25- Superhéroe

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James saltó sobre la cama, despertando a Chloe y a Zayn.
-¡Hola!-rió el nene, abrazando a la chica.
-¿James?-lo abrazó y volvió a cerrar sus ojos.-Dormí, lindo.
Zayn la miró y rió con suavidad antes de abrazarla por la espalda con fuerza y besar su cabeza.
- Me olvidé que hoy tenía que cuidar a este terremoto.-dijo.-¿Tu papá se fue?
-Está abajo con el tío Harry.
-Papá.-dijo ella levantándose de golpe y corriendo escaleras abajo.-¿Papá?¡Papá!
Al divisarlo en la sala, saltó a sus brazos y dejó que riera y la apretujara.
-Que linda forma de decirme buenos días.-dijo él.-¿Cómo dormiste? Espero que no hayas molestado a tu tío.
- Para nada.-dijo Zayn con James al hombro.-Se portó muy bien.
-Ahora te toca el demonio.-rió Niall.-Pero me prometió que no va a romper nada.
-Bueno, yo me llevo a esta enana. Hoy es el cumpleaños de su novio y tenemos una fiesta sorpresa que preparar.
-¡Quiero!-gritó James.
Chloe miró a su padre haciendo puchero y él besó su cabeza.
-¿Qué decís, Niall?
-Llevenlo. Creo que le haría bien divertirse un poco.
Antes de que el rubio se fuera, la chica tiró de su mano y le tendió una invitación para la fiesta de esa noche.
-Todos necesitamos divertirnos un poco.
-Voy a intentarlo.-dijo y besó su frente.-Pero no prometo nada.
-Chloe, ¿dónde estás, mi vida?

Había banderines colgando del techo, globos en todos lados, música y un juego de karaoke. Las pizzas se estaban haciendo y sólo faltaba que todos se arreglaran.
-¿Qué son esas?-preguntó James.
Los dos hombres voltearon. Chloe vestía con un sencillo vestido azul claro con decoraciones en plateado y sin mangas. El cabello le caía por los hombros y parecía acariciar las cicatrices ya claras de sus brazos. El pequeño las miraba.
-Nelly tenía de esas pero las hacía acá.-dijo señalando sus piernas.-Dijo que cuando le dolía mucho eso la hacía sonreír. ¿A vos también te duele?
-Ya no.-musitó y miró a ambos hombres con lágrimas en los ojos.-Yo... Debería taparlas.
-¡No!-dijo Zayn, apresurándose a tomarla del brazo.- Son parte de vos. Tranquila. Estás perfecta así. Yo sé que a Ryan le gustaría así.
Chloe las miró y respiró profundo antes de abrazar a su tío. Temía que no fuera como él decía. No quería vivir ocultándolas, pero el hecho de que James las viera y le recordará a su hermana le dolía como los mil demonios.
El timbre sonó y la casa comenzó a tener el espíritu festivo. Louis, Danielle, Freddie y Margarett reían a gusto junto a Niall y James. También había gente que los chicos no conocían pero, al parecer, habían sido grandes amigos de la banda adolescente.
-Ya está llegando.-dijo Chloe, dando saltitos mientras sonreía.
Las luces se apagaron, todos guardaron silencio. Escucharon el motor y las puertas.
-¡No quiero entrar!-gritó Ryan.-¡No quiero una cena! ¡No quiero nada! Ni siquiera parece haberse acordado de mi cumpleaños.
El rostro de la chica cambió completamente de un segundo al otro y retrocedió lenta y cuidadosamente. La puerta se abrió y, a la vez que todos gritaban sorpresa, Ryan pudo ver como ella corría escaleras arriba. Sin perder un segundo, la siguió ante todas las miradas. Llegó al cuarto y la vio intentando salir por la ventana. Conmocionado, la aferró tirando de ella hacía atrás y pegándola a su pecho.
El corazón acelerado le reclamaba su error con toda la potencia con la que contaba. Estaba deshecho. La había lastimado. Estaba seguro de que lo había oído y le había dolido.
-Amor, perdón.-susurró y ella volteó en su pecho, llorando y abrazándolo con todas sus fuerzas.-Pensé... Yo creí... Perdón.
Reparó en que llevaba vestido, y no sólo eso, tenía las cicatrices al descubierto y de su cuello colgaba el dije que él le había hecho. Se sentó en la cama sin soltarla en busca de las palabras que no venían a su mente.
-Tenía miedo de arruinarlo.-dijo ella, entrecortadamente.- No me olvidé. No lo hice.
Su voz sonaba tan rota y dolida que él besó su frente a la vez que las mejillas se le humedecían.
-Perdón, mi amor. ¿Preparaste todo esto para mi?-ella asintió sin mirarlo y él le apartó el cabello de la cara, acunándole la mejilla.- No llores. No quise decirlo. Me dolió pensar que lo habías olvidado.
-Nunca lo olvidaría.-musitó poniendo su mano sobre la de él y atreviéndose a mirarlo.- No tenes que llorar, es tu cumpleaños.
-Pero estás llorando por mi culpa. Lo arruiné todo.-ella negó y le sonrió con suavidad.-Si, lo arruiné.
-Todo está bien.-susurró ella con una suave sonrisa que él besó con delicadeza.-Feliz cumpleaños.
-Bajemos a la fiesta que me preparaste.-dijo él, volviendo a besarla.
-Te amo.-susurró ella poniéndose de pie y él la tomó, levantándola del piso y besándola a la vez que avanzaba hacia la escalera.
-¿Adivinen qué?-dijo desde lo alto y todos voltearon a mirarlos enternecidos aunque un poco molestos con él.- Me dijo que me ama.-rió.-¿No es hermosa?
Volvió a besarla y bajó. Ya no quedaban rastros del rostro corrompido por la furia del que habían sido testigos minutos atrás.

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