Capítulo 30. La carta

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Para: El miserable, imbécil de mi mejor amigo y ex novio.

De: La tonta que no te olvida.

Escribo esta carta para decirte todo eso que siento, pienso y que no he tenido el valor de hablarlo contigo.

Empezaré por decirte que te odio. Te odio por conquistarme y luego abandonarme. Te odio por tus verdades a medias y por haberme hecho sentir como la única en tu vida. Te odio por no extrañarme. Te odio por no haber luchado más por mí y por superarme. Te odio por haber sido mi primer amor. Te odio por ser un gran amigo y por haber sido un mal novio. Te odio porque no puedo sacarte de mi corazón. Te odio porque no puedo dejar de amarte (si esto tiene algún sentido).

Siento tristeza porque ahora solo ocupo el lugar de la amiga. Ese es mi premio de consolación.

No olvido el día en el que celebramos el cumpleaños de Gina, mi hermana, hace dos semanas. ¿Recuerdas el juego que Marcus, Peter y tú comenzaron? ¿No lo recuerdas? Pues te refresco la memoria:

El juego trataba de aquellas cosas que decíamos para conquistar a una chica o a un chico (Gina, otras chicas y yo también participábamos en el juego, por si lo olvidaste). Todos fueron diciendo uno a uno aquellas palabras para conquistar... hasta que llegó tu turno y dijiste: "yo le diría algo como... me gustas como a nadie o eres la chica más linda que he conocido. ¡¡¡Qué miserable imbécil!!! Eso me lo dijiste a mí. Soy tu ex novia ¿recuerdas? ¿Puedes imaginarte un poco lo que eso me hizo sentir? Fui solo una conquista más. Nunca fuiste especial conmigo. Le has dicho esa estupidez a otras chicas.

Fue tonto de mi parte creer que tú, mi primer amor, sería el hombre con el que llegaría a casarme. Tal vez le has pedido matrimonio a tus otras siete, ocho o veinte novias.

Odio tanto depender de ti. No tengo más amigos hombres, ni un nuevo amor. A veces pienso que sientes lástima por mí y eso me enfurece.

No existe una fórmula para olvidarte, pero lo haré. Lo lograré Nicolás Jensen. Te superaré. Lo prometo.

La carta fue quemada una vez que fue terminada. 

Amado amigo míoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora