Daddy {Rubelangel}

iii.

Rubén lo miraba atónito, no sabia que responder. Aunque sabía que lo único que podía decir sería "Si" de ser un no recibiría un castigo por parte de su daddy; eso le dolía, sufría mucho por eso estaba resignado a aceptar cualquier cosa que Mangel le propusiera.

El ya mencionado se quedo mirando a la nada, pensando en como podrían ser aquellas fotografías...

-- Necesito que te coloques en el suelo, curveando tu espalda y abriendo totalmente las piernas.

El suelo era demasiado frio en aquel oscuro y lúgubre lugar, pero lo hizo, se colocó en la posición que le indicó.
Pudo notar la erección de Mangel inmediatamente; esas fotografías eran muy reveladoras y excitantes.

Pero colocó la mirada en la punta de la cámara y empezó a fotografiar cada lugar de Rubén, lograba plasmar perfectamente esas sensaciones de miedo junto con dolor que tenia el pasivo.

Cada flash que disparaba el foco radiante hacia que se sintiera tan mal, tan poco, tan insignificante y dagradado. El frio y aquella sensación de esta al borde de las lágrimas hizo que sus labios, mejillas, nariz y trasero se tornara de color rojizo pálido; lo que le hacía ver mas frágil e indefenso. Como un niño perdido en un mundo de perversión.

--- Hemos acabado belleza, puedes descansar.

-- ¿Me puedes dar un beso?, pero uno que no me haga daño, que no me haga sangrar si no uno dulce... como al principio ¿recuerdas?

-- Es que no te gusta como es papi ahora, o jamás te gustó. Creí que me amabas...

-- Si te amo eso nunca lo dudes... es... solo que no... no me gusta que me hagas ¡DAÑO!

De un fuerte golpe en el rostro hizo que la nariz le sangrara.
En la habitación solo permaneció un silencio aterrador. Mangel solo oía los sollozos de Rubén y se detuvo a miralo lo tomo de los brazos levantandolos y lo beso, pero hizo exactamente lo que él otro chico no quería, lastimó su labio inferior con una fuerte mordida, lo ató y cerro la puerta dejándolo completamente a oscuras solo con la luz de la luna que entraba por aquel tragaluz...