Miare, es una chica que apareció con 5 años mas allá de las granjas de Cordialidad. Fue adoptada por Johana, la líder de esta facción, y vivió con ella hasta que cumplió los 16.
En su prueba de aptitud descubre que es divergente, cosa que ya veía ve...
El sonido de dos metales chocando me despierta. Me incorporo, froto mis ojos con las manos y los abro lentamente mientras me desperezo.
— ¡Hora de despertar, iniciados!—nos anuncia Cuatro, el cual seguía golpeando el vaso de metal contra la barandilla de las escaleras que dan a la salida de la habitación. — Tenéis 5 minutos. — y dicho esto, sale de la habitación.
La gente se despierta poco a poco y se oyen muchas quejas y bostezos. Empiezo a vestirme. Me pongo la camiseta y siento una pequeña punzada en el cuello cuando esta lo roza. El chupetón de Eric, casi me olvidaba. Una leve sonrisa se dibuja en mi cara al recordar los acontecimientos de la noche anterior:
-Prefiero morir abrasada en vez de congela
Eric sonrió en mi oreja, al parecer satisfecho por mi respuesta. Sus labios volvieron a unirse con los míos y ahí nos quedamos unos segundos más hasta que él decidió poner fin a uno de los mejores momentos de mi vida en Osadía hasta entonces:
—Creo que ya va siendo hora de que te vayas a la cama, ¿no, iniciada?
Yo sonreí levemente al escuchar la palabra “iniciada”. Era curioso que me llamase así teniendo en cuenta lo que estábamos haciendo.
—Puede…—dije—O podríamos quedarnos aquí un rato más.
Eric soltó una pequeña risita y negó levemente con la cabeza. Se separó de mí y empezó andar en dirección a las habitaciones.
— ¿Vienes o qué?—se paro y me preguntó, volteándose para verme, cuando se dio cuenta de que yo me quedaba ahí parada.
—Voy—le contesté siguiéndole.
Caminamos en silencio, yo con una sonrisa dibujada de oreja a oreja y él tan serio como siempre. Me acompaño hasta la misma puerta de las habitaciones, a pesar de que no era necesario. Y allí se despidió:
—Bueno, supongo que hasta mañana— dijo un poco indeciso, supuse que era porque no sabía cómo debía despedirse, pues yo tampoco lo sabía.
—Pues, hasta mañana—me despedí también con una sonrisa forzada—Supongo…
Avance hasta la puerta y él se quedo allí parado, observándome. ¿Por qué esto de repente me resultaba tan incomodo? Puse mi mano en el pomo y me decidí a abrir la puerta. ¿Pero qué estaba haciendo? Deje el pomo, me giré y, con paso decidido y rápido, fui hacía él y le bese. Fue un beso corto y rápido, un simple contacto de labios que no le di tiempo para seguirme. Me separé rápidamente y añadí:
—Ahora sí. Hasta mañana, Eric. — me fui corriendo y entre en la habitación sin darle tiempo a contestar.
Tras recordar el final de la noche anterior, sonreí todavía más. Intente tapar un poco el circulo morado que Eric había dejado en mi piel como marca de la noche anterior, cosa que me dejaba claro que no había sido un sueño, pero aun así todavía sobresalía un poco por encima del cuello de la camiseta.
Mi sonrisa se borra por completo cuando veo a Peter, con un ojo morado y el labio partido, pasando justo en frente de mi cama para salir por la escalera. Le dirijo una mirada de odio profundo. Si las miradas matasen, él habría muerto hace ya bastante.
El recuerdo de la noche anterior de repente tenía un sabor agridulce. Estúpido Peter. ¿Por qué tuvo que arruinar así la noche? Solo tenía ganas de estrangularle hasta que se quedase sin aire…Pero tal vez eso sería acercarse demasiado, ¿y si intentaba violarme de nuevo y esta vez no estaba Eric ahí para salvarme?
Negué con la cabeza. ¿De verdad estaba preguntándome eso? No podía dejar que Peter me afectara tanto; no podía dejar que Peter me diera miedo.
Decido no darle más vueltas y continuo vistiéndome.
Termino y salgo la última de la habitación. Justo a tiempo. Todos estaban en la puerta esperando, incluidos los nacidos en Osadía. Y allí estaba Eric, al lado de Cuatro, examinándonos a todos con su gélida mirada. Cuando nuestras miradas se cruzaron yo le sonreí, no se muy bien porqué. Pero el continuo su recorrido e hizo como si no hubiera visto nada. ¿Acababa de pasar de mí o era solo imaginación mía?
—Seguidme—nos ordeno Cuatro, iniciando la marcha.
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Hey, here!🙋
Si, ya lo sé, capitulo extra corto. Pero es que me lié a cambiar cosas de los capítulos que no me gustaban como me habían quedado y se me quedo esto colgado. No sabía qué hacer con él. No es que sea una parte esencial del libro pero no quería eliminarlo. Así que decidí hacer un mini capitulo con él y así aprovechar y anunciaros ¡mi nuevo intento de maratón!🙌
La ultima vez no me salió muy bien por el tema fallos de Wattpad, fallos de internet…Espero que esta vez me salga mejor, vamos😅.
Por ahora no digo fecha, pero cuando veáis una notificación de actualización donde en el capitulo ponga algo como “Maraton 1/3”, entonces es que es el maratón XD. Si eso ya avisaré por alguna publicación en mi cuenta😎 (así que si os queréis enterar, todos a seguirme🌚).
Aprovecho también para daros las gracias. Sé que soy tremendamente pesada con esto, pero de verdad, me hacéis muy feliz con todos vuestros votos y comentarios. Me alegra ver que esto, que comenzó siendo un simple intento de libro, vaya haciéndose más grande y vaya llegando y gustando (aunque supongo que también disgustando, pero a esas que les den XD) a más personas. ¡Ya casi llegamos a las 6.000 visitas!🎉 (para mi es todo un logro, ¿vale?😒)
También quería dar la bienvenida a todos los nuevos lectores, que se que los hay. ¡Besos para todos!😘😘
Y esto es todo por hoy, amigos. Os dejo con el adelanto, que el otro día se me olvidó ponerlo🔜.
ADELANTO:
— ¿Qué es eso que tienes en el cuello?
Mis ojos se abren como platos y contengo la respiración cuando caigo en la cuenta de lo que es “eso que tengo en el cuello”. Intento que mi reacción parezca algo normal y en un tono también normal, pregunto a modo de respuesta:
— ¿El qué? ¿Es que tengo algo en el cuello?—palpo mi cuello con las manos, siempre tratando de no dejar al descubierto el pequeño e irregular circulo morado.
—Eso de ahí—señala Uriah—Justo donde tienes la mano derecha. Sí, justo ahí.
—Eso no es nada, una tontería, solo me dí…—iba a soltar una mentira penosa, pero Uriah se adelantó.
— ¡¿Eso es un chupetón?!—aseguró, demasiado alto para mi gusto.
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La foto en realidad no viene al caso pero me hizo mucha gracia cuando la vi. Me despido con ella y espero que os haga tanta gracia como a mi🤗.
Smiling os ama a todos😻💕 (incluido a ti, lector fantasma😏)
