ajam.... Sí, está bien.- la verdad es que esa canción me encantaba, era justo como él describió, pero no me gusta que la gente sepa como soy, así que no me salió otra cosa que eso.

- ¿Tu no eres mucho de hablar, no? - dijo entre risas y con una sonrisa.

- Bueno... Ni siquiera sé tu nombre, no te conozco y me has montado en tu coche, como quieres que hable?

Empezó a reir - perdona, no me acordé, me llamo Liam Payne, 20 años, de Wolverhampton pero crecí aqui, ese es mi bar,....

- ¡Yaaaa ya! Depaso sácame tu expediente académico y tu ficha médica ya que estas.

- Era una broma- dijo con una sonrisa aún mayor, que x alguna extraña razón me encantaba.- Bueno, y tu ¿Cómo te llamas?

- Pilar, 18 años, de Madrid, huyendo de unos macarras he .....

- ¿¡18 años?!- me interrumpió- si eres una enana! - empezó a reir. No hay nada que me moleste más que que me digan "enana", como si el fuera hermano de Tutancamón o algo por el estilo.

- Si, y no me llames enana, ni siquiera me conoces!- dije algo seria.

- De acuerdo... - puso un tono más serio y la sonrisa se evaporó levemente

El camino se hizo largo y silencioso, no me gustaba hablar con desconocidos, ni siquiera sé como podía estar montada en este coche. Sinceramente, tenía algo que me decía que era un buen chico, pero yo soy muy desconfiada y no me gusta que la gente sepa como soy, x lo que preferí quedarme en silencio observando el paisaje y de vez en cuando a él.

- Ya estamos llegando, ¿no?- dijo rompiendo ese incómodo silencio.

- Sii, dejame aqui, mi casa esta una calle a continuación, puedo ir andando.- no quería que supiese donde vivo, le acababa de conocer, no sabía nada de él, como para que viera mi casa!

- ¿Estás segura? Puedo dejarte en tu casa.- insistió

- Segura, aparca allí y yo me bajo, además la calle es cortada.

-Como quieras - paró y me bajé - espero volver a verte, enana - rió y se volvió a dibujar esa sonrisa que tanto me habia gustado.

- Eso lo dudo chaval - dije cerrando la puerta y echando a andar a un paso acelerado mientras que observaba como el coche desaparecia calle abajo.

Llegué a casa, dejé los documentos del recado y subí a mi cuarto, claramente no me regañaron x la hora ni preguntaron, ya era mayorcita. Me cambié y me metí en la cama, intenté dormir, pero en mi cabeza sólo había una cosa que no me gustaba nada, una sonrisa perfecta y un nombre, Liam.