Era un día bonito, soleado y con inminentes propuestas de amor y con posibilidades de un no por respuesta.
Ese día era en el que me le iba a declarar a la chica que me gustaba si a Andrea pero como le iba a decir, bueno eso yo me preguntaba, no sabía cómo decírselo de forma directa, con un mensaje de texto o como rayos se lo diría.
Pero antes de contar este sufrimiento me gustaría presentarme de una manera correcta mi nombre es Jair Mata, o bueno así me gusta llamarme, soy un chico alto de 1.73, ojos café oscuro, moreno como toda mi familia, pelo negro como la noche, soy un poco gordo aunque algunas personas lo nieguen y obviamente tengo lentes... o claro se me olvidaba comentar algo por lo que me recuerdan y ese algo es que aunque me este derrumbando por dentro siempre intento sonreír...
Regresando al tema del cual estábamos hablando opte por decírselo de la manera más sencilla y más romántica de mi punto de vista, como, por medio de una carta si, de esas que escribían nuestros abuelos o padres en sus tiempos de juventud.
Así que decidí darle la carta y como era de esperar me rechazo bueno creo que eso ya lo sabían por el título de este capítulo.
Ese día jamás lo olvidare fue todo como película de romances de Televisa, el cielo se tornó gris en menos de lo que canta un gallo, empezó a caer una tormenta, al parecer mi pronóstico había acertado y las altas posibilidades de un no por respuesta fueron reales.
Bueno pero el día apenas estaba iniciando mis expectativas podrían cambiar en segundos y convertirse en el mejor, pero todo paso al revés.
Para empezar mis cuadernos se mojaron porque se me cayó el agua que traía en mi mochila, después se me olvido mi dinero para comer mi día se estaba tornando cada vez mas gris cada que hacia una acción.
Pero algo más terrible estaba acercándose y ese algo era peor de todo lo que me paso... Vi a la chica que me rechazo besarse con otro, eso fue un disparo directo al corazón.
Despues de eso el cielo se despejo, ya no estaba lloviendo y salimos más temprano, que podría salir mal dije, iba camino a mi casa y mágicamente el cielo se tornó otra vez gris y empezó a llover como siempre tengo que abrir mi bocota.
Me logre refugiar en un lugar donde había techo, era como un puesto de periódicos pero estaba cerrado. Así que no había riesgo de que me echaran de ahí.
Pero sentía una presencia, no sabía de quien era hacia que decidí mirar el otro lado del puesto y la vi.
Una chica que parecía estar indefensa hacia que decidí romper el hielo algo que jamás hago.
-Hola- dije con seguridad
-Hola- dijo con una voz temblorosa
-Que feo está el clima no crees- dije con una voz muy segura
-Si...- dijo ella aun un poco tímida
La vi temblando así que decidí darle mi chamarra y me presente con un apretón de manos.
Le pregunte como se llamaba y me contesto con su dulce voz "Estefanía" un nombre que al escucharlo se me pone la piel de gallina, un nombre que desde que lo escuche me encanto.
Decidí acompañarla a su casa para ver que llegara bien. Me dijo que luego me entregaría mi chamarra.
La primera vez que hablo con una chica sin miedo y tal vez la última.
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La vida de un enamorado: Operación moño rojo #WATTYS2018
Teen FictionLa vida de un enamorado, narra la vida de un chico de preparatoria que vive eternamente en la FRIENDZONE. Pero un día conoce a una chica que tal vez puede sea la indicada para el...