- No importó cuántas veces la enseñé el universo- leyó Zayn y la miró de reojo, asegurándose de que ella estaba atenta a sus palabras.-, porque sus ojos ciegos no podían verlo. Era esa la cuestión. Yo no podía compartir con ella mi más grande fascinación. Quería...
-¿Por qué no se lo mostraba con palabras?-preguntó Chloe y él se sintió descolocado por unos minutos.
-¿Con palabras?
-Ella podía ver antes. ¿Por qué no le contó de los colores y la inmensidad? ¿Por qué no describió las sensaciones, todo eso que a él lo enloquecía? No era sólo el universo, era la mirada. Ella podía mirarlo y no ver lo mismo.
-Las cosas son de una forma.-dijo él.-Ella había visto el universo antes.
Chloe marcó la página y cerró el libro para dejarlo sobre la mesa y sentarse frente a él.
-Cerrá los ojos.-pidió.
A él le costó obedecer, no estaba acostumbrado a que alguien le dijera qué hacer. Se acordó de Jessy y la imaginó frente a él, entonces se dejó llevar por esa suaves manos que acariciaban las suyas con timidez.
-Son dos canicas. Al principio creía que eran oscuras, llenas de una bruma salvaje que impedía que los secretos salieran a la luz. Con el tiempo, pude ver su transparencia. Esa ferocidad era sólo el polvo del olvido. Era algo así como la tierra que se junta sobre las cajas en el ático cuando llevan mucho tiempo ahí. Había mucha vida oculta, guardada en esas cajas. Ver a través de ellas era como aventurarse en un desierto de emociones. Por momentos, la piel se te erizaba y querías huir. A veces sentías miedo, terror para ser más exactos. No me gustaba. Era triste y doloroso.-pasó su mano por la mejilla de él quien, antes de notarlo, se dejó descansar en su palma.-¿Sabes de qué te estoy hablando?-negó.- De tus ojos.
El moreno la miró un largo rato y quiso decir algo pero la puerta se abrió y la chica giró tan rápido como jamás había visto que nadie lo hiciera. Bajó la cabeza y sonrió, como si quien acababa de entrar fuera a juzgarla por hacerlo.
-¿Cómo está el amor de mi vida?-preguntó Harry, colgando el sacó y aproximándose a Chloe con los brazos abiertos. Ella no dijo nada, se limitó a hundirse en ellos y cerrar los ojos.
Zayn recordó cuando volvía a casa y Jessy corría a sus brazos, desnuda porque su mamá la quería bañar y ella se negaba. Volvió a alzarla aunque no estuviera ahí, sólo en un recuerdo de pisada fuerte. Se fue, despidiéndose con un gesto de su mano.
Mientras avanzaba por las calles, se encontró preguntándose cuáles habría recorrido ella, con quién, cómo. Se sorprendió sin saber nada de quien debería saberlo todo. Los recuerdos parecían pocos en comparación de todo el tiempo que habían vivido juntos. Era como tener un mundo y perderlo de un segundo al otro. Primero Gigi y después su hija, saliendo por la misma puerta, alejándose por la misma calle. No le gustaba esa sensación de olvido y abandono que llenaba absolutamente todos los rincones en los que miraba.
Entonces la veía a Chloe, llorando y arañando sus brazos cortados, como una nueva oportunidad para vivir todo lo que no se había permitido. No era su hija, pero eso era algo que se había visto obligado a repetirse al menos cien veces en el tiempo en que la había cuidado.
Sabía que Harry no tardaría en notarlo, que no le gustaría la idea, pero el antiguo rompecorazones no arrancaría de la vida de su nena a alguien a quien ella se apegara, porque eso le causaría dolor y Harry no quería que nada la causara dolor a esos ojos verde esmeralda en los que él depositaba su vida entera.
Zayn siguió caminando hasta llegar a su casa e intentó verla con los ojos de Jessy, aunque ella ya no estaba para preguntarle si él la veía tal como ella cada vez que pisaba esa baldosa en la entrada.

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Next Generation
FanfictionTodos hicieron su vida después de ser la banda más exitosa del momento. Muchas letras cobraron sentido. Muchas otras lo perdieron. Su tiempo se terminó. Pero ¿qué pasa si sus hijos se encuentran y deciden ser ellos quienes revivan el pasado?