Capítulo 24. Posho y helado

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Sábado

En el centro comercial

—Veamos que hay en la cartelera de cine —dice Nicolás, mientras va en dirección hacia las escaleras eléctricas.

—¿Qué haces? ¿Pretendes que suba por las escaleras eléctricas?

—¿Todavía tienes miedo de subirlas? Ya tienes 21. Creí que habías superado tu miedo.

—Nunca superaré el hecho de que casi muero por bajar en una de estas cosas.

—No vas a bajar, vas a subir.

—Lo siento. No voy a morir joven.

Nicolás suelta una carcajada.

—¿Por qué eres tan exagerada? No morirás.

—Mejor sube tú y yo te espero aquí.

—No es divertido así. Mejor vamos a comer. ¿Qué quieres? ¿Posho o pizza?

Nico suele decirle "posho" al pollo como una forma de burlarse de mí. Pues, hubo una temporada que comencé a imitar el acento argentino de tanto ver las series de televisión de ese país.

—Mmm... posho y después helado —sugerí.

—¿De chocolate?

—Si.

—¿Te gustaría ir mañana a mi casa? Podríamos ver películas.

—Ok. Llevo las palomitas.

—Es oficialmente una cita entonces. ¿Te había dicho que estás hermosa hoy?

—No.

—Estás hermosa, mi Beth.

Me sujeto de su brazo y nos vamos juntos a la feria de comida.

Amado amigo míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora