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PERCY POV

Despues de varios meses de viaje por todo Estados Unidos, donde he tenido que montar a caballo en vez de usar un coche como las personas normales. Aunque claro, yo no soy una persona normal soy un semidios. Ni siquiera soy una persona entera, soy medio persona medio dios. El punto es que lo que menos me esperaba cuando llegásemos a nuestro destino era ver al padre de Piper y al padre de mi no.. de Annabeth aquí.

- Así que tu eres el famoso Percy Jackson, el hijo de Poseidón.- habló Tristán - Enserio chico, los dioses te odian.

- Eso le he dicho yo. Sobre todo la madre de mi hija.

- De acuerdo. Antes de que me de un infarto o me explote el cerebro, ¿alguien me puede explicar que pasa aquí?

- Bien, Percy. Como puedes ver Farthen Dur es la sede de los vardenos, aunque eso ya lo sabrías por las historias de Eragon y Saphira. Hace unos veinte años, algunos antes de que nacieras, yo fui nombrado líder de los vardenos como sucesor de mi padre, el abuelo de Piper. Mi carrera como actor solo era una tapadera. Hace ocho o nueve años fui de visita para promocionar una película a la universidad en la que trabajaba Frederick. Estube hablando con él y al final nos dimos cuenta de que la hija del otro era una semidiosa. Le ofrecí un puesto entre los vardenos como estratega y acabó siendo mi mano derecha.- contó Tristán.

- ¿Así que usted, señor Mclean, siempre supo que la madre de Piper era una diosa?-pregunté incrédulo.

- Sí, Percy. Desde que Piper tenía siete años llegaban monstruos a nuestra casa a sí que empecé a sospecharlo y Frederick me lo aclaró todo. Además nadie puede dar a luz a un bebé sano con tan solo 2 meses de embarazo.

- Vamos, que ha estado engañando a Piper desde que tenía siete años haciendole creer que su madre estaba desaparecida. 

- Soy actor al fin y al cabo. Además, ¿no es esa la mentira que te contó tu madre?- yo asentí. Estuvimos los tres un rato hablando junto con Neón de lo que nos había pasado durante el viaje, tambien les contamos como había muerto Henry.

- Bueno Percy, estarás cansado. Frederick, llevalos a su habitación para que pueda descansar y asearse.- el señor Chase asintió y nos condujo a través de amplios pasillos hasta llegar a una puerta los uficientemente grande para que Neón pudiera pasar por ella, y a pesar de ello sobraba espacio. La habitación era enorme. Tenía una cama de agua en un rincón con muchos cojines en forma de pelotas de varios deportes y una enorme losa de piedra junto a ella para que Neón durmiera. En una de las paredes había colgada una canasta y al fondo había una puerta que llevaba al baño y en el extremo opuesto otra puerta que llevaba a un salón de juegos con varios recreativos, varias consolas, una mesa de billar, un futbolín y un air hockey.

- Guaau esto es alucinante.- dije dando una vuelta sobre mi mismo.

- Disfrútalo Percy, te lo has ganado. Por cierto tienes ropa en el armario por si quieres cambiarte, no te vendría nada mal.- Frederick me guiñó un ojo y cerró la puerta. Me acerqué a Neón que se asomaba por un enorme hueco en la pared del fondo de la habitación. Debajo nuestra estaba el valle, las vistas eran increibles.

¿Cómo es que no entra el frío?

Es magia, Frederick me lo ha explicado mentalmente. Si hace mucho calor permite el paso del viento si no, no. También impede que nos puedan ver, pero nosotros si podemos hacerlo. 

Impresionante, es como un espejo de las series policiacas.

Aggg, Frederick tiene razón. Deberías cambiarte y darte un baño.

El despertar de una leyendaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora