xvi.

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A un lado de una vieja ventana que desprendía un olor peculiar, a que su madera era antigua, abrazado por sus propios brazos, temblaba demasiado y con una fiebre que sentía que la sangre le hervía; así Rubén intentaba no morir, y si así era que fuese de la manera mas propia de hacerlo. La poca fuerza que tenía en esos momentos, le impedían levantarse, varias veces intentó gritar por un poco de comida, pero parecía que simplemente sus cuerdas vocales y su campanilla no concordaban para provocar una simple sinfonía suplicando "ayuda", tal cual como en esas pesadillas nocturnas de tú infancia; pero para su desgracia esto no era una pesadilla de la cual cuando su alarma toque esa  melodía simplemente despertará, no, esta era su jodida realidad. Por su mente pasaban todos esos momentos que pasó junto a Mangel, momentos que tal vez por sus estúpidas decisiones jamás se volverían a repetir.

De un golpe a la puerta lograron abrir, y con una mirada de completa excitación un hombre recorrió su cuerpo de polo a polo.

- ¡Hey! Tú niño levántate que debemos hacer algo.

Rubén logró asentir con la cabeza, y con las suaves, largas, palidas y débiles piernas hizo un intento de levantarse, el par de miembros parecían ser de un ciervo recién nacido que no podía mantenerse de pie.
El hombre alto y musculoso se detuvo a observar como bajaba la cabeza, fruncia el seño en señal de impotencia y podría jurar que estaba apunto de llorar, pero justo cuando iba a caer para darse por vencido sus brazos lo sostuvieron, una hermosa sonrisa de parte de Rubén agradeciéndole, obtuvo una del contrario.

- ¡Joder estas hirviendo! Literalmente, debemos llevarte a un hospital.

Él solo "respondió" con un silencio y lentamente salieron de la escalofriante habitación.

- Miren quien ha llegado, el rey del show. Ven, siéntate junto a mi. - dijo dando cortos pero rápidos golpes a la cobertura de tela que tenía el sofá.

Rubén miro al otro chico, bajando levemente la cabeza en señal de agradecimiento. Y continuó caminando hacia el sofá.

- Aquí estoy.

- Vale. Mira como puedes ver, no somos ricos, ni nada por el estilo, pero - con una media sonrisa añadió- tú pequeño Mangel sí lo es.

Y estaba completamente en lo cierto, Mangel, por herencia de sus padres se había hecho dueño de varias propiedades, invertido en empresas, pero prefería mantenerlo oculto; dentro de todo eso, un ochenta por ciento era para la caridad.

- ¿Qué quieres? Pedirle un rescate por mí, el ni de coña daría algo por mí... después de lo que le hice.

- Uno: sí quiero pedir un rescate por ti y dos: el lo haría sin pensarlo dos veces.

"Él lo haría sin pensarlo dos veces"

Eso era cierto, y estarían a punto de dejarselo en claro.

- Solo necesitamos que hables por este aparatito - dijo moviendo de un lado a otro su móvil - vamos, eres fuerte ¿no?

¡No! Su alma gritaba desesperada. ¡No!, porque era cierto. NO fue lo suficientemente fuerte para detener a Mangel del daño que le hacía, NO fue valiente para escapar. Así de fácil era débil y no podía vivir sin Mangel.

Pero mintió, una vez más. - Sí. Lo soy.

- Bien. Ahora marca el número del joven Rogel. - extiende su brazo entregándole el móvil.

To the other side

Mangel había aparcado a lado de un árbol, desesperado no podía detener la vibración constante en sus manos que provocaban los nervios de no poder encontrar al amor de su vida. Sacó un cigarrillo de su bolsillo delantero junto con uno fósforo, cuando se encontraba con el cigarrillo en la boca a punto de encenderlo, recordó la promesa que le había hecho a Rubén del no volver a fumar porque él temía que su seme muriera de un problema pulmonar y de inmediato lo soltó acompañado de lágrimas las cuales no podía detener sentía tanta impotencia, realmente se sentía muy mal de tal vez no poder rescatarlo como otras veces; pero una vibración que le recorrió la pierna, proviniendo de su celular hizo que cesara el llanto y con la vista aún nublada por las lágrimas dijo...

- Hola...

- ¡Mangel!

Era la voz de Rubén del otro lado de la linea, su corazón se detenía. Pero el panorama cambio cuando de fondo se escuchó un disparo y el tiempo sentía que se detenía frente a sus ojos.

Daddy {Rubelangel}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora