Capítulo 12. La propuesta

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En una salida organizada al Centro Comercial con Krista, Julia y Nico (como ahora lo llamo), mis amigas decidieron dejarme sola con mi novio, para ellas ir a probarse ropa en algún almacén.

Nuestra relación no puede ir mejor, tenemos cuatro meses juntos y a pesar de mis inseguridades, Nico me ama como soy.

Una vez que las chicas se marchan, ambos tomamos asiento en uno de los muebles acolchonados que se encuentran en el pasillo. Hablamos de miles de cosas hasta que abruptamente Nico le dio un giro a la conversación.

—¿Te casarías conmigo? —preguntó.

—¿Qué? —dije totalmente atónita.

—Te amo... Quiero casarme contigo.

—¡Ja! Es muy pronto... ¿Estás loco?

—Pero no te lo pregunto para casarnos hoy o mañana, ni el año que viene. Te lo digo para que sepas que por ti estoy dispuesto a llegar al matrimonio.

Lo miro con ternura.

—Eso sonó muy lindo.

Él me sonríe.

—Entonces... ¿Qué me dices?

—Pues si. Claro que si. Me casaré contigo —dije decidida.

—¿Cuándo? —pregunta con sonrisa pícara y achicando los ojos.

—Mmm...cuando tengamos 24. Sería lindo que me lo propusieras el día de mi cumpleaños.

Nicolás coloca sus dedos pulgar e índice en su barbilla y mira hacia arriba en forma pensativa.

—De acuerdo. ¿Es una promesa? —pregunta.

—Es una promesa. ¡Te amo! ¡Te amo! ¡Te amo! — expreso con innegable emoción.

—¿Tenía que proponerte matrimonio para que al fin me dijeras: Te amo?

—Tal vez.

—Eres mala ¿sabías?

—Mmm... Un poco.

—Aún así te amo.

—Y yo a ti.

Nicolás se está convirtiendo en lo mejor que le puede pasar en la vida a una chica: hallar a su príncipe. ¿O no?


Amado amigo míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora