Celia una chica de 17 años que hace segundo de bachillerato conoce a Carlos el chico mas loco y sexy del instituto. Carlos es un mal estudiante y cada dos por tres esta expulsado del instituto. Celia lo conoce gracias a una putada que le hace la pop...
Me desperté en la habitación del hospital. Me dolía la cabeza pero mi mayor dolor era que mi bebé ya no existía y la persona responsable iba a pagar por ello. Me levanté de la camilla sin despertar a Álvaro el cuál estaba tumbado en el sofá durmiendo. Me metí en el baño y me vestí sin hacer ruido. Salí de la habitación y me di cuenta de que llevaba la vía puesta. Me la quité y la tiré a la basura. Me presioné hasta que dejó de sangrar. Fui a mi casa. No había nadie. Perfecto. Cogí un cuchillo y me dirigí al instituto. Si, iba a cargarme a Alba. Me había jodido la vida y yo se la iba a quitar a ella. Fui al baño que es donde practicamente se pasa el día y en efecto allí estaba.
-Todas fuera menos Alba.-me ardía la sangre, podía notarlo. Estaba cagada de miedo. Se pegó a las puertas del baño.
-Que.. quieres?-me dijo
-No quiero nada básicamente por que lo que quiero no va a volver.-dije acercandome a ella
-¿Que me vas a hacer?-dijo asustada.
-De aquí no vas a salir viva.-dije y le clavé el cuchillo en el cuello. Cayó al suelo y empezó a desangrarse.
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-Socorro.-susurraba flojo por que no le salía la voz.
-No te va a oír nadie-dije atascando la puerta. No tardó nada en quedar tirada en el suelo. Le toqué el pulso y ya no tenía. Me limpié y salí cuando ya no se oía ruido en el pasillo. Salí corriendo cuándo escuché mi nombre de fondo. Era Celia. Salí corriendo sin mirar atrás.
*NARRA ALVARO*
Me desperté por el sonido de mi móvil. Andrea no estaba en la camilla. Cogí el telefono.
-Si?-contesté.
-Álvaro, acabo de ver a Andrea en el instituto. Iba llena de sangre...-dijo Celia asustada.
-¿De donde ha salido?-le pregunté
-Del ba..-no acabó.
-Ves a mirar corre.-dije.-Yo voy de camino.
*NARRA CELIA*
Al abrir la puerta del baño me encontré a Alba llena de sangre.
-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!-mi grito se escuchó por todo el pasillo. La gente empezó a salir y dos de los profesores se me acercaron.
Me preguntaron qué había pasado pero yo no podía presa de pánico. Poco a poco me recuperé del shock y empecé a llorar tal vez más de miedo que de tristeza. Salí del baño cuando unos brazos me empujaron a ello. Miré arriba y vi que quien me había sacado era Carlos. Le abracé fuerte.
Mi mejor amiga se había convertido en una asesina, había sido capaz de matar a alguien. Entre sollozos le conté a Carlos todo lo que había visto y él en seguida llamó a Álvaro. La policía no tardó en llegar, Carlos habló por mí. Yo no me sentía con fuerzas para ello. Cuando llegó Álvaro y lo vio todo se le vino el mundo encima. Yo volví a abrazar a Carlos y no lo soltaba.
