31. La linea entre la vida y la muerte

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Maratón 2/10

Capitulo 31: La linea entre la vida y la muerte

El viento soplaba fuertemente a la altura a la que me encontraba. Por suerte llevaba coleta, así que mi pelo no podía golpearme en la cara. 

Con pasos gráciles y decididos, recorría de un lado a otro la cornisa de la azotea. Por la ligereza con la que movía mis pies, parecía que estaba bailando. Extendí mi pie un poco más hacía el borde, demasiado, tanto que mi zapatilla termino cayendo al vació con suma facilidad, casi sin querer. 

Me asumé al borde y observe como caía mi zapatilla

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Me asumé al borde y observe como caía mi zapatilla. Tragué saliva y me estremecí al pensar que, con la misma facilidad con la que ella había caído, podía caer yo. Todo terminaría en un segundo. 

No sería un mal final y le ahorraría a Max trabajo, no tendría que matarme pues lo haría yo misma

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No sería un mal final y le ahorraría a Max trabajo, no tendría que matarme pues lo haría yo misma. Sin embargo, no es algo que estuviera ni siquiera planteándome. 

Lo cierto es que parecía que todo iba mal a mi alrededor, pero no pensaba rendirme. Rendirse es de cobardes y yo era una osada, así que la cobardía no era uno de mis rasgos principales. Si Max me quería muerta, que viniese el mismo a buscarme. Yo no pensaba ponérselo nada fácil.

— No estarás planeando saltar, ¿no?— me giré de repente, sorprendida por la ronca voz de Eric. Estaba a unos pasos de la puerta, con las manos en los bolsillos y una expresión neutral. Lo más seguro es que llevase un rato ahí y no me hubiera dado ni cuenta.

Negué visiblemente con la cabeza mientras volvía de nuevo la vista a mi zapatilla.

— Menos mal— habló Eric de nuevo. Escuche sus pasos dirigiéndose hacia mi.—. Porque si lo hicieras, yo tendría que saltar detrás.

— Que romántico— reí y me giré, aunque no me separé del borde del edificio, que marcaba una línea clara entre la vida y la muerte— ¿Y eso exactamente por qué?

— Es sencillo. Tu saltas. Yo saltó— enarqué una ceja, eso no contestaba a mi pregunta. Él se encogió de hombros.— Supongo que estoy demasiado acostumbrado a tu compañía.

Sonreí.

— ¿Así que admites que no podrías vivir sin mí?— le piqué, mientras empezaba a bailar de nuevo sobre la cornisa

— Yo no he dicho eso— se defendió.—. Podría vivir perfectamente sin ti.— cuando llegué a la esquina de la cornisa, le miré a los ojos, pero él tenía su vista fija en otra parte: mis pies.

Di una vuelta sobre mi misma y continué con mi danza. Di un pequeño salto para esquivar una piedra.

— Tu contestación me rompe el corazón— dije en tono melodramático, llevándome una mano al lado izquierdo del pecho.—. Tal vez si debería tirarme cual chica suicida con un corazón roto.

Hice el amago de caerme, pero me salió mal, resbale y casi pierdo el equilibrio. Por suerte, la mano de Eric fue rápida y me atrapó a tiempo, dejándome un tanto suspendida en el vacío.

La situación en la que me encontraba no era lo que se dice agradable: estaba suspendida a unos 6 metros de distancia del suelo y sí a Eric se le ocurría soltarme, mi muerte sería prácticamente instantánea, pero yo no podía pensar en otra cosa que ...

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La situación en la que me encontraba no era lo que se dice agradable: estaba suspendida a unos 6 metros de distancia del suelo y sí a Eric se le ocurría soltarme, mi muerte sería prácticamente instantánea, pero yo no podía pensar en otra cosa que no fuera su mano rodeando mi muñeca y el calor abrasador que rodeaba esa zona. Tampoco podía mirar abajo para asustarme y entrar en razón al comprender el peligro que corría, ya que estaba completamente perdida en sus ojos azules y desafiantes. No era una situación cómoda- estar al borde de la muerte no suele serlo- pero yo me encontraba bastante a gusto, la verdad.

— No se si suicida, pero torpe eres un rato.— tiró de mi mano y recupere mi estabilidad sobre el bordillo del edificio. En cambio, no me soltó la mano y yo continué perdida en la marea azul de sus profundos ojos— Así que haz el favor de bajar de ahí.— de nuevo, tiró de mi mano para hacerme bajar del bordillo, atrayéndome así hacía él. Yo termine apoyada sobre su cuerpo y, ahora que el agarre de su mano sobre mi mano era mucho más débil, aproveché para soltarme y rodearle el cuello con mis brazos. El rodeó mi cintura con los suyos de una manera casi dulce.— He dicho que podría vivir sin ti, no que quisiera hacerlo.

Dicho esto, me aprieta contra su cuerpo y me besa. Cierro los ojos y dejo que mis problemas, espantados por el dulce sabor de sus labios, huyan hacia un lugar desconocido y recóndito, como siempre hacían. Mientras sus labios juegan con los míos, atrapándolos entre los suyos, todo a mi alrededor dejaba de tener importancia. Rozo suavemente sus labios con la punta de la lengua, tentándolo. Pero no surge efecto. De pronto, besa mi comisura y después va depositando distintos y cortos besos sobre mi mejilla hasta llegar a la punta de la nariz. Mantengo los ojos cerrados, decepcionada, a la espera de lo inevitable: la escusa del día.

— Tengo tengo que irme.— suspiró y me soltó, aunque no se separó. Últimamente siempre era así: hablábamos unas horas hasta que llegábamos a besarnos y entonces, el se apartaba, ponía una escusa y se iba. Pero hoy, la parte en la que hablábamos, todavía había sido más corta de lo normal. Supongo que las probabilidades de muerte de hoy compensaban esa parte. Abrí los ojos y esbocé una sonrisa forzada— Hoy tenemos reunión. Ya nos vemos.

Puso su mano en mi mejilla y atrajo mi cara hacía él. Deposito un suave beso en mi frente y se alejó.

— Ya nos vemos...— susurré, segura de que no lo habría oído.



SOMETHING BETTER~DIVERGENTE (Eric Fanfic)// TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora