7.Adaptación

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Capitulo 7: Adaptación

Después de la conversación con Eric en el comedor ya no tenia ningunas ganas de volver a verle. ¿Pero que se había creído? "Ya veremos cuanto duras tu..."   Sentía que debía haberle dicho algo, algo que demostrara que podía aguantar lo que me propusiese. Pero sentía que cualquier cosa que intentaba decir se atascaba y se quedaba tan solo en eso, un intento. Las palabras se me atragantaban y se negaban a salir. Supongo que tendría que demostrárselo con actos. 

Después había seguido hablando con Cuatro como si nada, y sin despedirse, se había ido para subirse a una mesa y dar paso a Max, que había dado un discurso sobre la disciplina de Osadía y había recitado una parte del manifiesto de la facción: "En Osadía creemos en la libertad del miedo, en los actos ordinarios de valentía, en el coraje que impulsa a una persona a defender a otra". 

Por desgracia, pese a mis escasas ganas de seguir viéndole, Eric fue quien nos guió por el oscuro pasillo hacia quien-sabe-donde después de la cena. Nadie habla durante todo el camino, y como nos han separado de los nacidos en Osadía, voy un poco apartada del resto ya que todavía no conozco a nadie. Eric se detiene delante de una puerta de madera y se cruza de brazos. Nos reunimos a su alrededor.

-Para los que no lo sepáis, me llamo Eric. Soy uno de los cinco líderes de Osadía. Aquí nos tomamos muy en serio el proceso de iniciación, así que me he presentado voluntario para supervisar la mayor parte de vuestro entrenamiento.

Perfecto, ahora tendría que verle todos los días durante la iniciación. Aunque por otra parte no era una mala idea, así podría demostrarle que podía aguantar aquí.

-Detrás de esta puerta está la habitación en la que dormiréis las próximas semanas. Veréis que hay once camas, aunque solo sois diez. Creíamos que llegaríais más hasta aquí.- continua Eric

-Pero empezamos con trece-protesta Christina, la veraz del comedor.

-Siempre hay al menos un trasladado que no llega al complejo- responde Eric mientras se tira de las cutículas; después se encoge de hombros. Entonces recuerdo a la chica colgada del edificio, cayendo hasta chocar contra el suelo...muriendo—. En fin, en la primera etapa de la iniciación separamos a los trasladados de los nacidos en Osadía, aunque eso no quiere decir que se os evalúe por separado. Al final de la iniciación, vuestro puesto en la clasificación se determinará en comparación con los iniciados de Osadía. Y ya son mejores que vosotros, así que espero...

-¿Clasificación? -pregunta la erudita de pelo castaño desvaído que tengo a la derecha-. ¿Por qué nos clasifican?

Eric sonríe y, al la luz azul , su sonrisa parece malvada, como si estuviera esperando esa pregunta y fuese a disfrutar de la respuesta. Siento una punzada en el estomago y se que lo que va a decir no me va a gustar.

-Vuestra clasificación obedece a dos propósitos. El primero es determinar el orden en el que podréis elegir los puestos «deseables». El segundo es que solo los diez mejores iniciados serán miembros.

Noto la punzada de dolor en el estómago de nuevo. ¿Solo los diez mejores? Sabia que esto iba a ser duro, pero tener que competir con los nacidos en Osadía y los demás trasladados no entraba en mis planes. Mirándolo desde mi perspectiva, yo estaba en desventaja; venia de  Cordialidad, la facción pacifica, nunca he pegado a nadie y no he visto un arma ni de lejos, ¿como se supone que debo competir contra gente que pelea contra los demás solo por diversión?

-Hay once iniciados nacidos aquí, y vosotros sois diez -sigue explicando Eric- Cuatro iniciados caerán al final de la primera etapa. El resto se decidirá después de la prueba final.

Eso quiere decir que, aunque pasemos las primeras etapas de iniciación, seis de nosotros no llegaran a ser miembros. En total, once de nosotros no lo lograran. Mis probabilidades de convertirme en un miembro de Osadía iban decayendo por momentos.

-¿Qué pasa si no lo conseguimos? -pregunta un veraz, Peter.

-Abandonaréis el complejo de Osadía -dice Eric con aire de indiferencia- y viviréis sin facción.

La chica de pelo castaño se lleva una mano a la boca y ahoga un sollozo.

-Pero ¡eso no es... justo! -exclama la chica veraz, Molly; aunque suena enfadada, tiene cara de terror- Si lo hubiera sabido...

-¿Estás diciendo que si lo hubieras sabido antes de la Ceremonia de la Elección no habrías elegido Osadía? -suelta Eric-. Porque, si es así, deberías irte ahora mismo. Si de verdad eres una de nosotros, te dará igual la posibilidad de fallar. Y, si no es así, eres una cobarde.

Eric abre la puerta del dormitorio.

-Vosotros no habéis elegido. Ahora nosotros tenemos que elegiros a vosotros.

No se porque, pero me pareció que mientras Eric decía eso, me estaba mirando fijamente a mi. Seguramente seria imaginaciones mías. No le di mas importancia y entre en dormitorio junto con los demás.

-0-

Ya llevo el uniforme de Osadía que nos han dado y voy andando por los pasillos del complejo junto con Lynn, de camino a la peluquería. He quemado mi antiguo vestido de Cordialidad, como el resto de trasladados, he quemado el único recuerdo que me quedaba de mi antigua facción. Uriah había venido junto con Lynn a buscarme poco después de que nos cambiáramos. Ahora él se había ido en busca de Marlene mientras yo iba con Lynn a la peluquería para que se rapara de nuevo los laterales, ya que decía que le había crecido mucho el pelo. 

Durante el corto espacio de tiempo que había estado tumbada en la cama antes de que llegara Uriah, me había dado tiempo a darle vueltas a muchas cosas. Como seria si me convirtiese en una abandonada, que pasaría si descubriesen que soy divergente, que me haría Eric si lo descubriera...Eric. ¿Porque habría pensado justamente en él? Ni idea. Supongo que porque es el que mas amenazante me resulta de todos los osados. Pero a la vez, siento como si algo me atrajese a él y no supiese muy bien que.

-¡Hey! ¿que hay Lynn? ¿No vendrás por que quieres que te rape entera, no?- saludó un hombre bajito de pelo moreno y que no parecía ser mucho mas mayor que nosotras.

-No, Eddie,  esta vez solo vengo a que me lo repases. Lo noto demasiado largo.

-¿Y tu amiga que? ¿Quiere que le haga algo a ella también? - peguntó Eddie, mirándome a mi.

-No, ella solo viene a acompañarme- dijo Lynn, haciendo un gesto con la mano para quitarle importancia y sentándose en el sillón que había enfrente de un espejo, como si fuera su casa.

-En realidad- solté yo, casi sin dejar que Lynn terminara la frase- si que quiero algo.

Si quería encajar aquí tenia que dejar atrás Cordialidad, con sus vestidos alegres y pacifistas, y empezar a parecerme mas a los osados, con su ropa oscura, piercings y tatuajes. Y que mejor manera de empezar que por un nuevo peinado. Tenia que ser atrevida, como todos ellos. Por supuesto no me iba a rapar el pelo, eso era demasiado atrevido. Pero tal vez si podía darle un toque diferente.

-Quiero cortarme un poco mas el pelo, por encima de los hombros. Y también quiero tintarmelo.

-¿En serio?- preguntó sorprendida Lynn. Supongo que todavía me vería como la chica aburrida y pacifista, que no arriesga. Típica imagen de alguien de Cordialidad. Pero ya no soy de Cordialidad.

-Perfecto- dijo Eddie, dando una palmada- ¿Y que color quieres?

-Gris

El gris es el color que siempre usa Abnegación. Lo usa por dos razones: porque es un color neutral y porque es un color que se adapta a todos los demás, y yo necesito adaptarme. Si no me adopto no podre llegar a ser miembro, o peor, me descubrirán y me mataran por ser Divergente. Pero lo conseguiré. Llegaré a ser miembro de Osadía, pase lo que pase.

SOMETHING BETTER~DIVERGENTE (Eric Fanfic)// TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora