41. Autocompasión

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Maratón final 1/10

Capitulo 41: Autocompasión

Ando por los pasillos de Osadía, de camino al funeral de... Ni siquiera puedo pensar su nombre. Una angustia terrible me oprime el pecho cuando los recuerdos de anoche me golpean como puñetazos. Intento olvidarlos, alejarlos de mi, pero aunque borrosos, aun conservan la carga emocional.

Recuerdo a Eric, limpiándome la sangre en el baño; y a mí abrazada a él, llorando, hasta que caí dormida... Recuerdo la sangre en la roca con la que lo golpee en la cabeza y recuerdo la terrible sensación de sus manos en mi cuello, ahogándome. 

No recuerdo contarle a Eric lo que sucedió, pero recuerdo palabras sueltas:  Al, muerto, mi culpa...Que la verdad es que resumen bastante bien lo que paso. Lo único que se con seguridad es que ahora todo el mundo piensa que Al se ha suicidado, que estamos yendo todos a su funeral y que en realidad fue todo culpa mía.

—¿Qué pasa, pequeña?— me asalta Uriah, haciendo que me sobresalte. Tiene el labio roto y un moratón en el ojo derecho.

Me pasa el brazo por encima de los hombros, como suele hacer, pero yo no estoy emocionalmente preparada para esto. Comienzo a sentir la presión en mi pecho y las palabras atascarse en mi garganta, ahogándome de la misma manera que Al lo hizo. Sin embargo recuerdo las palabras de Eric: "tu actúa normal, como siempre. Yo me encargo del resto. Y no te olvides de sonreír". Que fácil es decirlo. Aún así, le hago caso y sonrío levemente a Uriah.

—Que pena lo de ese chaval—dice, y me suelta para encogerse de hombros—. Parece que al fin y al cabo no estaba hecho para Osadía.

—Si, eso parece— susurro, intentando mantener mi sonrisa.

—Venga, aburrida, te hecho una carrera hasta el pozo— me intenta picar Uriah. Yo saco otra de mis sonrisas falsas y apagadas y él echa a correr. Suspiro y, aunque sin ganas, intento actuar normal y salgo detrás de él. 

En cuestión de funerales, en Osadía no se pierde el tiempo. Eric me contó que prefieren hacer frente a la muerte en cuanto se produce. En los pasillos no hay nadie, pero el Pozo está abarrotado de miembros, casi todos borrachos. No sé de qué me sorprendo.

En casa, los funerales son acontecimientos sombríos, todos se reúnen para dar su apoyo a la familia del fallecido y no hay risas- aunque si sonrisas de apoyo-, ni gritos, ni bromas. Y en Cordialidad no se bebe alcohol, así que todos están sobrios. Tiene sentido que los funerales de esta facción sean justo lo contrario.

Cuando llego al lado de Uriah, una vez en el Pozo, saca una petaca y me ofrece, pero yo niego con la cabeza. Nos ponemos junto al resto de iniciados al pie del saliente. Veo que Eric se está subiendo a una caja que han colocado al lado de la barandilla. Lo miro y me siento mucho más tranquila ahora. Me pregunto qué dirá.

  —¡Silencio, callaos! —grita Eric; alguien hace sonar algo que parece un gong y los gritos van disminuyendo, aunque no así los murmullos—. Gracias. Como sabéis, estamos aquí porque Albert, un iniciado, saltó al abismo anoche. 

Los murmullos desaparecen también, solo se oye el agua del fondo del precipicio. Las palabras "salto al abismo" se me clavan como espadas. Ojalá fueran verdad.

—No sabemos el porqué y lo más sencillo sería lamentarnos esta noche por su pérdida —sigue diciendo Eric. Pero yo sí se el porqué—, pero no elegimos la vía fácil cuando entramos en Osadía, y lo cierto es... —añade, sonriendo. Si no supiera lo que ha pasado, si no lo conociera, pensaría que esa sonrisa es de verdad; pero sí lo sé y sí lo conozco—. Lo cierto es que Albert ahora está explorando un lugar desconocido e incierto, y ha saltado en las crueles aguas para llegar hasta allí. ¿Quién de nosotros es lo bastante audaz como para aventurarse en la oscuridad sin saber lo que se esconde detrás de ella? Albert todavía no era uno de nosotros, pero, sin duda, ¡era un valiente!

SOMETHING BETTER~DIVERGENTE (Eric Fanfic)// TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora