vii.

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Para que negarlo prefería mantenerme oculto, fuera de peligro. Y solo en los brazos de Mangel podía sentirme así.
Nunca creí los sucios que podrían ser sus sentimientos; aveces me atemorizan bastante, hace tiempo que deje de disfrutar este "jueguito" mutuo, estaba cansado de que me tratara como su hijo y yo lo a él como mi padre... creí que seria divertido pero termino siendo una muy mala idea.
Pero no podía confesarlo; como reaccionaria, me haría daño como las demás veces que lo intenté. No pensaba dejarlo, solo quería mi libertad.

Sesión fotográfica

Mangel se encontraba preparando todo para una sesión fotográfica donde el modelo sería Rubén, porque en su mente él era perfecto, el único que merecía que su cuerpo fuese observado y contemplado.

Las fotografías que había tomado la sesión pasada habían gustado mucho, tal vez era esa "perfección" en Rubén o que todos en aquel lugar tenian la misma mente retorcida que Mangel. Realmente no importaba, él se sentía orgulloso y a su nene lo haría posar las veces necesarias hasta que su arte fuese visto de una mejor manera y ejercer su trabajo sin vergüenza o temor a ser rechazado.

-- Bueno Rubén, ahora te pondrás este baby doll, es rosa hace que se vea realmente lindo con tu piel y esos labios tan hermosos que tienen.

Rubén sonrojado comenzó a ponerselo. Aunque había veces en la que le temía, la forma en la que le hablaba lo tranquilizaba y le daba un confort de amor algo que él nunca antes habia recibido.

Mangel trajo una mecedora donde pidió a su uke que se colocara por encima de los brazos de esta una pierna arriba y la otra rozando el suelo. Para hacerlo parecer mas tierno le metió un chupon en la boca, una luces azules navideñas recorrían su delgado cuerpo, los moretones que su "dueño" le hacía encajaban perfecto con la paleta de colores de los demás objetos que le adornaban.

Mirando la imagen desde varios ángulos fotografiaba al amor de su vida, Rubén se sentía tan bien, él le daba tanta importancia... era una diva en toda la extensión de la palabra frente a la camara.

Cuando finalizaron las imágenes deberian ser reveladas en "el cuarto oscuro" que era como le llamaba Rubén...

-- ¡Lo hiciste de maravilla!, eres una verdadera obra de arte. Papi irá a revelar las fotos al cuarto de abajo se buen niño y quedate aquí.

Por más "tiernas" que sonarán las melodiosas palabras que escupía su boca, terminaría como siempre atando a Rubén de manos y piernas, desnudo, con las luces apagadas. Solo. Y una vez más ese tierno chico que usaba gafas y de sonrisa encantadora volvía a tratarle de su títere.

Daddy {Rubelangel}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora