Let me love you [Liam Payne - One Direction]

Capítulo 48

- Venga tío, ¿Enserio? - dijo Amalia tapándose los oídos ante aquella música infernal que salía de la radio del coche.

Liam, ante un arrebato de locura, conectó su móvil a la radio del coche y nos dio el privilegio o tortura de escuchar su música hortera. Camela, ¡Había puesto Camela! Harry y él cantaban a pleno pulmón mientras nosotras reíamos tanto que nos dolía la cara y la tripa.

Echaba de menos estos momentos, en los que éramos unos amigos normales pasándolo bien. Por fin todo había vuelto a la calma.

- ¿Sabéis cuánto echaba de menos esto? - dijo Paula riendo como si me hubiera leído el pensamiento.

- No hace falta que lo jures...- añadí ante el comentario. Puse mi vista sobre el espejo retrovisor del coche y observé como Liam me miraba sonriente, contagiándome la sonrisa y moviendo los labios a lo que yo entendí como un "Te quiero".

- Cambiando de tema... ¿Preferencias para película?- como siempre, Harry tan especial.

- Me conformo con cualquiera menos de amor, paso de ver como os arrejuntáis y besáis mientras yo abrazo el bol de palomitas.- dijo Amalia entrecerrando los ojos y señalándonos a todos con el índice.

- ¡Y de policías! Por favor, estoy harta de tanto malote y pistolas.- suspiré.

- Decidido, veremos "Bambi". - dijo Harry haciendo que estalláramos de la risa.

De repente Amalia abrió los ojos mucho para luego torcer la boca, fruncir el ceño y mirarme, yo la miré con cara de no entender nada. Se acercó a mi oído y me susurró para que nadie lo escuchara.

- ¿Y Ashton? ¿Sabe Liam que está en casa? Además, nos iba a invitar a cenar.

- Es verdad- recordé por un momento. Ashton ya no estaba allí...- Me llamó antes para decirme que no tuvo otra opción que irse antes de lo esperado, me pidió que le disculpara...

- Sabía yo que Ashton no invitaba.- rió por lo bajo sonriente.- No pasa nada, era un chico majo la verdad.

- ¡Los secretos son de abuela!- gritó Liam haciendo que nos asustara y este se echara a reír.

El camino se hizo muy ameno, riendo sin parar y siendo nosotros mismos, sin secretos ni problemas. Aquello era increíble. Para colmo, ya no tendría la casa llena de policías, simplemente uno o dos durante unos días más.

Al llegar Liam aparcó el coche en la puerta. Vi como Harry miraba antes de bajarse a todos lados con el ceño fruncido, algo le rondaba por la cabeza. Liam, por su parte sacó las llaves, se quitó el cinturón y al abrir la puerta Harry le agarró la muñeca.

- Oye tío, ¿No tendría que haber policías?

- No, que yo sepa no...- contestó extrañado.- Tendría que haber uno o dos.

- No hay nadie.- volvió a responder.

- Vamos, no seas paranóico, se habrán ido a tomar un café.- dijo Paula rodando los ojos y saliendo del coche.

Miré a todos lados antes de salir y me decidí a abrir la puerta. Mi puerta apuntaba a la entrada de la casa, por lo que fui la primera del grupo en recorrer el pasillo del jardín. Pero de repente un escalofrío recorrió mi cuerpo al ver que la puerta de casa estaba abierta y me quedé paralizada antes de entrar.

- ¿Ocurre algo?- dijo Liam a mi espalda, que iba tras de mí.

- La puerta está abierta, la cerré antes de salir con llave...

- Quizá te la dejaras abierta con tantos nervios, venga no te preocupes.

Quizá era eso, con los nervios la habría dejado abierta. Con una mano abrí la puerta algo brusca y entré. Liam se quedó en la entrada y dio paso a las chicas y a Harry.