El despertar de una leyenda

Decimos adiós a un Jinete.

Narra su infantil escritora

Grover no era la clase de sátiro que se quejaba mucho. No se parecía en nada a los faunos que pululaban por el campamento mestizo. Era feliz y lo único que quería en la vida era poder seguir con su fantástica novia y sus amigos. Y, si se daba el caso, poder cuidar a un par de sobrinitos de pelo rubio y ojos verdes que le pidieran que les contase infinitas veces como sus adorados papis salvaron el mundo tiempo atrás.

Pero al parecer eso no iba a ser posible. Annabeth ya le había contado lo de su ruptura con el cabeza chorlito de su mejor amigo. Esto le pareció extraño, pues Percy no le había mencionado nada de que planeaba romper con la hija de Atenea.

Mientras se dirigía a buscar a su novia al bosque, se cruzó con las cazadoras de Artemisa. Un vago recuerdo le llegó a la mente de cuando intentaba coquetearlas antes de su viaje por todo el país en busca de la diosa de la caza. Thalia no estaba con ellas, cosa rara teniendo en cuenta que era la segunda al mando de Artemisa. Entonces cayó en la cuenta de que estaría con Nico di Angelo planeando una broma al pobre Jason alegando que era para que dejara de ser un aburrido.

Nuestro joven sátiro iba caminando entre las cabañas cuando oyó unos sollozos provenientes de la de Poseidón. Entró a ver que pasaba y se encontró a Tyson en su cama abrazando una almohada.

- Hey, grandullón. ¿Estás bien?

- Quiero que el niño cabra me deje solo.-lloró él. Grover suspiró sabiendo que esto le iba llevar un rato y que no iba a poder estar con su Enebro.

- Hechas de menos a Pery¿verdad?.- preguntó. El cíclope se levantó y asintió.- Ya, yo también.

- Percy ya no es el novio de Annabeth. Annabeth está triste por ello aunque no lo demuestre. Grover, ¿Percy es malo por hacer llorar a Annie?-preguntó con ojos llorosos.

- Por supuesto que no. Percy es bueno. Sigue queriendo mucho a Annabeth.

- Y por qué la ha dejado?

- Por que la quiere.-aclaró Grover. Tyson le miró con confusión y el sátiro rió por lo bajo.- Es algo difícil de entender. Verás Tyson, Percy y Annabeth siempre se querrán, pase lo que pase. El problema es que les pasan cosas malas por que son héroes. Y por eso Percy ha roto con Annie, por que es un sesos de alga locamente enamorado de nuestra rubia y no quiere que sufra por su culpa.

- Pues yo creo que mi hermano está haciendo sufrir más a Annabeth que si siguiera con ella.-declaró el hijo de Poseidón. Grover se rió.

- Yo no he dicho que Percy sea listo, pero lo hace con la mejor intención. Que me dices colega, ¿te hechas una play?

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Percy se incorporó y sonrió al darse cuenta de que Grover le había enviado algunas de las cosas que pasaban en el campamento. Se rió al recordar a Jason tirando a Piper por el acantilado y la paliza que le daría Clarisse si se entera de que la había espiado mientras estaba con su novio. Se levantó y se arrodillo junto a Reyna que seguía inconsciente.
-¿Cómo está?
-Se podría decir que bien. Es una chica fuerte pero necesita ayuda .... especial.-dijo Erick. Percy volvió su vista hacia Henry que descansaba al lado de Neón. El rostro del hombre estaba perlado de sudor y la herida no se terminaba de cerrar por lo que estaba débil por la pérdida de sangre.
-Percy.-murmuró Henry. El ojiverde se acercó.-Necesito que me escuches con atención.
-Henry deberías descansar, estas .....
-Te he diho que me escuches.-exigió el hombre. Percy asintió.-Debes llegar a Alaska a las Rocosas para ser exactos. Sí, sé que las Rocosas son enormes pero Erick sabe donde es. Solo allí la chica se curará.- Henry tosió e intentó incorporarse.
-Henry no te muevas.
-Chico traeme mi bota de vino, corre.-Percy se levantó y la trajo. Henry le ordenó que se la echara en la palma de la mano y que frotase. Poco a poco una figura ovalada fue apareciendo mientras unos débiles destellos se mezclaban con la luz del amanecer. Percy soltó un grito ahogado.
-Eres un Jinete.-exclamó asombrado.
-Lo fui hace mucho. Pero por mi culpa mataron a mi dragón. Chico, no dejes qur le pase nada a Neón. Y recuerda que un Jinete puede seguir viviendo si su dragón muere, pero un dragón no puede seguir viviendo sin su Jinete.-esto último lo susurró. Henry se estaba muriendo y le quedaba poco a pesar de que Percy y Erick, que se había arrodillado junto al semidiós, no quisieran admitirlo. Henry le tendió un sobre a cada chico.
-Jurar por el río Estigio que no abrireís estas cartas hasta que esteís salvo.-los dos muchachos lo jurarom y un trueno retumbó a lo lejos. Henry sonrió.
-Pase lo que pase, recordad que estoy orgulloso de los dos. Y de tí también, Neón.-el dragón acarició al hombre con el hocico y ronroneó. El viejo Jinete dejó escapar su último aliento con una sonrisa mientras los chicos y Neón lloraban.
Y así es como murió Henry, Jinete de Dragón.

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Hola. Sé que este capítulo es un poco triste. Pero tenía que hacerlo en algún momento. Los que se hayan leido los libros de Eragon se habrán dado cuenta de que Henry es como si fuera el personaje de Brom, padre de Eragon, y que tambén reveló antes de morir que era un Jinete.

Bueno, nos leemos en el próximo capítulo.☺🙌

P.D:Si quereís que haga un especial con alguna pareja decirmelo en los comentarios. Gracias😉