SOMETHING BETTER~DIVERGENTE (Eric Fanfic)// TERMINADA

42. Que comience el show

Maratón final 2/10

Capitulo 42: Que comience el show

Supongo que es bastante automático pensar donde ir a buscar a Lynn. Subo los escalones que dan a la azotea de dos en dos y abro la puerta.

 —Sabía que estarías aquí— le digo a la figura de espaldas sentada en la cornisa. 

Lynn ni siquiera se gira para saludarme:

—Hey. 

Me siento a su lado y veo que está fumando. La miro y veo una expresión de tristeza y apatía en su rostro que me hace sentir muy culpable: lo sabe, o como mínimo lo sospecha.

—Tenemos que hablar— digo para romper el silencio.

—Lo se — contesta ella, secante.

—No te he visto en el funeral— continuo en un intento por relajar la tensión que se respira en el ambiente.

—Me he ido pronto.

—Tampoco he visto a Marlenne — me hago la loca porque se exactamente dónde está: en la enfermería, por pelearse por mi. 

—Está en la enfermería — me informa ella —. Uriah me ha dicho que no te dijera nada— suelta una pequeña risita— pero no entiendo porque te lo tengo que ocultar.   

Frunzo los labios y ahora me siento más culpable todavía por haber estado tan consumida por mi problema por Al que ni siquiera le he preguntado a Uriah qué pasó, aunque ya lo sé. Más o menos.

—Nos peleamos con unos osados. Por ti. Estaban diciendo unas cosas bastante... asquerosas. Algo sobre tú y Eric. —  Lynn le da una calada larga al cigarro — No pudimos evitar meterles una paliza — le da unos golpecitos al cigarro en el borde de la cornisa.  — ¿Donde estabas tú?— me mira por primera vez desde que he subido a la azotea. Es una mirada llena de reproche. 

—Estaba con Eric.— decido no mentirle. Aunque también decido no contarle toda la verdad: lo que pasó con Eric, lo que pasó después con Al...

—Aprecio tu sinceridad— dice para voltearse y mirar al horizonte de nuevo —. Supongo que habéis vuelto.

—No había nada a lo que volver— aclaro.

—Pero lo habéis arreglado.

—Algo así.

—Te diría que me alegro pero si vamos a ser sinceras, la verdad es que no. — le da otra larga calada al cigarro y suelta el humo lentamente.

—Lo siento mucho, Lynn. No pretendía...

—No hay nada que sentir— me interrumpe. Le da la ultima calada al cigarro y lo tira al vacío que hay bajo nuestros pies. — Al fin y al cabo, tu nunca sentiste nada desde el principio. 

Auch. Sus palabras me duelen porque sé que son verdad. Me siento fatal por jugar con ella de esta manera. Se levanta y se dirige a la puerta.

 —Sé que me odias, Lynn, y tienes todo el derecho — ella se gira a mirarme —  Solo espero que algún día puedas perdonarme. Eres una gran amiga para mi.

 — No creo que te odie. —me sorprenden sus palabras— Solo necesito un tiempo.

Se encoge de hombros y se va hacia la puerta. No me lo dice pero la conozco lo suficiente para saber que no está bien, y eso me come por dentro. Otra cagada más para lista de cagadas de M, que en las últimas 24 horas no parece hacer otra cosa que crecer y crecer. 

Antes de salir por la puerta Lynn se gira una vez más.

—No te sientas culpable, M —me dice mientras mantiene la puerta abierta—.  En parte fue culpa mía por engañarme a mi misma, por pensar que podía sustituirle, —Lynn fuerza una sonrisa— por pensar que me escogerías a mí por encima de él. Fui estúpida. —se encoge de hombros.