- Vayámonos Steve - Andrea ni siquiera lo dejo entrar pues abrió la puerta y lo jalo para que la siguiera.
- ¿Me seguirás? - le pregunto ella con una sonrisa girándose hacia él
- Donde quiera que vayas - le respondió Steve siguiéndola hacia el coche de William - ¿Sabes manejar?
- Si, aunque no lo creas se hacerlo - se encogió de hombros - No soy damisela en apuros, así que hoy iremos en el coche y no en tu moto
- ¿A donde iremos? - le pregunto entrando al auto como ella lo hacia
- A comprar los regalos de navidad - le respondió arrancando el coche - Faltan dos días y yo no he comprado nada
- Yo no soy bueno con esas cosas - dijo Steve mirando incomodo al frente
- No te preocupes, tu no compraras - sonrió mirándolo de reojo - Lo haré yo y por allí, iremos a la tienda de música que me gusta visitar, para des empolvarte un poco los oídos allí encontraremos de todo.
- No creo que tengan de la música que yo conozco -
- Allí hay de todo, Steve. Ya lo veras.
Andrea manejaba tan bien como él manejaba la moto, él simplemente se dejo guiar por ella. Caminaron primero hacia la tiendas de golf, ella le dijo que su padre era aficionado de ese deporte, un deporte tranquilo que él disfrutaba, siguió en las tiendas de deportes para comprar en el área de fútbol Americano después. Al principio no quiso pero acepto que él le ayudara a cargar las cosas, continuo en un enorme centro comercial, que recorrieron comprando regalos para Eloise y Marie. Finalizando recorriendo las calles del centro de New York para llegar ala tienda de música que ella le quería mostrar.
- Hay demasiada gente - le menciono él.
- Somos todas las personas que dejamos las compras para el final pero, es cuando más se siente en las calles el espíritu navideño - sonrió mirando a su alrededor - Escucha la música, escucha la risa de los niños, ve el rostro de la gente sonreír, ve el lugar y siente ese ambiente de cordialidad, esperanza y amor, por unos días la gente se olvida de los pesares sea cual sea su situación, para mirar a la persona de a lado y desearle lo mejor del mundo, se olvida todo, disfrutas a tu familia, a todo el que quieres.
Tenia en su rostro una gran sonrisa, una sonrisa como la que tenia cuando corrió a sus brazos saliendo de la escuela primaria donde dio su primera clase. Esa sonrisa donde aparecían sus hoyuelos y donde sus ojos miel brillaban con intensidad, aparte de los niños, Andrea adoraba la Navidad y, Steve la adoraría tanto como ella lo hacia. Encontró una manera diferente de ver las cosas desde que ella apareció en su vida. En cada esquina había un hombre vestido de Santa Claus cantando la misma canción y ella con una sonrisa le daba a cada uno dinero.
- Te quedaras pobre si sigues haciendo eso - le dijo cuando iba a darle a otro más.
- Ahorre dinero para esto - le contó con la sonrisa que tenia desde que caminaban por el lugar - Todos los años hago lo mismo
- Tienes el espíritu navideño muy arraigado - dijo negando con una sonrisa - eres una adulta con un corazón de niña
- ¿Y eso es malo? - le pregunto
- No, no lo es - suspiro - todo lo contrario, todos deberíamos tener un poco de ello
- Tu lo tienes, eres la persona más noble que conozco - ella se giro a él - se que se muy poco de ti, porque no me cuentas nada de lo que eres, no más allá de lo poco que nos has dicho pero, tus ojos me dicen todo lo que quiero saber.
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Wherever you will go. (Donde quiera que vayas). Capitán América.
Fanfiction"Tú eres la luz que brilla en esta ciega justicia. Iré donde quiera que vayas". La historia es mía, los personajes a excepción de los Mountbatten y algunos otros pertenecen a Marvel así como el entorno en que se desarrolla. Basada mayormente en las...