Daddy {Rubelangel}

xi.

" En el fondo sabemos que detrás de cada miedo... está la libertad"
M. Fergurson

Temblando en el piso, con la piel sin color, el cuerpo débil y frágil; solo tenía unas calcetas largas y su ropa interior que le cubrían de ese frío que calaba hasta los huesos. Llevaba exactamente tres semanas sin ingerir ningún alimento, ni bebida, seguía yendo a las sesiones fotográficas; el motivo de su anorexia era que aquellos enfermos mentales que se hacían llamar "los jueces" les gustaba como se veía su cuerpo, su piel y obligaban a Mangel a mantenerlo en eterno ayuno.
Él quería uir, llegó a un punto donde lo que dijera Mangel ya no le importaba, ya no tenía más miedo y estaba dispuesto a enfrentarlo, todo por obtener su libertar y ser feliz...algo que hace mucho dejó atrás...

Me voy y no doy vuelta a atrás.

Su daddy no se encontraba en casa, era la oportunidad que había estado esperando. Tomó una mochila y guardó todas sus cosas... incluyendo la camisa de Mangel, que aún guardaba su olor. No era un abandonarlo, era un "te amo, pero me haces daño".

Abrió la puerta y el frío viento golpeó su rostro, olía a...- suspiro-  aah libertad...
Sonrió. Sus labios se curvearon para soltar una risa de emoción y alegría; pero sucedió algo que no esperaba para nada, aquél chico que sacaba las fotografías en las sesiones, se encontraba fumandose un cigarrillo, recargado en un auto. Su mirada intentó evitar al otro, pero inmediatamente chocaron y él tipo que siempre, desde el principio estaba enamorado de Rubén no evitó hablarle...

-- ¡Hey! Rubén, hola.

Él quería evitar hablar con ese chico, por lo que intento uir. Esquivando sus palabras pero su brazo lo tomó el otro deteniendo su caminata.

-- ¡Rubén!

-- Hola. - dijo temeroso.

-- ¿Por qué me evitas?

-- No lo hago... solo no tengo tiempo.

-- Es por Mangel ¿verdad?

-- N- no. - su respuesta entre cortada y tartamudeando dejó ver que mentia.

-- Pero ahora no está, ven, vamos a comer algo ó lo que tú quieras.

《Lo que tú quieras》
Esa era una opción que su daddy pocas veces le daba y el hecho de darle a tomar una decisión, permitió que abriera su corazón, aceptando su propuesta.