Next Generation

24-Ventanas abiertas

La casa abarrotada de silencio pareció alertarlo de golpe. Los ojos le pesaban y no recordaba haberse metido en su habitación. Inspiró profundo y un suspiro fugaz le zumbo en los oídos.
-¿Chloe?-preguntó y volteó en la cama una y otra vez.-¿Chloe?
La respiración agitada lo alteró y se enderezo de golpe, buscándola con la mirada. Salió de la cama casi de un salto y avanzó por el pasillo. Chloe no estaba en su cama. Oía su respiración pero no podía encontrarla.
-Papi.-le llegó el llanto como un susurro a los oídos y volteó fugazmente.-Papi, tengo miedo.
-Tranquila. Estoy acá. -recorrió todo con la mirada pero no había rastro de ella más que el incesante llanto que parecía ser acallado por los dedos que siempre se llevaba a los labios al sollozar.- No va a pasarte nada. Vení conmigo, hija.
-Papi, despertate. Papi, ella volvió.
Harry abrió los ojos y la vio acostada a su lado con el rostro entre las manos y la cabeza cubierta con la frazada. Sin pensarlo siquiera, acunó el pequeño cuerpo sintiendo el martillo desesperado en el pecho de ella.
-Ella está abajo.-lloró bajito.- No quiero que venga la policía. No me gusta dormir en la comisaría. Quiero quedarme con vos.
-Voy a llamarlos para que vengan a llevársela.-dijo él, sabiendo que era su ex esposa la que estaba abajo.
- No.-su hija parecía irradiar temor.- Dejala que se vaya sola. Papi...
La mujer se detuvo al otro lado de la puerta ante las palabras oídas.
- No llores, mi amor. Todo está bien. Estamos juntos, ¿ves? Nada malo va a pasarte, te lo prometo.
-Yo intenté ser normal.-lloró y su madre se llevó la mano al vientre mientras los ojos se le cristalizaban de golpe.- No puedo. No me sale. Yo... No quería que la perdieras.
-A la única persona que no quiero perder nunca es a vos.-dijo él, acariciándole el rostro.- Hija, me gusta ver que estás enamorada de Ryan. Sé que se aman. Sé que él va a cuidarte. Si yo hoy tuviera que decir el nombre de la persona con quien te dejaría si algo me pasa sabes que es él, o Zayn, o Niall, o Liam o Louis. Vos me entendes. Pero así y todo tengo miedo de perderte. Me alteró que dijera lo de futuro marido porque no quiero que te vayas nunca.
-Papá, nunca voy a irme sin vos.
Daisy se tragó las lágrimas y abrió la puerta. Sin mediar palabra, comenzó a abrir los cajones.
-Tu ropa está en valijas bajo la escalera.-dijo el hombre con tono crudo y apartado, mientras pegaba a su hija más a su pecho y la tapaba mejor con las sábanas.
-Yo...-empezó la mujer. Acarició su vientre ya crecido y clavó los ojos en Chloe.-Perdón, hija. Quiero arreglarlo. Yo no hice las cosas bien, no quise que te sintieras así, no... Pedí la tenencia compartida.
-¿Qué?-gritó Harry, levantándose bruscamente.- No vas a sacarme a mi hija. No vas a tocarla. Ni siquiera vas a respirar cerca de ella. No...
Calló al ver de reojo como ella se hacía bolita y cubría sus oídos. Automáticamente la alzó, con la garganta en llamas pero sabiendo que soltar todas las palabras que lo ahogaban sólo lastimarían a su pequeña.
-¿A dónde vas?-gritó Daisy.
El de los rizos tomó un abrigo largo y se lo puso a la chica, sin importarle que lo arrastrara. Volvió a alzarla y la subió al auto.
-Vamos a arreglar esto. -le dijo a la mujer.-Pero primero voy a encargarme de mi hija.
Al llegar a la casa de Zayn Malik, le importó tres cuernos que fueran las cuatro de la mañana. Tocó bocina una y otra vez, desatando toda la furia. Chloe temblaba a su lado.
-Voy a dejarte con tu tío Zayn mientras arreglo esto.-juntó la frente de ambos y cerró los ojos con fuerza.- No voy a perderte pero menos voy a dejar que ella se te acerque porque estoy muy cansado de verte llorar y de escucharte decir que no sos normal. A veces, lo normal no es suficiente, hija. Tu mamá dijo todas esas cosas porque ella siempre quiso ser todo lo que vos sos. No hay quien no te ame. No. No sos normal y te voy a decir por qué, porque nunca vi que los ángeles fueran normales entre mortales.
La puerta de la casa se abrió y Zayn salió molesto hasta que notó de quién se trataba el auto.
-Daisy está en casa y necesito que cuides a Chloe.-dijo Harry y besó la cabeza de su hija.- No voy a dejar que nadie nos separe. Cuidala. Por favor. Cuidala con tu vida.
-Tranquilo.-dijo Zayn, rodeándola a ella con su brazo.- No voy a dejar que nada le pase. Sólo vamos a ir a dormir y no vamos a abrirle la puerta a nadie.
-Te amo.-le dijo Chloe a su padre antes de que él subiera al auto.
-Yo te amo todavía más.-respondió él, con rechazo a la idea de irse.
Zayn la tomó y ambos entraron en la casa a la vez que Harry se alejaba a toda velocidad.

-Ahora sí. Decime dónde está mi hija.-gritó Daisy con lágrimas en los ojos.
-A salvo de vos.
- No soy un monstruo. Quiero solucionar todo. Quiero a mi bebé conmigo.-lloró buscando entre sus brazos un lugar que no encontró.- Mi amor, extraño a mi familia.
-Ya no somos tu familia.-dijo firme.- Ahora voy a pedirte que te vayas. Quiero que mi hija duerma en casa y no puede hacerlo si estás acá.
-Podemos volver a ser una familia.-musitó ella.
-¡No! ¡Chloe de pasa cada maldito día preguntándose por qué no es normal! Le metiste todas esas ideas en la cabeza. No quiero ver a mi bebé llorar y mucho menos por una persona que nunca debió haber hecho lo que hizo.
-Soy su mamá.
-Daisy, - suavizo su tono y le tomó la mano.- te amé. Nosotros nos amamos más que nadie, ¿te acordas? Pero las cosas son distintas ahora. Estás embarazada, tenes a Dylan y es tu momento de empezar de cero. Falleció la hija de Niall, estaba en brazos de Chloe, ¿vos crees que todo este escándalo le haga bien?- la mujer negó.- Dejá que tu hija sea feliz. Está de novia. Habla mucho más. No le arrebates eso.
Las manos se separaron y la mujer se marchó sin decir nada más. Harry la miró y supo, por primera vez, que ella amaba tanto a su hija como él mismo pero había tomado las decisiones equivocadas.