Traiciones Reales

Traicionando un reino (3)

— ¿Qué?— Eli no entendía el repentino cambio en los planes para la boda — ¿Qué paso? ¿Por qué volvemos a Madia? ¿Leandro está bien?— rápidamente pensó en su marido y Akon rodó los ojos desde donde estaba, Albert desde luego ni siquiera lo notó y se volvió a Eli.

— Que tienen trato con Golem, eso es lo que pasa, adelantar la boda, el ataque a tu carro y a mi regalo a ti, todo desde que estuvo aquí, ¿no te parece demasiada coincidencia? — Eli dio un paso atrás.

—Tío, estás exaltado, Leandro es ahora mi marido— que ridículo se sentía diciendo aquello, pero la situación casi le hacía olvidar el sentimiento— Yo no puedo irme, saldré a mi luna de miel al amanecer— Su tío le miró y a Eli le asustó ver la locura en sus ojos.

— Tu no irás a ningún lado con ese niñato, tu volverás a Madia conmigo y será mejor que no reniegues— No, él no iba a volver, no tan cerca de su libertad.

— No lo haré— Su tío le tomó por el brazo jalándole.

— Harás lo que yo te diga— Le grito y Eli se ofendió.

— ¡Tú no puedes decirme qué hacer!— Se exaltó también y vio la ira centellear en los ojos de su tío y lo siguiente que vio fue a Akon sosteniéndole la mano en el aire.

— No se atreva a tocarla— Le amenazó entre dientes, Eli no podía creerlo, su dulce tío había querido golpearla. Akon le apartó de él y le rodeó por la cintura, no pudo sino refugiarse en el mayor viendo a su familiar tan raro que le parecía un completo extraño, nunca lo había visto tan descontrolado,

— Tú, asquerosa basura, no tienes ningún derecho a decirme qué hacer, estas aquí como un simple guardia, sal de aquí, tengo que hablar con mi sobrina—ordenó a gritos— Akon le miró sin mostrarse en lo mínimo intimidado.

— ¿Quiere que salga princesa?— Preguntó y Eli se aferró a él.

— No— La respuesta salió de inmediato.

— Ya la escuchó, yo no trabajo para usted, estoy al servicio de la princesa y ella ya no quiere hablar con usted— Le aseguró y el príncipe a pesar de su ira sabía medir el peligro y no iba a poder hacer nada contra los casi dos metros de masa muscular frente a él.

— Te arrepentirás de no escoger bien a quien dar tu lealtad— dijo entre dientes antes de salir— Iba a tener que deshacerse de esa escoria antes de intentar cualquier cosa.

Cuando su tío salió, Eli apenas y se relajó aunque la mano protectora de Akon en su cintura no se apartó.

— Jamás lo había visto así— Murmuró— Parecía poseído— Su tío era una persona amable y dulce, nada parecido a lo que acababa de presenciar. Akon le observó.

— Las personas no siempre son lo que parecen, yo he visto esa faceta de su tío más de una vez, yo no soy un hombre honrado ni digno, sé que he cometido crímenes sin más pero jamás he pisoteado por placer o atacado a mis semejantes, siempre he robado a quien tiene más de lo que puede gastar y asesinado a quien ha asesinado sin razón. Odio ser quien se lo diga, pero su tío sería un blanco perfecto, ese hombre le roba al que no tiene, asesina a quien no lo merece y pisotea al que no puede defenderse, es difícil creer que pertenezca a la misma "amada familia real" que ha gobernado Madia durante tantas generaciones— Eli le vio.

— Eso... no puede ser... mi tío no es así, Akon, quizá sus hombres hagan cosas a sus espaldas o haya bandidos que actúen en su nombre, nunca lo había visto como hoy, él es dulce y tierno y bueno, es amable— Hablo acaloradamente y Akon suspiró.

— No conozco a su padre...pero debe parecerse mucho a usted— Le dijo simplemente, soltándole despacio y tomando sus manos— Quizá no es el momento...pero saldrá de luna de miel mañana, debe contestarme ahora... dígame ¿vendrá conmigo, princesa?— Y Eli bajó la mirada.