44. Jodidos

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Maratón final 4/10

Capítulo 44: Jodidos.

Alzo mi mirada, hasta ahora clavada en el suelo, y me atrevo al fin a mirarle a la cara. Le miro directamente a sus ojos azabache, desafiante.

— Por supuesto, Max— le contesto.

Él me coge del brazo y me arrastra por los pasillos de Osadía. Oh, vaia, que extraño deja vu estoy teniendo. En el trayecto al comedor donde están publicados los resultados, trato de pensar en un plan B, pues está más que claro que es necesario. Tengo que encontrar la manera de salir de aquí.

Observo el objeto metálico contra el que me he chocado. Se trata de una especie de aparato muy parecido a una jeringa, con una larga aguja. En su interior, una líquido naranja que me recuerda al que te inyectan en las simulaciones, se mueve con el vaivén de nuestro andar. ¿Para qué servirá eso?

Por fin llegamos al comedor donde todos se han ordenado por filas encabezadas por los líderes de Osadía. En una de ellas consigo reconocer a Eric. Max me arrastra hasta él. Al parecer todos los líderes de Osadía tiene ese aparato y se lo están inyectando a todos los osados. Max se cuela en la fila de Eric y me empuja justo en frente de él.

— Mira a quien he encontrado merodeando por los pasillos, Eric— le informa. La cara de Eric parece delatar su preocupación por un momento, pero en apenas un segundo se recompone. Yo trago saliva y le miro pidiéndole disculpas. ¿Qué más podía hacer? No iba a pegarle una paliza al jefe de toda Osadía.— Supongo que querrás felicitarla por sus buenos resultados de su última prueba, ¿no?

— Por supuesto— dice Eric con su típica sonrisa cínica—. Felicidades y bienvenida a Osadía. Ahora ya puedes llevártela de mi vista, Max. No tengo ningún interés en los recién incorporados, gracias.

Eric habla con seguridad y decisión. Casi como si de verdad creyese cada palabra de lo que estaba diciendo. Sin embargo, yo sabía que no era así. No había que ser un gran detective para darse cuenta de la tensión que se podía respirar en el ambiente.

— ¿Tan pronto?— continúa presionando Max.— Ni siquiera le has comentado lo de nuestro nuevo sistema de seguridad— dice moviendo su aparato metálico.— Es un nuevo invento, cortesía de Erudición.

— Sirve para inyectarte un dispositivo de seguimiento que se activará si se informa de tu desaparición.— explica Eric entre dientes, claramente descontento con la situación.

— Por precaución.— aclara Max encongiendose de hombros.

— ¿Acaso desaparece mucha gente por aquí?— pregunto, frunciendo el ceño.

— Tan solo la necesaria.— y cuando Max pronuncia esas palabras sé que no se trata solo de una respuesta, se trata de una amenaza. Se me hiela la sangre solo de pensarlo. Necesito salir de aquí cuanto antes.— ¿Y bien, Eric? ¿Haces tu los honores?

Max sonríe a Eric y espera que este siga sus órdenes. Pero Eric no se mueve. Tan solo se dedica a quedarse ahí plantado, con el ceño fruncido y la mirada gélida clava en Max. ¿De verdad está dispuesto a desobedecer una orden? Si no hace lo que Max le pide este dudará de su lealtad y podría causarle graves problemas. En cambio, si lo hace... Practicamente me estará enviado a la tumba. Descubrirán que soy Divergente y me matarán.

— Esta bien.— rompe Max el silencio— Lo haré yo.

Me coge de nuevo por el brazo y tira de mí hacia él. Me retira el pelo y antes de que Eric pueda protestar o actuar, posiciona el aparato en mi cuello y me inyecta la aguja. Noto un dolor profundo que se me extiende por el cuello, fuerte, aunque breve. Después me suelta.

— Que paséis una buena noche— dice sonriendo antes de irse.

Yo me paso la mano por el cuello, justo donde él me ha pinchado. No sé para que mierdas sirve ese suero ni qué clase de efecto tiene, pero por la cara que pone sé que no es nada bueno.

Estamos bien jodidos.

Me quedo mirando a Eric preocupada, el cual me devuelve una mirada cargada de reproches.

— Hey, M.— grita una voz a mis espaldas. Dos segundos después ya tengo a Uriah encima de mi revolviendome el pelo.— Felicidades por ese segundo puesto en la clasificación, renacuaja. Parece que al final has conseguido superarme.

— ¿Segundo puesto?— pregunto confundida. ¡Ah, claro! ¡La clasificación! Estaba tan preocupada por escapar de Osadía con Eric que ya no me acordaba de eso. Ni de eso ni de nada más.

— Si, ¿es que no has visto la tabla?— contesta Uriah incrédulo.— Bueno, empanamiento aparte, ¿que tal si te vienes conmigo y con el resto a celebrarlo? Están todos en el foso esperando.

Yo miro a Eric en busca de una respuesta. Este asiente ligeramente con la cabeza y yo me pregunto en qué cojones está pensando. ¿No se suponía que teníamos que salir de allí?

— Claro— le contesto con una sonrisa a Uriah—. Pero, ¿me puedes dejar un segundo que hable con Eric primero?

Uriah frunce los labios. Todavía no le he puesto al tanto de las novedades de nuestra relación y la última vez que lo hice, no hice más que mostrar lo enfadada que estaba con él. Por lo tanto, es normal que Uriah no parezca del todo convencido. Sin embargo, finalmente accede:

— De acuerdo. Te esperamos en el Pozo.— Uriah deja de rodearme con sus brazos sin apartar su mirada desconfiada de Eric. Yo asiento con la cabeza.

Uriah se aleja pero antes de irse señala con los dedos anular e indice sus ojos y después a Eric. Una amenaza implícita: Uriah piensa mantenerlo vigilado. No puedo evitar sonreír ante el pequeño gesto protector de Uriah, quien se ha convertido casi como un hermano para mi desde que llegué.

— Oh, dios mio. Qué dramático es ese chico— se queja Eric.

Una vez se ha ido, me acerco más a Eric para susurrar:

— ¿No se supone que tendríamos que irnos?

— Se suponía que tú tenías que llegar a mi habitación y esconderte. Pero como has podido comprobar, el plan no ha salido muy bien— me reprocha señalando mi cuello, también entre susurros. Yo trago saliva. Está enfadado. Ahora me siento culpable.

— Por lo que se ve, Max me tiene bastante vigilado.— dice en un tono más conciliador— Lo mejor será que hagas lo de siempre. Sal con tus amigos. Diviértete. Ya me las apañaré para buscar otra opción para esta noche.

— De acuerdo— miro hacia atrás y descubro que todavía hay una fila de gente, bastante cansada de mi y esperando impaciente con los brazos cruzados.— Será mejor que me vaya.

Me aparto de la fila y me dispongo a salir entre la multitud de gente. Antes de eso, me doy la vuelta para mirar una vez más a Eric.

— ¡Eric!— le llamo mientras él ha retomado su trabajo con las inyecciones. Cuando nuestras miradas se cruzan una vez más, siento que algo malo está apunto de pasar.— Ten cuidado.

SOMETHING BETTER~DIVERGENTE (Eric Fanfic)// TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora