Enséñame a amar (historia lésbica)

Capitulo 33

Alexa POV

Los días pasaron y no tenia ni una noticia de Gabriela, espero que este bien. Aunque enfadada conmigo.

Que podía hacer? Ya pude armar mi vida de nuevo aquí sola, alejada de todos. Aunque...

Mierda. Si extraño el lugar, extraño mis amigos y compañeros de trabajo y mi trabajo! era mucho mas divertido y relajado estar con niños, aca mis horarios son estrictos y las clases aburridas, soy solo yo hablando y hablando todo el rato. Y claro que extraño a Gabriela, mucho, tal vez demasiado.

*Es que nunca puedo salirme con la mía?* pensé refiriéndome a mi plan sobre escapar de todo, tenía la maldita nostalgia obligándome a volver.

Un ruido de algo rompiéndose me llamo la atención, se escuchaba fuera de la ventana, en la casa de mi vecina, la señora de al lado y vi como estaba todo el jardín lleno de cajas con cosas dentro.

-Esta empacando Doña Clemencia?- Pregunte saliendo de mi casa acercándome a la suya

-Oh Alexa! No te vi llegar. Si asi es, ya casi termino de empacar todo

-Se va de vacaciones?

-No, nos mudamos

-Se mudan?

-Si, a México! Allá mandaron a mi esposo esta vez.- El esposo de Doña Clemencia era petrolero y cada tanto lo mandaban a otros países por meses o años.

-Oh que hermoso! Al menos puede conocer nuevos lugares

-Si, estoy ansiosa de llegar! Siempre quise visitar México y sus costumbres

-Vivirán en México D.F?

-Si! debe ser hermoso! Aunque... al ser un lugar tan grande me preocupa la inseguridad y cosas asi

-Ah si, siempre hay que tener cuidado, en todos lados

-Hablando de eso hace unos días vino una chica por la mañana que decía conocerte

-Ah si?

-Si. pero parecía algo sospechosa... le dije que se largara

Entonces Gabriela había venido 3 veces aquel dia... a buscarme

-Esta bien... gracias

-Bueno, ire a ver que mas queda por empacar

-Esta bien. Yo sigo con lo mio, adiós!-

Volvi a mi casa y me senté en el sillón con el celular en la mano. Busque el contacto de Gaby y observando el botón de llamar pensaba en ella y en si valdría la pena llamarla.

Y si esta enojada? Y si dice que no? Y si no contesta? Tal vez hasta borro mi numero.

*No, la decisión tomada ya esta tomada y asi se quedara* pesaba una parte de mi, la contraria a la que me repetía cuanto necesitaba a Gabriela

*Nunca te vas a curar si no te la sacas de encima*

*Solo es cuestión de tiempo y espacio*

Había una guerra en mi cabeza, pero estas palabras hicieron que bloqueara mi teléfono y lo pusiera en mi bolsillo de nuevo.

La puerta se abrió y David entro con una sonrisa como siempre.

-Traje el almuerzo!

-Bien. Gracias

-No hay de que hermosa. Tal vez algún dia puedas pagarme toda esta amabilidad. Verdad?

-Claro, cuanto queres? Pago lo que sea