Wherever you will go. (Donde quiera que vayas). Capitán América.

Capitulo 11: Capitán América.

                  

Andrea se quedó en la puerta de su casa cuando Steve se marchó, pensando que ese fue un hasta luego pero ella sentía en su pecho que podía ser también un adiós.

- ¡Andrea!

Dio un brinco al escuchar los gritos de su hermana que aparecía en la entrada de la casa.

- ¡Andrea! - volvió a gritar acercándose a su hermana que seguía en la puerta.

- ¿Que pasa? ¿Estás bien, Marie? - pregunto

- Lo estoy, bueno estoy bien pero muy sorprendida - eso era cierto pues se le notaba enseguida en su rostro las emociones en su hermana menro - ¡tienes que venir conmigo!

- ¿A donde? ¿Que hiciste ahora? - exclamo - ¡Marie, en que líos de metiste!

- ¡Nada! - la menor entrecerró los ojos - ¿porque debería haber hecho yo algo malo? Qué poca confianza me tienes hermana.

- Esta bien,- rodó los ojos - ¿que es?

- ¡Ven conmigo al museo del Capitán América, tienes que verlo! - dijo sin dudar

- ¿Porque? - frunció el ceño - ¡Dijiste que me esperarías para ir!

- No pude esperar más tiempo, ya sabes como soy, unos amigos me llevaron pero, ¡te juro que tienes que venir! y verlo con tus propios ojos, muchas dudas serán resueltas, hermana. Yo aún sigo en shock y ya entiendo porque Steve no quería que fuéramos.

Andrea frunció el ceño de nuevo, confundida por la información que su hermana pudo haber encontrado que la tenía así de emocionada y conmocionada.

- Marie...

- ¡Vamos, Andrea! - jalo a su hermana sacándola de la casa - Tienes que ver esto con tus propios ojos. No se puede vivir con dudas siempre y te juro que he esto te responderá muchas.

- ¿Que? ¿Que tendría que ver conmigo ir al museo del Capitán América y responder mis dudas? - se resistía a ir junto a su hermana

- Steve Rogers. ¡Vamos! ¡Qué no se si llamarnos inocentes o ignorantes!

Andrea no lo dudo más al escuchar el nombre, tomo un pequeño bolso y fue junto a su hermana donde quería llevarla.

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Steve Rogers estaba preparado para reencontrarse con su primer chica, con Margaret Carter, le informaron que padecía Alzheimer. De la misma manera que podría recordarlo podría no hacerlo, su memoria no se mantenía en el mismo lugar por  tiempo indefinido. Allí estaba ella, teniendo la misma belleza en su mirada aun con su edad, tal vez eso él siempre se fijaba en una mujer y en la que amaría, en los ojos, en esa mirada especial. Cuando los ojos de Peggy se fijaron en él, lo reconoció enseguida, ella nunca lo olvidaría.

-¿Steve?

- Soy yo

Peggy comenzó a llorar y él se acerco a ella. Le contó todo, todo lo que él sabia de cuando despertó, todo cuanto ha podido saber y Peggy recordaba, recordaba todo. Le contó ella misma lo que paso después y ella recordaba. Steve miro en la pequeña  mesa de lado derecho fotos de Peggy junto a sus hijos cuando eran niños y con su esposo.

- Debes estar orgullosa de ti misma - dijo sonriendo mirando las fotos, ella siguió su mirada

- Él vivió una vida, nunca nos separábamos. Yo Aprendí a vivir la vida, tuve que vivir, viví mi propia vida - ella sonrió a él de manera maternal, sonrió al chico que una vez amo, era el mismo, sus mismos ojos azules bondadosos, pero ella no era la misma, había envejecido 70 años, continuó con su vida y Steve no lo hizo, para ella merecía él aceptar esa oportunidad que la vida le daba, aunque no fue con ella como deseo hace 70 años, esperaba que siguiera con su vida y formará una familia como ella lo hizo, tenia que hacérselo saber. - Ahora mi única petición es que tu puedas vivir tu propia vida.