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Sin decir nada, me tomó de la mano y me guió hacia el bosque, hacia la tumba. Se detuvo frente a ella y tiró el ramo de flores marchitas sobre la sucia lápida. Luego me miró:

—¿Quieres saber quién era él?

S o u n d s |j.t|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora