23-Necesitamos salvarlos

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La cuestión era demasiado complicada. Freddie y Margarett Tomlinson, James Horan, Ryan Payne y Chloe Styles estaban mal. Permanecían juntos en una habitación en silencio absoluto. Los hermanos se abrazaban, los novios se aferraban entre sí a la vez que la de los ojos esmeralda acunaba al pequeño rubio de ojos celestes.
-Chicos.-llamó Louis.-Es hora de ir a casa.
Besó la mejilla de los otros tres, seguido de su esposa, y entrelazó los dedos con los de su pequeña y pasó el brazo sobre los hombros de su primogénito.
-¿Algún día va a volver?-preguntó James, mirando a Chloe.
-Ella siempre va a estar con nosotros.-dijo Ryan, acariciándole el pelo y abrazándolos más a los dos.-Ahora está con mi hermano. Te prometo que va a cuidarla.
-La extraño.-dijo y sus ojitos se cristalizaron.
-Vení.-dijo Chloe, abrazándolo con fuerza y besando su cabello una y otra vez.-Todos la extrañamos. Pero no podemos retenerla. Ella necesita irse.
-¿Y me puedo despedir de ella?-preguntó.
Chloe lo alzó y caminó fuera, acercándose a la tumba nueva en el cementerio.
-Amor...
-James quiere despedirse.-susurró.
-Esperenme.-dijo Niall detrás de ellos.-Yo lo llevo, Chloe. No quiero ver llorar a nadie más. No quiero que ya nadie sufra.
Ryan abrió sus brazos dejando que ella tome su lugar en ellos. Besó su frente y caminó hacia el auto. Era hora de que volvieran a casa.
-¿Hija?-preguntó Harry.
-¿Pueden venir hoy a casa? Podemos ver una película. -miró a Zayn y a Ryan.-A veces la casa se siente triste sólo con nosotros dos.
-Puedo pedir unas pizzas.-dijo su padre.-También puedo hacer pochoclos. Pero, ¿me das un abrazo antes?
Ella, cual pequeña a inocente niña, se aferró al cuerpo y le sonrió con calidez. El hombre miró a los otros dos y ellos asintieron. Nadie quería que Chloe estuviera triste.
-Queremos contarte algo, Harry.-soltó Ryan, en búsqueda de romper con el nostálgico aire que respiraban.-Chloe y yo...
Los ojos de ella brillaron a la vez que entrelazaba los dedos a los de él.
-Nosotros... Bueno.
-Ella aceptó ser mi novia.
-¿Novio?-preguntó con expresión de horror, fingiendo que jamás había notado que existía un ellos.-¿No sos muy chiquita para eso?
-Vos dijiste que no se es muy joven para sentir amor.-susurró ella.
-Pero me refería al amor hacia tu hermoso padre.-ella rió.-¿Ya no me amas más?
-Claro que si, tonto.-rió y le tomó la mano a él también.-Pero a Ryan lo amo diferente. Es... Diferente.
-Creo que perdí la batalla contra Payne.-dijo, entrecerrando sus ojos.
-Papá, no es una batalla. Pueden compartirme.
-Claro.-dijo Ryan, abrazándola por la espalda y descansando las manos entrelazadas en su panza.-Ella jamás te cambiaría por mí. Vos sos su papá. Yo soy su futuro esposo.
Besó la mejilla de la chica y ella rió, presionando sus dedos con suavidad. La cara de espanto de Harry y Zayn casi los hacen estallar en risas.
- No te pases, Payne. Todavía es una beba para pensar en eso.-advirtió el de los rizos.-Ahora no sé si quiero que venga a casa.

Sin embargo, al rato, los cuatro estaban en el sillón viendo la película. La primera en dormirse fue, como era de esperarse, Chloe. La falta de sueño la mantenía agotada todo el día. Harry la sentó en sus piernas y le acarició el cabello una y otra vez en silencio. Había visto el amor en sus ojos y ahora temía perderla, más que nunca. Está vez no se iría para parar en una tumba yaciendo inerte, sino que se fundiría en una nueva vida, en un mundo de adultos con alguien que no conocía absolutamente todos sus temores. Temía. Estaba aterrado. No quería ver a su hija convirtiéndose en el amor de alguien más.

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