xxii

683 62 1
                                    

Gritó.

Desesperada subí las escaleras hasta su habitación.

Otro grito.

Al abrir la puerta ella estaba con el rostro rojo y los ojos húmedos. Se le había derramado agua hirviendo en las piernas.

Sólo había sido un accidente.

S o u n d s |j.t|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora