Cerré los ojos y caí dormida, después desperté con un sabor extraño en mi boca, las luces de emergencia aún se contoneaban, el silencio reinaba sólo se escuchaba el beep beep del aparato que tenía conectado, me desprendí todos esos electrodos, el beep beep sólo se quedó en un beeeep.... Me senté a la orilla de la cama, traté de levantarme pero caí de ancho al piso, y sentí un cosquilleo en mi pantorrilla, trate de levantarme, con esfuerzo lo logré, di unos pasos muy lentos hacia el w.c. y vi un gran botiquín con espejo, y al mirarme casi me desmayo.
Tenía tremendas cicatrices y mi pierna, no era mi pierna, era una prótesis, me amputaron por debajo de la rodilla, un sentimiento se apoderó de mí, me dio mucha tristeza, me recarge de espaldas en la pared y fui sucumbiendo hacia el piso, me preguntaba que ¿porqué? Me pasaba esto a mi, solté el llanto, no pude evitar llorar muy fuerte, era el día más triste y miserable de mi vida, y todo por esos militares que abusaron de mi. Pensaba en Luis, pensaba mucho en él, me preguntaba si estaría con bien, mi pecho dolía, mi garganta igual, de tanto llorar y llorar, de pronto escuche unos pasos, y decidí controlarme y guardar silencio, cerré por dentro la puerta del w.c. y tomé un bisturí.
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¿Los no zombies?
General FictionRelato de situaciones derivadas de una rara enfermedad desde el punto de vista de gente cotidiana.