Daddy {Rubelangel}

xiv.

Las luces, los colores, los objetos todo lucia bastante bien, la verdad es que Mangel lo había hecho tan bien que estaba todo listo; pero en un abrir y cerrar de ojos el entorno se torno un poco incómodo, justo cuando de la boca del ya mencionado salió un... "métete el consolador querido" un tanto extraño pero típico dentro de su vocabulario.
Richard solo observaba como lo hacía y como, no, hasta estar dentro este "aparatito" fue que hizo efecto; tantas veces lo había hecho ya Rubén que ningún toque lo excitaba a menos que se encontrara lo suficientemente dentro, a decir verdad a leguas se notaba que él era la pasiva en la relación.

Y fue disparando el flash de la cámara, capturando ese momento.
Ya al acabar Rubén salió de la habitación donde hacían el trabajo y fue a su casillero donde encontró una carta, esto le recordaba un poco a la época de secundaria donde las chicas le dejaban notas y cartas, las mismas que tiraba porque desde joven supo que las mujeres no eran para él. Incluso el día que se lo dijo a su madre fue extraño, dio a conocer su orientación sexual en la cena de "año nuevo" con un.
" madre... me gustan las pollas"

Y si, justo ese día con 18 años lo sacaron de su hogar...

Secretos
[El contenido de la carta]

Rubén

Hoy tengo el día libre, que te parece si te invito a salir, o simplemente jugar en la play por la tarde... si aceptas te espero en el estacionamiento de afuera a las 6:00. Si tu eres la pasiva, entonces esto, si, si es una cita.

Anonimo.

- Já, anónimo... si Richard significa anónimo entonces si, es él. - al ver que Mangel se dirigía a él hizo una bolita con la carta ocultandola detrás de él.

- Amor, nos vamos ya. Estoy un poco agotado y si quieres al llegar nos podemos divertir un poco.

- Por supuesto que si. - dijo cual niño al que le regalaran un dulce... o una buena polla si lo vez desde su perspectiva.

Debo asistir a mi primera cita... ¡escapemos!

Las manos tentando el cuerpo de Mangel deslizando cada prenda, besando su cuello, fue la manera perfecta en divertirse.

- ¿Podemos hacerlo ya?

- Creí que nunca lo dirías - dijo Rubén.

- Quieres vestirte para mi...

Unas bragas delgadas rosas y unas calcetas rojas largas fue lo que sacó del ropero.

Recargado sobre la pared con las piernas totalmente abiertas se encontraba Rubén, y en un modo de tentar a la excitación, orillandolo a gemir cada vez que pasaba su mano por el pene, masturbandolo y rosandolos entre sí. Llegó a la entrada trasera de su cuerpo para poner un poco de lubricante en sus dedos y metiendolos uno a uno para poder meter su miembro, y así lo hizo por media hora; pero Rubén se mantienia callado para poder cansarlo y salir a su cita.

Cuando por fin se quedo dormido, uno de los brazos de Mangel sostenia a su amor por la cadera, y deslizándose lentamente para que no sintiera lo logró y con un poco de arrepentimiento se vistió y dándole un beso en la frente le dijo.

- Ya vuelvo cariño - susurrando.

Como Mangel siempre cerraba al cien por ciento las puertas abrió la ventana y saltó para dirigirse al estacionamiento donde Richard lo esperaba fuera del auto dandole a una calada a su cigarrillo abrió la puerta del acompañante donde entró Rubén y arrancó para "escapar".